-No cariño... -Dije aún con la mirada fija- No me conoces. Nadie aquí lo hace. Así que no me gustaría por favor, seas honesta. ¿Estás embarazada?
-Sí –Respondió con cara pálida.
-¿De quién? –Pregunté y ella caminó hacia atrás.
-De Harry –Rectifico y yo apreté los puños en mi mente.
-Bien –Dije mientras peinaba mi cabello con las manos. Observé a Harry y él estaba mudo. Mientras sentía como Collin se movía en mi vientre- Cuídense.
Camine a mi habitación, me alejé de todo el tumulto de gente que había en la sala y entré a mi cuarto con el estomagó en mi garganta. Caminé a mi baño y vomite aparatosamente mientras las arcadas me estremecían el cuerpo. Las lágrimas se salían y los sollozos comenzaron a engarrotar mi cuerpo.
Me abracé a mí misma, luego de haber enjuagado mi boca. Salí del baño y me recosté en la cama, me hice un ovillo hasta donde mi vientre lo permitiera y suspiré pensando en todo lo que había pasado.
Me negaba, me negaba a pensar que Harry ahora sería padre. Es un niño, él jamás podría sacar adelante a una familia a su edad. Toqué mi vientre y suspiré, yo tampoco era un gran ejemplo que digamos, pero al menos sabía mantenerme con vida. Ahora tenía un oficio noble, era panadera. Empuñé las manos y hundí mi rostro a la almohada.
Cuando desperté fue a causa de una fuerte discusión que se llevaba a cabo en la sala. Me levanté de golpe y desorientada me puse de pie. Intenté llegar a la puerta y cuando la abrí los gritos fueron aún más que fuertes.
-¡Largo de mi casa bruja! –Le gritaba Anne a alguien.
-Pero mamá, es que como puedes decirle eso... -Decía Harry mientras que los barullos aumentaban.
-¡Tú cállate! –Le gritó Anne- ¡Lárgate a tu cuarto! –Le ordenó- Y tú pequeña bruja atrapa hombres, vete a tu casa.
-Señora, pero cómo me va a apartar del padre de mi niña.
-Cállate, estoy muy enojada contigo Katherine, así que es mejor que te vayas antes de que mande a Harry en África, largo. Hablaremos cuando todo esto pase de mis oídos a mi mente, vete –Le rogó al final.
-Bien señora, pero esto no se va a quedar aquí, porque Harry como padre de mi bebé, tiene que responder ante mí –Dijo Kathy con toda la autoridad del mundo.
-Katherine, al menos deja que lo asimile –Pidió Anne- Harry, sube a tu cuarto, no lo voy a volver a repetir.
-Adiós –Escuché que Harry decía con voz quebrada.
Me senté en el primer escalan de arriba cuando lo vi a él subiendo con la cabeza gacha. Sé encontró conmigo y su mirada se tornó rojiza. Mantuve los brazos pegados al cuerpo, obligándome a mí misma permanecer estoica. Sin premiarlo por su comportamiento erróneo. A mí nadie me alentó ni me animó cuando descubrí que estaba embarazada.
-¿Eso fue lo que sentiste cuando tu madre te regaño? –Preguntó y yo asentí levemente.
-Anne es una buena madre, cuando menos te des cuenta ella te estará apoyando al cien por ciento y verá por ti y por el bienestar de su nieto –Respondí y él se sentó a mi lado en el escalón
-¿Qué sientes tú?
-Una terrible decepción –Contesté- y estoy asustada.
-¿Por qué? –Preguntó escrutando mi mirada, la cual pensé por un momento me atravesaba el pensamiento. Me hacía estremecer.
-Temo por ti –Confesé y él abrió la boca para no poder decir nada- Temo por tu seguridad, por tu salud, por tu vida, por tu futuro. Quisiera que estuvieras en una burbuja, que nada te pasara. Que no cometiste errores, que tú siempre estuvieras a salvo, que brujas como Katherine jamás se te acercasen. Pero aquí estas, luchando contra cosas que no deberías, pensando en tu futuro, en un empleo que no te darán, en una casa que no tendrás. Perdiendo la confianza que tu madre había depositado en ti.
-Jamás me había gritado tan fuerte –Susurró y yo suspire.
-Si hubiera sido tu madre, también lo hubiera hecho. Está enojada y no puedes culparla por eso Harry. Así se dieron las cosas y ahora que estás en el fondo, tienes que levantar la cara y salir del hoyo en el que estas metido.
-Lo sé –Respondió y yo negué.
-No, no lo sabes... ¿Qué le decías a tu madre como para que se pusiera así?
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Gracias por leer!!
