Caminaba por un parque directo a casa de los Styles. El paisaje era hermoso y tan romántico que deseaba estar acompañada de alguien. De pronto miré a mi lado derecho y vi a Harry sentado, riendo con una chica rubia, pequeña de estatura y de bonita sonrisa. Supuse que era Kathy. No me detuve pues sabía que si me veía observándolo, sería una situación realmente incomoda.
Llegue a la casa, abrí como mi propia lleve y entré, me encontré con un gatito muy bonito y lo acaricié.
Yo: Hola amigo –deje con media sonrisa.
Llegue al fregadero y me lavé las manos, luego fui a la nevera y sequé de ahí un par de ingredientes para preparar algo rico que le agradara a mi primer juez, Harry.
No sabía que le gustaba, así que decidí preparar algunos tacos, algo sencillo que fuera rico y fácil de hacer. Prepare pollo, prepare papas, prepare carne en diferentes tipos y también ensalada con sopa de arroz. Al terminar de preparar todo, solo puse dos vasos en la mesa, dos platos y algunos utensilios que debería tener para comer. Las salsas y servilletas. Fui a la cocina a preparar algún postre para él y escuche que la puerta se abría…
Harry: ¡Hola Dusty! –Escuché la voz animada de Harry, supuse también que Dusty era el nombre del gato-
Deje el coctel de fruta en la barra que dividía el comedor de la cocina y regrese a la mesa a acomodar algunas cosas más. Harry entró ahí poniendo la mochila en el suelo.
Harry: Hola _____ -saludo y luego miró hacia la mesa- ¿Hiciste tacos?
Yo: sí, no sabía qué clase de comida te gustaba y te preparé lo que mejor se hacer –Respondí mientras le movía la silla para que él se sentara-
Harry: pues para tu suerte… los tacos son mi comida favorita –pronunció y yo sonreí alegre, enserio me hace feliz saber eso, pues mi primer día de trabajo me había ido bien-
Yo: Me da gusto –Comenté con sinceridad. Me aleje una vez que se sentó y le puse el plato con variedad de tacos en él, junto con la sopa y la ensalada - ¿gustas algo más?
Harry: Sí –respondió él mientras yo tomaba un vaso para servirle soda- quiero que te sientes conmigo.
Yo: ok –respondí. Tomé mi plato con comida y lo llevé a la mesa, me senté en la silla que me dijeron siempre sería mi lugar y él estaba sentado frente a mí con media sonrisa-
Él comenzó a comer a sus tacos y sonreía a cada mordida que daba, yo también lo hacía porque al perecer le gustaban.
Harry: ¿Sabes por qué quería que te sentaras acá? -pregunto y yo negué- Porque si me envenenabas vería tu rostro mientras me veías morir –mencionó y yo me le quedé mirando, él sonrió y yo también lo hice algo nerviosa-
Yo: Creo que no soy capaz de hacer nada como eso –dije muy segura y él asintió-
Harry: Lo sé, pareces ser muy noble –apremió y yo sonreí- ¿No sientas raro al dedicarte al aseo de una casa que no es tuya?
Yo: En realidad no, porque si para mi vivir bien tengo que hacerlo… lo considero como si fuera un privilegio y más cuando en una casa me tratan tan bien –Respondí mordiendo un taco-
Harry: Es que eres una buena chica –dijo él probando un poco de ensalada- y cocinas de maravilla.
Yo: Gracias –dije agachando la cabeza- ¿Cómo sigue tu ojo, aún te duele?
Harry: En realidad mejor, gracias por quedarte anoche con el hielo, sé que no era tu obligación, y que tampoco somos amigos…
Yo: No pero vives en la casa a la que yo sirvo, por lo tanto tengo que cuidar de mis patronos… -él sonrió complacido y tomó mi mano por encima de la mesa-