Chicas Ahora cada vez que hable alguien en la novela no voy a poner su nombre sino esto (-) creó que así es más fácil.
"Sé que encontrarás esto demasiado raro pero... bueno, solo quería decirte que tus ojos chocolate son los más bonitos que he visto en mi vida" Nick
Sonreí a medidas, giré el papelito y allí estaba el número telefónico, es una lástima que no tengo celular.
Continué haciendo mi trabajo yal terminar, me dirigí a casa para así limpiar allá,pues me tocaba aseo general.
-abrí la puerta de la habitación de Harry, pues era la última en el pasillo. Al abrirla me encontré con una imagen algo perturbadora. Harry estaba recostado y ella sobre él, bastante a lo natural. Me quedé boquiabierta, Harry se puso completamente rojo y yo me giré cerrando la puerta detrás de mí.
Algo confundida caminé a mi habitación y comencé a limpiarla. No estaba en condición como para sacar a esa arpía de su habitación ni tenía las palabras para atacarla. Dejé que eso no me infectara de veneno el corazón...
Estuve haciendo todo lo que hacía normalmente hasta llegué a la sala. Limpie todo a fondo y fue allí cuando escuché el taconear de alguien. No de alguien, de una perra bajando las escaleras.
-Gracias Harry, fue espectacular -Mencionó la rubia y siguió caminando sin detenerse a pesar de que yo estaba limpiando el área, la cual la dejo toda pisoteada. Me enderecé y dejé que ella se fuera, no me importaba mucho si se ensuciaba el suelo o si lo tendría que hacer de nuevo, con que se era suficiente.
No me miró, gracias a Dios. Cerró la puerta de un portazo y Harry se quedó parado en el inicio de las escaleras, rascando sus cejas. Mientras yo terminaba con la sala.
-Te diré por qué no saldría contigo -Mencioné sin mirarlo- "Eres un idiota" -Sonreí y él mordió sus labios- Un idiota con mayúsculas.
-No eres mi novia no tienes por qué... -Dijo Harry-
Reí -Gracias a dios no lo soy -Dije mientras sentía como mi hijo se movía, toqué mi panza y sonreí a medidas- Deja tu cuarto libre, que tengo que ir a limpiar -Dije cuando mi hijo se detuvo-
Harry sin decir más subió las escaleras y siguió su camino a su habitación. Terminé allí y luego de limpiar la cocina me dirigí a su habitación. Al entrar noté que había un desastre que entre ellos hicieron. Me dediqué a limpiar sin siquiera mirarlo.
-Qué asco -dije al sacar la ropa interior de la chica y meterla a la bolsa de basura. Seguí limpiando y Harry estaba en su cama haciendo tarea, algo como su rato de milagros.
-¿Quién es Nick? -Pregunto interesado. Miré mis bolsillos y él tenía el papelito es sus manos, creo que se me cayó-
-Dame eso -Pedí y se lo arrebaté de las manos-
-Estas embarazada -Recriminó y yo lo meré-
-¿Eres mi novio? -Él negó- Entonces cállate
Al día siguiente...
Era mi día libre, por lo que decidí que iría a pasear un rato por el vecindario. Al salir de mi habitación crucé por el pasillo y llegué a la cocina, la cual por una extraña razón, fue una sorpresa ver a Harry allí, sentado, sin mirarlo ni nada, tomé un vaso con leche y me hice un omelet. Al terminármelo. Levanté un poco mi blusa para acariciar mi vientre al lado de la barra para que nadie me viera.
-Vamos a dar un paseo cariño -susurré-
-Deja que me viste -Dijo Harry y yo levanté una ceja-
-Le decía a mi hijo, si me dirigiera a ti diría... Zorro, vamos a sacarte a pasear -Sonreí y él me fulminó con la mirada- Vuelvo a la hora de comida.
-¿A dónde vas? -Preguntó y yo sin decirle nada salí de la casa-
No quería hablar con él, era tan cambiante y yo no tenía tiempo de discutir con un adolecente hormonal. Yo era un poco más responsable, siempre luché por tener algo que ponerme cuando a él le lleve la ropa y las chicas.
Comencé a caminar, no me alejé mucho de la casa pues necesitaba solo pensar y andar por ahí. Me senté en un parque cercano y metí mis manos a los bolsillos por donde acariciaba mi vientre. Estaba sintiendo como mi niño se movía, era tan lindo, era como si tuviera siempre hambre, ese extraño movimiento en el estómago.
