Capítulo 23

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*Diana*
Un rato después sigo escuchando las sirenas, pero noto que ya puedo respirar mejor. Tampoco puedo moverme ni abrir los ojos.

¿Que me pasa? Me estoy planteando seriamente la opción de si habré muerto ya que no soy capaz de mover mi cuerpo ni de abrir los ojos.
Escucho que a mi lado hay dos médicos. Y mas o menos logro escuchar lo que dicen:
-Menos mal que ambos llevaban cascos -dice uno de ellos.
-Si, a la chica la encontramos inconsciente, el chico si estaba consciente e intento reanimar a la chica pero todo fue en vano, cuando la ambulancia llego estaba muy nervioso y sufrió un grave desmayo -dice otro de los médicos.
-La que me preocupa es ella que aun no ha despertado .
Me estoy agobiando mucho, ¿porque no puedo hacer que mi cuerpo reaccione? ¿estaré en coma?

Mierda otra vez, otra vez puedo hablar pero solo dentro de mi cabeza.
-No lo dejaremos entrar por nada del mundo, antes me ha informado la enfermera que intento entrar, y ya hemos tomado precauciones ante ello -dice una voz que me resulta familiar...Es ¡Agatha!, ¡mi madre!
Supongo que se lo estará diciendo a mi padre, pero a el no lo puedo oír. Siento un portazo y creo que ya me he quedado sola. Pero algo me informa de lo contrario. Un hombre tose, y se escucha muy cerca.
-¿Eres joven verdad? -pregunta el hombre y supongo que será a mi, pero no obtendrá respuesta por mi parte- No hace falta que contestes, esta noche al levantarme te vi, y eres muy guapa y joven -dice el hombre riendo- quien tuviese ahora tu edad -y yo sonrió para mi.
Parece por su voz un hombre de unos sesenta años o incluso menos.
-No fumes nunca hija, pues te traerá malas consecuencias -y deduzco que por su voz tendrá cáncer probablemente.

*Alex*
Pude ver de lejos a Diana, no me dejaron acercarme, todo porque creen que yo tuve la culpa del accidente. Y la quiero más que a nada.
Estoy tumbado en la camilla de este maldito hospital mirando al techo.
-Mamá, ¿tu sabes como está Diana? -le digo a mi madre que está en el sillon de al lado leyendo.
-No lo se Alex -dice sin levantar la cabeza del libro- pero por tu bien será mejor que no lo sepas - me dice.
-¿Que? Mama no estarás hablando en serio -le digo alzando la voz.
-Por supuesto que si -dice levantando la cabeza y mirándome- el médico ha dicho que no te alteres.
-Pues hasta que no me dejen ver a Diana no me voy a tranquilizar -le advierto.
-Acuestate y duerme -me ordena ella.
Pero no obtiene un respuesta mía, ni obedezco su orden.
A la media hora llega el medico para revisar que no sufro ninguna lesión en la cabeza. Me hace preguntas tontas como cuando es mi cumpleaños o en nombre completo de mi madre.
Cuando el doctor termina mi madre se va a la cafetería, y esta es mi oportunidad.
Llego casi a rastras a la habitación 207, que es donde esta Diana. Pero cuando estoy apunto de entrar algo me detiene. Llega un doctor el cual su aspecto me parece familiar.
-Usted es...? -me dice el doctor.
-Alex Rivera -y le extrecho la mano.
-Lo siento Alex, pero usted no podrá pasar a ver a la Srta. Diana Acosta -dice casi a modo de disculpa- son extrictas ordenes de sus padres.
¿Que? No ira en serio... No me va a dejar ver a Diana. Sino me dejan ahora quizás luego no me dejarán. Seguro que piensan que tuvimos el maldito accidente por mi culpa, y fue todo por culpa del borracho que no tenia que adelantar cuando no debía.
Vuelvo a mi habitación y cojo mi móvil. Miro la última conexión de Diana y es de antes de vernos. Esto me está empezando a preocupar, ¿le habrá pasado algo?

