Stockholm syndrome

alimento asesino

día 30

Llevaba contados los días. Hoy debería ser el siguiente video. Y aun no tenia noticias de la nieta de la presidenta, ni nada. y eso me alteraba.

Con el paso de los días me acostumbraba cada vez mas al cautiverio y a la insoportable e irremediable presencia de Jace Brown en el.

Me harte de pensar en mis padres y las cosas que podrían estar haciendo afuera. Yo estaba adentro.

Me canse de pensar en si mis amigas podrían escapar y ser libre. yo aun estaba dentro.

Y me destroza la cabeza seguir pensando en la presidenta y sus deudas, porque aun así, yo sigo aquí dentro.

Cuando llegamos en frente de la puerta de la dirección, Jace la abrió y paso dentro sosteniéndome la puerta para darme paso. entre y esta se cerro tras de mi. Jace camino hacia la habitación de filmación, y yo le seguí por atrás. Volvió a cerrar la puerta tras de si y se encamino hacia la cámara.

-ya sabes el rollo. Pero esta vez dices que no recibimos ni un centavo, así que su nieta pagara las consecuencias. Y allí cortas-dijo el acomodando la cámara. mire unos segundos al piso hasta que mi voz salio sola.

-¿pue..puedo decir algo yo misma?-susurre mirando al suelo.

-¿que?-me volvió su mirada a mi con el ceño fruncido.

-¿pu, puedo decirles algo a, a mis padres?-tartamudee débilmente. Jace miro a la cámara unos segundos y siguió haciendo su trabajo.

-supongo-dijo desinteresado. Levante rápidamente mi cabeza y el termino con la cámara y se posiciono tras el-y diles que aunque quieran pagar como muchos padres allí fuera, la única pasta que quiero es la de la presidenta. ¿vale?-asentí rápidamente-menos de 4 minutos, escuchas?-dejo la cámara y dio unos pasos hacia mi, me inspecciono unos largos segundos con la mirada.

-lo siento, de veras que no quiero hacer esto-dijo arrugando la frente. ¿pero que..

Rápidamente levanto su brazo y sentí un doloroso golpe en mi rostro. Tanto fue el impulso que azote al piso, luego me puse casi en cuatro y escupí sangre que salia de mi boca. Que asco. Joder, dolía mil veces mas que el de Yastin.

Jace rápidamente se encamino hacia a mi y me sostuvo por atrás en forma de abrazo.

-esta bien, esta bien-intento calmarme-lo siento-me soltó y con sus dedos levanto mi mejilla para ver el golpe.

Joder, como dolía. Estaba segura que me rompió el labio y mas arriba. Lleve mi mano a la boca y esta se tiño de rojo. Que jodido asco. Dios santo, ¿es que donde había aprendido a pelear? ¿en los juegos del hambre?

No sabría decir si me dolía mas el golpe del puño o el encuentro con el suelo.

-¿por..que has hecho eso?-hable lento y me ardió toda la boca.

-estabas demasiado sana-lo mire frunciendo el ceño-no puede decir por allí que estas sufriendo y que es un infierno si casi no tienes rasguños-lo iré incredulamente, y algo molesta.

-¡pues claro, porque no puedo decir por allí que me usas como un juguete y la forma en la que me violas!-grite desquiciadamente y luego cerré la boca. Jace se levanto de su lugar y se dirijo hacia la cámara. mirando hacia otro lado.

-nunca lo superaras, ¿eh?-negó con la cabeza.

-¿superarlo? ¡superarlo! ¡tu me has qui...

-¿acaso quieres que te calle de otro golpe?-me interrumpió brutalmente-por que fácilmente lo puedo hacer, así que te recomiendo que limpies la sangre que tienes en todo tu sexy rostro, y cierres la puta boca de una vez-me miro con los ojos levemente abiertos y luego se volteo. tome mi remera con mis manos y la levante hasta llegar a la boca. Limpie lo que pude de la sangre y luego me senté en mi silla.

-eres demasiado agresivo, ¿lo sabias?-dije mirándolo distraídamente.

-eres demasiado molesta, ¿lo sabias?-me imito en el tono. Segundos después la lucecita de la cámara se prendió y tome aire.

-es Carolina Young, como ya debéis saber-mire al suelo-hace una semana advertí a la presidenta que si no soltaba el dinero, pasaría algo malo. Y así fue y el dice-mire hacia Jace, quien ni siquiera mi daba una mirada-que ahora es tiempo de que su nieta pague las consecuencias, y créanme que por experiencia propia digo, no sera nada lindo, escuchan?-baje mi vista unos segundos-yo...yo quería decir algo mas. me... me permitieron dar un mensaje, a mis padre-mis ojos se humedecieron-yo... yo los extraño. y no saben cuanto. Sueño con regresar y volver a casa, lo cual es un sueño que cada ves se hace mas lejano-la primer lagrima callo-yo...estoy bien. bueno, podría estar peor-me encogí de hombros-solo....no se esmeren en querer sacarme de aquí. El único dinero que ellos aceptaran es el de la presidenta-baje mi mirada aun mas-no estén tristes. aun no e he rendido, y ustedes no tiene porque. les quiero, mama y papa, nos vemos, espero-la transmisión se corto y Jace salio silenciosamente de tras de la cámara. Acomodo en silencio esta y yo de la misma forma me levante de la silla aun dolorida por el golpe.

Me agarro casi sin tocarme del brazo y me guio fuera del salón, tras de mi, cerro la puerta con llave de nuevo. El televisor se prendió y una imagen mía del otro lado se vio en directa. No me veía mal, ni decepcionante. Me veía reprobable, horrorosamente escalofriante.

Tenia manchada de mi boca hacia abajo un rastro de sangre, mi labio y hasta arriba, lo tenia partido, ojeras bajo mis parpados y mi sucia e inmejorable remera (que antes era blanca) ahora la pintaban unos horrendos colores rojos y marrones.

Dos palabras: jo der.

¿por que hacen esto?-la noche había caído ya en la escuela. Jace estaba casi recostado en su silla y yo como siempre, en la esquina mas alejada a el. Cuando formule esa pregunta el me miro de reojo.

-¿es que no te ha quedado claro ya?-tapo su rostro con un sombrero negro.

-me refiero ah... ¿por que así? Podrían mantenernos secuestrados a todos en un salón, con solo entrar para darnos comida y ni siquiera hablarnos-pensé en voz alta- seria mucho mejor para nosotros, y menos trabajo hacia ustedes. ademas, tendrían la conciencia mas limpia-intente incitarle. Vi su estomago moverse. Se estaba riendo, de mi.

-¿menos trabajo?-me miro-¿tienes una idea de como se están divirtiendo ahora mismo mis hombres con tus compañeras?-baje la mirada cerrando aferradoramente los ojos.

-das asco-dije a regañadientes.

-si, ya me lo has dicho-volvió a colocarse el sombrero en el rostro. Joder, cada vez lo odiaba mas, si es que eso ya era posible.

-¿y si le habréis tocado vigilar a un tío?-se me escapo la pregunta.

-¿y quien dice que todos mis hombres son heteros, Carolina?-pregunto el ignorantemente.

-hay carajo-susurre.

Cada vez creía que padecían de mas problemas mentales Jace y sus hombres. Joder.