Capitulo 26

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*Diana*

-Te quiero muchísimo nena-digo llorando- no te dejare sola nunca.
-No sabes lo mal que lo he pasado -dice ella suspirando- pero muy pronto vamos a estar juntas de nuevo -dice riendo.
-Nena preparate porque pronto nos vamos de fiesta!!!! -le grito y suelto una carcajada.
-Creo que mañana tendré que ir al medico, porque me has dejado sorda -dice ella, absorbiendo por la nariz y supongo que se estará secando las lágrimas.
-Pero lo hago con cariño - le digo y le tiro besos a través del auricular.

Nos pasamos la siguiente media hora hablando cuando caigo en la cuenta de que el teléfono no es mio sino de Alex y nos despedimos.
Cuando cuelgo el teléfono me echo hacia atrás y lo suelto sobre mis piernas. A los cinco minutos noto que empieza a vibrar y miro la pantalla y aparece el nombre de Mario. Y entonces recuerdo al ex novio de Paula y comienzo a reír pirque seria mucha casualidad. Entonces cojo el teléfono y deslizo el telefonito que aparece en la pantalla hacia el lado derecho. Dios este móvil es todo lo contrario que el mio, que el pobre ya esta muerto.
-¿Diga? -contesto.
-¿Diana? -dice medio gritando.
-¿Como lo has sabido ? - y caigo en la cuenta de que Alex tiene un amigo que se llama Mario.
-Porque Alex es demasiado bueno y te quiere demasiado como para irse con otra -y comienza a reírse y yo le acompaño- Bueno ya me llamará el cuando pueda, encantado de conocerte Diana y a ver si nos presenta algún día -no me da tiempo a decir nada más cuando el chico ya ha colgado, y pienso en Paula, no se porque, pero presiento que le gustaría a ella.

Me despierto sudando. Acabo de tener una pesadilla en la que me enterraban viva y ha sido bastante agobiante. Suspiro y sonrió al ver que no ha sido verdad. Miro el reloj y marca las 03:40. Al lado del móvil de Alex, que por cierto tiene bastantes mensajes, y por supuesto no los pienso leer, hay una nota con la letra de mi madre que dice:
Diana, estamos en una habitación que nos han cedido a tu padre y a mi, si necesitas algo llámame al móvil.
Tu madre, Agatha.
Río al leer lo ultimo, solo tengo una madre, y se llama Agatha.
Tengo bastante calor dentro de la habitación así que decido salir al pasillo. Ya me siento mucho mejor que hoy por la tarde, lo que es buena señal. Voy a bajar por las escaleras al patio trasero a tomar algo de aire fresco.

Llevo al menos quince minutos aquí y ya me esta entrando frío. Empiezo a subir los escalones y hay gente durmiendo a los dos lados de las escaleras... Gente sin techo. Me dan tanta pena. Ojala pudiera ayudar a todas estas personas.

Llego a mi habitación y veo por primera vez al hombre de la otra camilla despierto. Entro y lo saludo. Llego a mi camilla y para mi sorpresa hay un gigante oso de peluche en tono beig. Me dirijo hacia el mientras leo el mensaje que tiene en ingles, en un corazón rosa que sujeta el gran oso. Pone:
I love you

Tiene un tarjeta entre el cuerpo del oso y el corazón, la cojo y la abro con delicadeza. Es la letra de Alex.

Para Mi Princesa, la que me alegra todos los días de mi vida, la que me saca una sonrisa en los peores de mis días
Te quiero, Alex

Que mono es dios mío. ¿Me lo habrá traído el mismo?, y entonces para averiguarlo se me ocurre algo.
Me asomo al lugar de la otra camilla y me quedo observando si el señor está despierto o dormido y para mi sorpresa me sobresalta.
-¿Bonito eh? - me pregunta y ve mi cara de sobresalto- No te asustes -y suelta una breve risa- ¿Que es tu madre?
-¿Quien? -preguntó yo confundida.
-Ah no -o eso creo, NO, mi madre no iba a traer un regalo de Alex.
-Y entonces ¿quien te ha regalado ese precioso oso?
-Mi novio -le contesto y se me escapa una breve sonrisa.
El hombre tose y seguidamente dice:
-Me llamo Ignacio.
-Yo Diana, encantada -lo miro y le sonrió.
-¿Que te ha ocurrido?
-Bueno pues tuve una accidente de moto con mi novio.
-Vaya, lo siento.
-¿Y usted? -pregunto intrigada mientras corro la cortinilla que impide que nos veamos desde nuestras respectivas camas, y yo me tumbo en la mía.
-Pues lo mio ya es de muerte -me dice y entonces noto como se me llenan los ojos ojos de lágrimas y siento una angustia terrible- tengo un cáncer terminal.
-Lo siento -y soy yo la que pronuncia esas palabras es esta ocasión.
-No importa hija -y sonríe- antes o después el camino llega a su fin. Lo que hay que hacer es disfrutar la vida como si no hubiese un mañana. Lucha por todos tus sueños, no dejes que nadie te diga no hagas esto, o haz aquello, que nadie te diga que no vales nada, porque vales mas que ellos. No te levantes sin una meta, ni te duermas sin un sueño. Y que cuando despiertes sea para hacerlo realidad. Disfruta al máximo con tu familia y con tus seres queridos. Y sobre todo diles te quiero siempre, porque no sabrás cuando sea la última vez que se lo dices.
Noto que las lágrimas ya corren por mi cara. Cojo un pañuelo que tengo al lado y me seco la cara.
-Muchas gracias -le digo al amable hombre- me lo tomaré como un consejo - y el me sonríe.

Me despierto y miro por la ventana ya que la tengo al lado. Luce el sol con fuerza, cualquiera diria que estamos en pleno Diciembre. Queda una semana para Navidad, y pronto acabará este año que tanto ha pasado. Tanto he sufrido, y llorado, pero también superado y sonreído; y me quedó con lo bueno. Cojo el movil de Alex y veo que tiene todavía mas mensajes que anoche. Son las 10:35. Y justo en ese momento suena el teléfono. En la pantalla sale el nombre de Aína. Tengo la tentación de cojerlo. Pero no lo hago. De repente se vuelve a iluminar la pantalla que señaliza que dos nuevos mensajes han entrado y dicen así: Alex, ¿porque no me contestaste? .
Y debajo un corazón, se puede saber ¿de que va esta?
Suena por segunda vez y lo cojo, pero me quedo en silencio.

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