-Tenemos qué despertarlo, porque no sabemos si es un simple desmayo.
-Ah –Contesté y me levanté de la cama. Caminé hacia el baño y tomé la botellita con una torunda y la empapé en ella.
-Espera –Dijo antes de que yo me acercara- Antes debo irme así no se pone de mal humor y comienza a decirme que me vaya.
Asentí y no sabía cómo despedirme de él ¿Qué se suponía que hiciera? Louis sin decirme nada se acercó y me abrazó. Yo estaba inmóvil, no sabía cómo reaccionar ante tal atrevimiento. Puso su mano en mi vientre y lo acarició levemente.
-Te veré mañana pequeño –Susurró para mi hijo- Te extraño –Susurró para mí y rozó levemente mis labios, haciéndome sentir a penas un cosquilleo en el estómago- Hasta mañana. Si pasa algo solo llámame –Dijo mientras me entregaba su celular y lo ponía en el bolsillo de mi pantalón- En los contactos se encuentra mi otro número.
-Bien –Respondí y luego atrapó mis labios nuevamente haciéndome estremecer. Ahora mi estómago daba vueltas y las piernas me comenzaban a temblar. Sonrió entre mis labios y luego besó mi frente.
-Aún eres mía –Susurró y me abrazó más fuerte- Me voy –Dijo y salió por mi terraza de nuevo.
Me quede mirándolo por un par de segundos o minutos más. No entendía cómo rayos había cambiado tanto. Bueno, tenía meses de estar solo y si había visto a su madre supuse que algún buen cambio hizo en él, pero aún no creía todo lo que él me decía. Solo que mi corazón mandaba y me decía que yo aún lo quería, no, yo aún lo amaba. Pero era inevitable pensar en él de otra forma; seguía siendo el padre de mi hijo.
Me acerqué a Harry y me senté a su lado y acaricié levemente su mejilla mientras esperaba que el olor de alcohol hiciera efecto en su cuerpo. Su respiración cambió y luego toqué su frente y sonreí, parecía tan tranquilo.
Harry abrió los ojos y al verme se levantó de golpe y su cabeza dio vueltas haciéndolo recostarse de nuevo, sonreí y me acerqué más a él para poner mi frente en la de él.
-Ya se fue no tienes por qué ponerte así –Susurré cerca de él. Me rodeó con sus brazos y me atrajo más a sí, para poder abrazarlo bien.
-Te estoy perdiendo –Susurró en mi oído. Tragué saliva.
-No puedes perder algo que nunca has tenido Harry –Respondí y sus brazos se tensaron alrededor de mí. Cerré los ojos y él suspiró afligido.
-Te quiero –Susurró.
-Yo también –Respondí automáticamente. No porque quería decirle lo que él quería escuchar, era porque realmente lo quería.
-¿Regresarás con él? –Preguntó una vez que yo estaba recostada a su lado y él acariciaba levemente mi vientre. Yo me encogí de hombros.
-No lo sé –Respondí- Necesito hablar primero con Nick.
-¿Por qué con él? –Preguntó y yo mordí mis labios algo nerviosa.
-Sabe convencerme o me hace ver las cosas desde un punto maduro y completamente diferente –Respondí y él me miró aún confundido- Me dice lo que tú siempre me dices, de forma educada y amable, haciéndome ver las verdaderas razones de todo sin insultarme ni hacerme sentir como una idiota.
-¿Yo hago eso? –Preguntó inocentemente- No soy bueno con las palabras.
-No –Respondí yo poniendo una mano en su mejilla- No eres bueno con las palabras.
-Debería de quedarme callado más seguido –Susurró mientras veía hacia el techo y cerraba los ojos ante el tacto de mi mano.
-Sí, deberías. Tal vez así yo no te odiaría tanto –Dije y él sonrió apenado- Pero te quiero más Harry no te preocupes.
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