Estaba sentada en el comedor, con Louis a mi lado, Nick frente a mí lado de Gemma, Harry a mi lado derecho y Kathy frente a él. Anne estaba en un extremo hablando de algo que a mí realmente no me interesaba, lo único que me interesaba era verle el vientre y la forma en que comía la perra de Kathy. Quien no desviaba la vista de un moribundo Harry, lleno la tristeza y clamor.
-Deberías de sonreír, tu mujer está hecha un lío frente a ti- Mencioné mientras comía un poco de carne.
- No es mi mujer, es la chica que embaracé por imbécil –Respondió y yo medio sonreí.
-¿No te agrada? –Pregunté.
-¿Después de lo que te hizo? Ni a palazos andaría con ella, pero... no puedo dejarla cuando me necesita.
-Sí puedes –Susurré- Pero no debes y si lo haces; te odiaría por ser un poco hombre –Harry me miró y yo medio sonreí.
-Te extraño, ¿Sabes? –Me dijo y yo lo miré disimuladamente, él me observaba fijamente, como si no le importara que Kathy lo estaba viendo, de hecho lo hacía tan fijamente que todos pusieron la mirada en nosotros.
-Termina tu comida –Pedí y él asintió siguiendo como si nada hubiera pasado- Harry –Susurré bajito.
-¿Si? –Preguntó sin mirarme pero acercando su rostro.
-Escápate conmigo –Pedí, él me miró y yo sonreí a medias mientras trataba de no burlarme de su expresión.
-¿Cómo? –Preguntó confundido.
-Solo una noche, vamos a escaparnos... por favor –Pedí y él esbozó una inmensa sonrisa que trató de disimular mientras saboreaba su postre.
-De acuerdo –Respondió algo sonrojado.
Bajé la mano y él la tomó disimuladamente, tragando saliva con sus labios apretados, sabía que luchaba por no sonreír o al menos por no llorar.
Seguimos comiendo el postre sin siquiera mirarnos, pero nuestras manos estaban unidas bajo la mesa, sintiendo cómo él acariciaba la mía lentamente y haciendo círculos con ella.
Louis se la pasó conmigo el resto de la noche, haciéndome reír en ocasiones, era el mismo de siempre y a Anne, le agradaba.
Decía que parecía ser muy amable, tal vez porque ella no conocía al Louis asustado e imbécil que yo tuve la dicha de conocer.
Nick era todo un caballero conmigo. Se la pasaba halagándome y haciéndome reír. Acariciaba mi vientre y Collin se movía haciéndome reír o a veces hasta gritar. Siete meses no pasaban en vano. En el eco, decían que mi hijo estaba muy bien y que todo se veía para parto natural. Yo solo esperaba que en realidad estuviera bien.
Nick le hablaba mucho, me abrazaba siempre y a Louis no le parecía importar demasiado. Solo se incomodaba pero se encogía de hombros.
-Es tu amigo, llegó antes que yo, no puedo llegar y simplemente prohibirte cosas que te hacen feliz –Dijo Louis cuando Nick fue a tomar agua.
-Lo sé, y lo agradezco Louis –Dije y él sonrió abrazándome.
-Prométeme que me darás una oportunidad –Pidió- al menos para demostrarte que he cambiado.
-Te prometo que lo pensaré –Respondí y él se encogió de hombros.
-Eso es mejor que nada –Dijo con media sonrisa.
Era de noche, exactamente las 2:30am, observaba a la ventana y tenía puesta la camisa de The Ramones de Harry. La cual ya me quedaba un tanto apretada. Usaba también un abrigo sobre ella color rojo y unos jeans de maternidad azules. Mis inseparables converse y un gorrito negro. Me enredé la bufanda en el cuello y esperé a mi amigo de ojitos verdes.
