Querido Justin...

Trece

23 de diciembre del 2015

Hoy se te hizo un poco tarde, era muy gracioso verte buscar tu corbata cuando ya la tenías puesta, no parabas de maldecir a la pobre corbata. Gracias a Dios desayunaste odio que no lo hagas.

Estaba viendo la televisión, no había nada interesante capítulos repetidos de América's Next Top Model, Master Chef y esas cosas, le cambie el canal al noticiero y me quede sorprendida cuando veo la fecha del día de hoy.

23 de diciembre; mañana es noche buena y no tengo nada preparado, es irónico que no lo haya recordado o no me haya dado cuenta del día porque escribo un diario ¿En donde tengo la cabeza?
Tome mi celular y llame a Victoria.

-Hola Emma ¿todo bien?.- se escuchaban un sonido de agua al fondo.

-No claro que no, mañana es noche buena y no he comprado los regalos ni la cena.- me pare de mi asiento buscando como loca mi billetera.

-Vayamos al centro comercial hoy, ahora mismo Emma porque las tiendas te aseguro están llenas.- suspire y rodé los ojos.

-Esta bien paso por ti en 10, besos.- deje el teléfono en la mesa y seguí buscando mi cartera, hasta que me di cuenta que la tenía en la mano. Y yo me burle de ti.

Tome mi bolso y puse dentro de ella mi cartera y mi celular, tome las llaves y mi abrigo y salí rápido de la casa, me subí al auto e inmediatamente lo encendí.
Comencé a conducir a la casa de Victoria, pobre de ella si aún no esta lista. Me estacione justo enfrente y toque la bocina. Una, dos, tres veces y la muy perra no salía. Estaba a punto de tocar por cuarta vez cuando sale Victoria poniéndose un zapato. Reí mentalmente.
Subió al auto.

-Cuando dijiste que pasarías en 10 no creí que fueras tan puntual.- se puso el cinturón de seguridad y recargo su espalda en el asiento.

-Si me conoces bien.- encendí el auto de nuevo. -Deberias saber que llegó puntual a todo.

-Demasiado puntual. ¿Como va todo con tu intento fallido de esposo?.- eso en el fondo me hirió, pero ella no lo hacia por lastimarme ella odiaba a Justin con todas las fuerzas de su ser.

-Pues ya sabes, el día que estuve en el hospital estuvo muy atento conmigo, y el por la noche me decía cosas yo fingía dormir. Y por la mañana casi nos besamos pero el se fue incómodo, todo es muy extraño.- seguí conduciendo y Victoria tenia razón, todo estaría llenisimo, no había lugar para estacionarse. Dimos vueltas y vueltas.

-¡Ahi Emma!.- Victoria apunto un lugar vacío entre la multitud de autos, conduci hasta el lugar pero un auto pequeño entró primero.

-¡Oye imbécil que te crees!.- Victoria le grito.

-¿Disculpa?.- dijo el hombre que nos ganó el lugar, era un hombre muy alto y se notaba que hacia mucho ejercicio.

-Este lugar lo vimos primero nosotras.- Victoria se bajo del auto y fue muy graciosa verla frente a ese hombre peleando, si yo era pequeña, ella era 5 centímetros mas pequeña que yo, lo se, era como un pitufo peleando contra un toro, después de 5 minutos de pelea verbal adivina quien ganó. El pitufo.

El hombre saco su auto de ahí y yo estacione el mío, que vergüenza.

-¿Que le dijiste para que te dejara el lugar?.- dije mientras Caminábamos hacia la entrada.

-Tengo mis métodos Emma.-me guiñó un ojo.

Entramos al centro comercial, cientos de personas desesperadas con bolsas en las manos, asombradas por las "ofertas" nunca hay ofertas es sólo truco para gente ignorante.