-Serán marcas de guerra –Decían a mi espalda. Me giré y allí estaba Louis observándome con una sonrisa dulce y encantadora.
-Eres una embarazada bonita, además no eres tan pequeña _______, tienes 18.
-Lo sé –Respondí- ¿Qué haces en mi habitación? –Pregunté.
-Solo venía a verte, ¿Qué harás hoy? –Preguntó mientras se acercaba a mí y besaba mi frente haciéndome sentir... rara.
-No soy una adolecente a la que vienes a sonsacar como antes Louis, ahora tengo responsabilidades, las cueles cumplo con todas las letras –Dije mientras caminaba a mi ropero.
-Lo entiendo, no quiero que faltes a eso. Pero luego de un rato tendrás que permaneces en reposo y no estar haciendo labores tan pesadas como las que ahora desempeñas –Dijo y yo asentí.
-Lo sé, pero aún no llego a esa etapa en mi embarazo –Respondí y él asintió, mirando hacia la puerta.
-¿Quién es Nick? –Preguntó curioso mientras yo metía las piernas en mi ropa interior.
-Un amigo –Respondí caminando al baño.
-¿Cercano? –Preguntó de nuevo, levantándose y caminando hacia donde yo estaba.
-Lo suficiente –Respondí mientras me ponía el sostén, por una extraña razón no me daba miedo ni vergüenza desnudarme frente a él. Era mi ex novio y padre de mi hijo. Me conocía perfectamente. Desde la punta de mi cabello hasta el final. Me puse el short blanco y una blusa verde olivo. Me peiné el caballo y él permanecía allí a mi lado solo observándome.
-Mamá te manda saludos –Informó y yo entrecerré los ojos.
-No conozco a tu madre –Respondí y él sonrió.
-¿Quieres conocerla? –Preguntó mientras se acercaba a mí, me abrazaba por la espalda y besaba mi hombro, me hacia estremecer y yo no estaba segura de lo que pensaba.
-¿Puede ser luego? –Pregunté- Eso suena a... ser algo serio –Admití y él rió.
-Se supone que así sea...
-¿Por qué? –Pregunté.
-Porque te quiero pedir matrimonio –Respondió con tranquilidad haciéndome estremecer. Lo observé por el espejo y él, con sus ojos tremendamente azules me observaba. No podía responderle, estaba demasiado nerviosa como para atreverme a hacer algo con él.
-Estás...
-No _____ -Susurró en mi oído- No estoy jugando contigo.
Seguía aún estática, confundida por lo que él me estaba diciendo. ¿Enserio querría casarse conmigo? ¿Y yo? ¿Quería casarme con él?
________________________________________________________________________________
Acá les dejo el ante último capítulo del maratón espero que les guste muchoo...