*Paula*
Casi me peleo con la pelirroja de bote del mostrador. Esto es indignante que yo no puedas subir ni a ver a tu propia amiga de la infancia.
×Unos minutos antes×
-A ver Srta. me puede volver a decir su nombre -me pide la veinteañera del mostrador.
-A ver si te enteras por enésima vez -digo y suspiro- P-A-U-L-A A-L-D-A-N-A.
-Le vuelvo a decir que no se le permite a usted la visita a la Srta. Acosta.
-No me haga usted de perder la paciencia -respiro hondo.
-Srta. Aldana no es por mi, son las normal del hospital -me dice ella y se pone a atender a una mujer que está detrás mía.
Esta bien, sino es por las buenas, será por las malas.
×Tiempo real×
He recorrida media urgencias para colarme hasta la habitación de Diana y por fin he llegado. Abro la puerta sigilosamente y la veo tumbada en la camilla.
-Diana -le susurro al oído- ¿Diana?-y me doy cuenta de lo que pasa- oh no, estas inconsciente -y me resbalan unas lágrimas por mi cara.

*Diana*
Escuchó a Paula sollozar, se que es ella por la voz.
-Ojalá te despiertes muy pronto -me dice y me aprieta la mano.
Mas quisiera yo poder contestarle.
-Solo quiero que sepas que yo si se que el accidente no fue por culpa de Alex sino del otro coche -ya me va encajando todo.

¿Porque no habrá venido Alex a verme? ¿O lo habrá hecho y yo estaba dormida? Bueno, en realidad dormida llevo todo el tiempo.

*Alex*
Ya se que hacer.
-¿Paula? -digo a través del teléfono.
-Dime Alex, ¿Por cierto en que habitación estas? Que estoy aquí y si quieres me paso -dice ella con voz llorosa.
-La 231 -le digo y la espero.

-¿Se puede? -grita una voz femenina a través de la puerta.
-Si claro -contesto y ella entra.
-¿Como estas? -me pregunta ella.
-Bueno pues no tengo ningún golpe en la cabeza, tengo este brazo roto -y señalo al izquierdo- la rodilla un poco chunga y un esguince en el pie derecho -digo riendo - pero todo bien.
-Me alegro -dice ella aunque con tono algo serio.
-Y Diana, ¿la has visto? ¿como está?
-Yo si la he visto a ella pero ella a mi no - me dice y yo me quedó sorprendido.
-¿Como?
-Ella esta inconsciente -me dice y me quedo sin palabras; en ese momento irrumpen en la habitación.
-Y tu, ¿quien eres? -pregunta mi madre a Paula.
-Paula, Paula Aldana, encantada, usted debe ser la madre de Alex ¿no?
-Si, y por eso te agradecería que volvieras otro y dejaras hoy a mi hijo descansar -le dice.

*Paula*
Salgo de la habitación y la madre de Alex detrás mía.
-No le vuelvas a decir a mi hijo nada mas sobre esa muchacha -me dice.
-¿Que? El tiene derecho a saberlo.
-Eso será si yo lo permito y a mi me parece bien -me dice y pongo los ojos en blanco. Entonces recuerdo a Diana y cedo.
-Esta bien -y se me empañan los ojos solo de acordarme de Diana en esa camilla.
Y pensar que hace nada iba riendo y corriendo junto a mi en mitad de ka calle. Que estábamos haciendonos una foto o comiendo comida china. Llorando porque veíamos películas de amor. O cuando yo gritaba por las películas de miedo y ella me consolaba. Todas esas horas que hemos pasado en skype. O cuando nos emborrachamos juntas. Fue bonito hasta cuando vomitó, y sonrió al recordarlo, aunque entonces rompo a llorar ¿Y si no vuelve nunca a ser lo de antes? ¿Y si no vuelve a darme esas charlas y esos consejos que solo ella sabe dar?
-¿Estas bien? -me pregunta la madre de Alex al verme llorar.
-Si, solo estoy así por Diana -y comienzo a andar por el pasillo hacia delante.
Y solo me formulo la misma pregunta, ¿volvera todo a ser como antes?

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