El sol se filtraba a través de las finas cortinas, se escuchaba el típico cantar de los pájaros junto con el peor sonido del mundo.
-¡Lea, Levántate! ¡Es lunes!
Me llevé la almohada al rostro en un fallido intento de evadir levantarme.
-¡Leanne! ¡No me hagas subir!
Gruñí. El tercer llamado nunca es bueno.
Me levanté y me dirigí al baño como toda una zombie.
Lunes.
¿Por qué no desaparecían?
Bueno, no, yo nací un lunes y eso podría traerme problemas.
Dejé de pensar en ridiculeces y me bañé y cepillé los dientes. Aquí venía otro día. Otro aburrido y común día.
Quizás sería bueno contar un poco acerca de mi vida, la cual es poco interesante, razón por la que no hay mucho que decir.
Mi nombre es Leanne Russo, tengo 16 años y podríamos decir que soy una persona normal, nada extraordinaria.
Lo primero que considero preciso mencionar es que soy algo tímida, o mejor dicho, mucho, prefiero no socializar en la mayoría de los casos, no salgo mucho ni suelo tener ataques de "locura" adolescente. ¿Aburrido? Sí; pero simplemente es un estilo de vida al que estoy acostumbrada y que por los momentos no pienso cambiar, no es algo que yo eligiera, siempre ha sido así.
Como han de suponer, mi círculo social es bastante reducido, por un lado está Megan, mi mejor y única amiga, por el otro, algunas vecinas con quien he intercambiado un par de palabras, nada importante.
Vivo sola con mi madre, mi padre desapareció del mapa cuando tenía unos cuatro años y soy hija única, aunque mi prima Isabella es como una hermana para mí.
Por otro lado, voy en penúltimo año en la escuela y tengo clases de música casi todas las tardes, el violín, (y la música en general) es mi gran pasión.
Me puse un jean, una blusa azul sencilla y un suéter encima, hacía algo de frio, cosa anormal en esta época, por lo que seguramente más tarde llovería.
-Buenos días -saludé mientras bajaba.
-Buenos días -respondió ella.Besé su mejilla, y mamá me entrego un vaso, con algo que seguramente era leche o alguna malteada, y una tostada-. Come en el camino, vamos tarde.
-Ok, lo lamento, ya sabes...
-Síndrome de lunes -asentí, ella rió-. Como sea -tomo sus llaves y su bolso-, vamos.
Una vez llegué, me deslicé por los pasillos sin ser notada, como de costumbre. A veces me cuestionaba cuantas personas sabrían de mi existencia en aquel lugar.
Entré a mi primera clase justo sobre la hora.
Matemática.
Lunes, 7 am, matemática.
Ciertamente eso no es humano.
Luego de escuchar aburridas explicaciones y resolver ejercicios largos y complicados, la campana sonó, y como de costumbre, el salón se había vaciado en menos de 30 segundos.
Me topé con Megan en el pasillo.
-¡Lea! No te vi en la mañana, ¿Dónde te metiste?
-Llegué tarde -confesé sin mirarla, ella solía tomar muy en cuenta la puntualidad.
-¡Cuando no! ¿Cuántas veces te he dicho que programes la alarma aunque sea a las 5:45?
Rodeé los ojos -Pero es lunes! ¡Es normal! Además, llegué a tiempo a matemática.
Bufo, al parecer, sin ánimos Dr seguir la discusión. -Está bien.Justo iba a hablar cuando recibí un codazo de su parte.
-¡Ah...! -no tuve tiempo de terminar mi queja cuando comprendí el motivo de su golpe.
Gianluca Ginoble.
Pasaba delante a nosotras con algunos de sus amigos.
Traté de disimular el hecho de que su presencia me estremeciera, pero como siempre, no pude.
Megan sonrió -¿Por qué no le hablas?
-¿Yo? ¡Madrugar te está haciendo daño! ¿Cómo se te ocurre que podría acercarme? ¡Es...! ¡Es absurdo! ¡Inimaginable!
-Agh, cálmate, no es para tanto -reprochó con fastidio-. Eres linda Lea, que tú no quieras verlo es otra cosa, además, el tipo te trae loca desde hace dos años...
Y era cierto. Sólo bastaba verlo para entender por qué, pero era un amor platónico y nada más, ya que sabía perfectamente que no tenía la más mínima oportunidad, y más si tenía que competir con el séquito de fáciles que siempre estaba detrás de él, aunque en ese momento no tuviera novia.
Pero enamorarme jamás fue una posibilidad para mí, era toda una invisible, ¡Una don nadie! Jamás podría siquiera acercarme a alguien, y menos a él ¡Me daría un ataque pánico o algo así!
Era sencillamente imposible.
Megan, ella sí... ella era una chica linda y de muy buen físico, además, tenía un punto a su favor: su simpatía. Todo el que la conocía inmediatamente se quedaba prendado de ella, era una persona que caía bien al instante, y esa era una cualidad que yo le admiraba.
Éramos amigas desde hace un poco más de dos años, nos habíamos conocido allí, ella era la chica nueva y nos tocó hacer un trabajo juntas, a pesar de mis insistencias de hacerlo sola. Terminamos reuniéndonos en mi casa y nos hicimos cercanas. De alguna manera le di entrada a mi pequeña e impenetrable burbuja personal.
Por supuesto que ella tenía más amigos, pero de alguna manera siempre había estado junto a mí, pero sin llegar a presionarme de ningún modo; ella entendía perfectamente que soy como soy porque así lo prefiero y se lo agradecía profundamente.
-¡Adivina que! -Retomó- El otro día en una fiesta me lo presentaron.
-¿Ah, sí?
-¡Sí! ¡Es muy simpático! ¡Te lo puedo presentar!
-¡Pff!
-Vamos...
-¿Cuál es tu obsesión con todo esto? Déjalo.
-Es que nunca haces nada por ti, siempre pones primero a los demás, ya es hora de que te esfuerces y salgas de esa...
-¿Burbuja personal?
-Exacto, además, con esos ojos, conquistas a cualquiera.
Me ruboricé levemente -Te agradezco el cumplido, pero mi respuesta sigue siendo no.
Mis ojos eran un tanto extraños, razón por la que resultaban hermosos a la vista, siendo franca, era lo único de mi persona que consideraba atractivo. Eran una mezcla de café y verde, algunos días se veían miel, incluso amarillos y otros casi del todo verdes, bastante peculiar, a decir verdad.
-Hagamos algo -sonrió- fingiré que es una casualidad, pasaré caminando contigo cerca de donde está él, lo saludaré y aprovecharé la ocasión para presentarlos, nada particular, luego... veremos qué pasa.
-Yo... no creo...
-¡Vamos, por favor! ¡Di que sí! ¡Di que sí!
-Está bien -sonreí- pero solo porque tu insistes.
-¡Sí! ¡Lea! -chilló.
En ese momento la campana sonó y luego de un efusivo abrazo, nos dirigimos a nuestras respectivas aulas.
∞❀❀❀∞
N/A: Aquí está el primer capítulo, comentenme sus opiniones. Espero que vayan conociendo la personalidad de Lea y entiendan algunos de sus problemas. ¡Y no desesperen! Que en el siguiente aparecerá nuestro príncipe. Voten y comenten si quieren que siga publicando, besos!
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Paura D'Amare [Ignazio Boschetto]
FanfictionLos seres humanos estamos condenados a temer al cambio, a lo desconocido y a lo que creemos que podría dañarnos. Preferimos estar en una zona de confort, creando murallas a nuestro alrededor en inútiles intentos de alejarnos de aquello a lo que teme...