Cap.1

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Estoy tumbada en mi cama de la sede. Pensando en mi vida, y en lo perfecta que soy. Ahora se supone que me tengo que presentar, y la verdad es que no me apetece, pero lo voy a hacer de todos modos.
Me llamo Alison, Alison Sanders y tengo 17 años. Soy una de las mejores espías del mundo, y no es que lo diga yo, es que lo dice todo el mundo. Hace poco que me trasladaron de la sede de espías de América y ahora estoy aquí en Madrid, mas aburrida que nada. Soy una chica arrogante, testaruda, sarcastica, borde y muy en el fondo, pero que muy en el fondo, cariñosa. No me gust mostrar mis sentimientos. Y no soporto a las personas que se lo tienen muy creído, es decir no se ni como me soporto a mi misma. Mi pelo es de color chocolate con reflejos dorados y liso, mi estatura es de 1'65 ni baja ni alta, mis ojos son azules con tonos verdes.
Y hasta aquí mi presentación.
Como decía, estaba intentado dormirme, cuando entra mi querido a migo Shane, que en estos momentos creo que lo de querido ya no existe.

- Eres una vaga - dice sentándose encima de mi.

- Te lo voy a decir lo mas suave posible: eres un gordo, levantate de encima de mi - digo sonriendole.

- Que palabras mas bonitas me dices - dice sancandome el dedo.

- Y luego soy yo

Pone los ojos en blanco negando con la cabeza.

- He hablado con Alba, dice que llega dentro de tres días.

Se me ilumina la cara.
Alba es mi hermana mayor, tiene 18 años y es la mejor hermana del mundo. Es todo lo contrario a mi, amable, simpática, cariñosa, humilde... Ella tiene el pelo mas oscuro que yo, mide 1'70 y sus ojos son verdes con tonos verdes
Es la chica perfecta de la que todo chico tendría dos dedos de frente como para caer rendido a sus pies. Hace ya un mes que no la veo. Esta en una misión al otro lado del mundo, investigando a la mafia italiana, aunque claro ahora estoy en España... Tampoco esta tan lejos.

- Pues hay que prepararla algo, no se una fiesta o hacerle un regalo, si - digo nerviosa.

- Madre mía, Alison Sanders nerviosa, creo que estoy soñando.

Le doy una colleja fuerte y el se queja.
La puerta se abre, dando paso a uno de los espías que trabajan para José Rodriguez, el jefe al mando de la sucursal en España.

- El jefe dice que vayas - me repasa con la mirada, y es que todavía voy con el pijama.

- Creo que en esta agencia no os enseñan a llamar a la puerta ¿no? Da gracias a que estoy de buen humor, dile que ahora voy.

Se va sin decir nada.

- Además de maleducado, subnormal, que alegría - digo sarcásticamente.

- Normal le has intimidado - ríe Shane.

Hago un gesto con la mano quitándole importancia y le echo de mi habitación para cambiarme.
Me pongo lo primero que encuentro, unas mayas negras y una sudadera. Salgo de mi habitación y suspiro. Mierda, no se donde esta la sala de reuniones.

***

- Llegas tarde Sanders - me recrimina Rodriguez.

- La próxima vez me haces un mapa y no me pierdo - digo cabreada.

Me mira mal, y yo le miro peor. Nunca me he llevado muy bien con la gente.

- Bueno dejemos el duelo de miradas, tengo una nueva misión para ti, tienes que proteger a tres famosos, ¿aceptas?

- Claro, para eso estoy aquí - digo poniéndome cómoda en mi asiento.

- Vale, no podrás echarte atrás a partir de ahora mismo. Yo que tu me iría preparando, vas a tener que tener mucha paciencia - dice con calma.

- ¿Por que me dice eso? - digo alzando una ceja.

- Porque dos de ellos son muy....como tu.

- ¡Og! Que alegría - espeto sarcásticamente.

- Shane te ayudara con la comunicación con la agencia, y cuando venga Alba, se unirá a ti.
Asiento con la cabeza, un tantoaburrida la verdad.

- Y bueno ¿quienes van a ser los privilegiados en compartir mi tiempo con ellos?

- Uno de ellos es Calum Heaslip - dios si, ese rubio que esta muy bueno - y los otros dos son el dúo Gemeliers.

- ¿Gemeliers? - nunca he oído hable de ellos.

- Si, sus nombre son Jesus y Daniel Oviedo Morilla.

Mi cara debe de ser un poema ahora mismo y Shane esta flipando. Me levanto de la silla y me salgo de la sala de reuniones. Hace tanto que no les veo, y tantas son las ganas de matarlos, que ahora mismo no pienso con claridad. Me dirijo a la sala de entrenamientos, esta si que se donde esta por lo menos. Me pongo delante del saco y empiezo a darle puñetazos.

- Esta, por joderme por dentro - digo dando el puñetazo mas fuerte que puedo al saco.

- Sabia que te encontraría aquí.

Desvío la mirada hacia la puerta, donde Shane se encuentra apoyado en ella. Si que esta bueno el cabrón. Me vuelvo a dar la vuelta y sigo dándole al saco. Shane se acerca poco a poca por detrás, sabe que no es bueno interrumpirme ahora, aun así me coge por detrás y me aparta del saco.

- ¿Se puede saber que haces, engendro mal nacido?

- Miraté las manos, las tienes ensangrentadas y no estas sola en esto, me tienes ami. Si fueron unos gilipollas que os jodieron a las dos, pero aun así llano eres esa chica ingenua de antes, ahora eres fuerte, puedes con ellos.

Me relajo en sus brazos mientras me abraza con fuerza por detrás.

- También fueron mis mejores amigos, también me dolió veros así, también me dolió que os hicieran eso - deposita un besito en mi cabeza y me gira para que me quede mirándole.

- Prometeme que no me dejarás sola - digo intento no llorar, porque yo nunca lloro, menos por ellos, y eso es lo que mas me jode.

- Te lo prometo pequeña.




Spy, defendiendo a dos idiotasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora