Comencé a caminar, no me alejé mucho de la casa pues necesitaba solo pensar y andar por ahí. Me senté en un parque cercano y metí mis manos a los bolsillos por donde acariciaba mi vientre. Estaba sintiendo como mi niño se movía, era tan lindo, era como si tuviera siempre hambre, ese extraño movimiento en el estómago.
-Luces bonita con tu pancita -Escuché que me decían. Levanté la mirada y ahí estaba el chico de la panadería. Bajé mi blusa y él se sentó frente a mí- Lo siento si te asusté, comúnmente salgo a correr a estas horas y me detuve al ver como sonreías con tu pancita -dijo acercando su mano- ¿Puedo? -Preguntó y yo algo confundida asentí- ¿Cuántos meses tiene?
-Es dos semanas cumpliré cinco -Respondí y él asintió-
-Mi hermana mayor tiene ocho... tiene una enorme panza -dijo con una gran sonrisa- ¿Sabes lo que será?
-Niño -Respondí mientras sentía cómo mi hijo se movía-
-Qué hermoso será -sonrió- ¿Cómo se llamará?
-No lo sé -Dije encogiéndome de hombros- No es lo mío escoger un nombre. No soy muy buena en eso.
-¿Nunca le pusiste nombre a nada? -Preguntó con media sonrisa mientras seguía con su mano en mi vientre-
-A un pato de peluche que tuve -Dije y él sonrió- Se llamaba pato.
Nick soltó una gran carcajada y negó con la cabeza, yo también sonreí al ver cómo él reía, era muy guapo en realidad.
-Ahora veo por qué no me enviaste ningún mensaje ayer -Dijo mientras ladeaba un poco su sonrisa-
-En realidad no tengo forma de contactarme -Admití- No utilizo celular y no puedo llamar desde la casa en la que vivo.
Él se encogió de hombros y recargó sus codos en sus rodillas mientras veía al frente, su perfil era perfecto, de dónde demonios apareció este ángel.
-¿Estás casada? -Preguntó de pronto y yo sonreí-
-¿Parezco una mujer casada? -Pregunté y él me miró levemente y se encogió de hombros-
-En estos días uno nunca sabe -Dijo con media sonrisa. Arrugué la nariz y negué, miré al frente y suspiré-
-No, no estoy casada, no, no tengo novio, y no, no ando en búsqueda de uno -Dije y él sonrió hacia mí-
-No planeaba salir contigo -Mencionó y yo reí-
-No te pregunté si querías -Ambos sonreímos y miramos hacia el frente-
-¿El padre de tu hijo está contigo?
-Gracias a Dios no -Respondí y suspiré- Espero que esté lo más lejos posible de mí de todas formas.
-Mala experiencia, ¿Cierto? -Dijo y yo asentí- El novio de mi hermana también era un imbécil. Pero un día volvió llorando a mi hermana y ahora es un buen hombre.
-Louis no es de esa forma -Respondí yo mientras miraba el cielo- El no volverá arrepentido y él no cambiará.
-Supongo que como hombres nos asustamos ante tal responsabilidad, yo me asustaría -admitió y yo lo mire con curiosidad-