Capítulo 19

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*Diana*
Cuando entro a mi casa, mi madre esta de pie, justo al lado de la puerta, y me mira con cara rara.
-Parece que no has pasado muy buena noche, por la cara que traes -suelta ella.
-Que va, solo me duele un poco la cabeza -le respondo sonriendo.
Llego al baño, me desnudo y el agua caliente de la ducha impacta sobre mi cuerpo. Me arreglo un poco el pelo y me pongo ropa cómoda. Son las tres de la tarde y mis padres van a salir a comer fuera, y a mi no me apetece.

*Paula*
Estoy haciendo zaping en la tele, y me suena el estómago tengo bastante hambre. Pero mi estómago no es lo único que suena, mi móvil también.
-¿Si? -digo, es Diana.
-Paula, mis padres están fuera, ¿te quieres venir a comer a casa?
-Si, tengo un hambre que me muero, y en mi casa no hay nada hecho y yo la verdad no tengo muchas ganas de cocinar -digo- en 15 minutos estoy ahí.
Me visto con ropa cómoda, pues no creo que vayamos a ningún lado.
Llego a casa de Diana y llamo.

*Diana*
-Vaaaaa -grito desde la segunda planta, y bajo a gran velocidad las escaleras de mi casa- Pasa -le digo a Paula mientras le doy un beso.
Nos sentamos en el sofá del salón mientras hablamos sobre todo lo ocurrido la noche anterior, y por la reacción de Paula creo que esta flipando un poco.
-Bueno, ¿que quieres que cocine? -le digo.
-No quiero que cocines, mejor ¡vamos a encargar comida! -suelta ella, y yo sonrió.
-Esta bien, ¿que encargamos? -digo mientras abro un cajón de mi casa y saco todos los folletos de restaurantes que hay.
Casi cuando lo tenemos decidido, algo se me pasa por la cabeza.
-Oye, que tal si probamos ¿a encargar comida china?, yo nunca la he probado -y Pau hace una mueca de asco -y me gustaría probarla.
-No se si me gustará -dice- ¿y como que te ha dado por probarla Diana?
-Me lo dijo una vez... Alex, creo que fue -y se me escapa una sonrisa al pronunciar su nombre- y me han entrado ganas de probarla.
-Esta bien -dice ella cediendo - llama tu.
Cojo mi móvil y marco el número que pone en el folleto. Encargo la comida y mientras hablo con el simpático y joven chico que me ha atendido y me coje nota Paula me hace cosas para que yo me ria.
-Mala noticia -le digo a Paula- no hay servicio a domilicio y tendremos que ir andando.
-Tengo una idea -dice ella riendo -pero no es muy segura.

-Hemos llegado -dice Paula mientras acaba de abrir la puerta, me quedo sorprendida al ver lo que tras la misma.
-¡Un vespino rosa! -grito de sorpresa y me abrazo a Paula.
Me da un casco negro con una flor rosa en el lado, y ella coje otro morado recubierto de purpurina. Tras unos 10 minutos de camino llegamos al restaurante de comida china. Entro yo a recogerla y me pita el móvil en señal de que me ha llegado un mensaje.
¿Que planes tienes esta tarde?
Es de Alex.
No tenia pensando hacer nada, ¿porque lo preguntas?
Le doy a enviar.
Tengo una sorpresa para ti, Te quiero.
Este chico es tan... Y me ha dicho que tiene una sorpresa para mi! Me siento rara... Me siento enamorada* y suspiro.
Llego a la barra del bar y veo a un chico muy mono, aunque no tanto como Alex. Es altísimo, moreno y de ojos azules; me sonríe.
-Tu eres Diana, ¿verdad? -dice el chico.
Yo me limito a sonreír.
-Lo tomaré como un si -este chico no tiene mas de dieciocho o diecinueve.
-Si soy yo -digo tras unos segundos.
-Tu comida tardara unos minutos todavía -me informa.
-No tengo prisa -digo sonriendo.
-Perdona por la pregunta, pero ese vespino rosa en el que has llegado - o dios, me ha visto llegar ahí- ¿es tuyo?
-No, es de mi amiga.
- ¿Y tenéis edad para conducirlo? -y me pongo roja como un tomate.
-No, solo tengo quince -digo con la vista en el suelo.
-Aparentas al menos dieciséis -dice riéndose - eres muy alta y muy guapa - y ya si que me pongo colorada del todo.
-Gracias -le digo.
-Encantado yo soy Jesús.
-Yo.. Bueno ya sabes, Diana -digo riendome, sabiendo que él, ya sabe mi nombre.
Al minuto llega un chaval y se pone a insultarlo. Miro embobada la escena. Observo cada gesto del chico que le insulta y como no, cada gesto de Jesús. No salgo de mi asombro. El tipo se acerca a mi y me guiña un ojo aunque yo le doy la espalda, y repite la acción con una veintiañera que hay al lado mía. Jesús me mira avergonzado.
-No pasa nada -digo dándole una sonrisa de apoyo- ¿lo hace mucho?.
-Si, desde que estábamos en el instituto - y mi rostro se pone de repente muy nostálgico al recordar lo que me pasó, con Valeria.
-Vaya lo siento, por estas mismas cosas a veces siento que mi vocación es la psicología -digo, y que bien me quedo en mis adentros.
-Tienes cara de psicóloga -dice riéndose -aunque también de abogada -y yo me quedo alucinando.
-¿De abogada? ¿Como lo has sabido?
-Se te nota -dice volviendo a reír - yo creo que vales para ambas- y yo sonrió en modo de agradecimiento- toma aquí esta tu comida -dice dándome una bolsa, y le pagó- encantado -grita a la vez que me voy y yo sonrió.


-Tiiiiiiaaaaa -grito cuando me monto en la parte trasera del vespino- que Alex me ha dicho que tiene una sorpresa para mi -le digo a Paula claramente emocionada.
Ella da un grito de alegría mientras conduce. Llegamos a mi casa y nos ponemos a comer la deliciosa comida china, mientras vemos una película que echan en la tele.

*Alex*
Toco el timbre mientras estoy dejado de caer en la pared. Nadie abre. Segundo intento.
-Ya estabas tardando -dice una chica la cual supongo que es Paula la amiga de Diana, y la única que conozco hasta ahora.
-Que amable -me río, ella también lo hace, paso y le doy dos besos.
-Esta dormida en el sofá, yo estaré en la cocina -dice con una sonrisa picarona.
-Esta bien -le digo.
Entro al salón y allí está Diana. Me siento a su lado en el sofá y la observo mientras duerme, que bonita es, pienso, es bonita hasta cuando duerme. La sigo observando un par de minuto mas y saco mi iPhone. Quiero tener este bonito recuerdo. Y le hago una foto. Como se entere me va a matar.
-Princesa -le susurro al oído.

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