Quince

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Maratón 2/4
25 de diciembre del 2015

Querido Justin:
Un olor a comida hizo que me despertara y además que me diera hambre. Me di cuenta que no estabas en la cama, así que supuse que eras el causante del olor a comida.

Baje y te encontré en la cocina luchando con unos huevos y la sartén, me quede varió rato viéndote conteniendo la risa.

-¿Qué haces?.- me acerque a ti y te di un pequeño beso en la mejilla.

-¿No es obvio? Preparó el desayuno, aunque para ser sinceros tu eres mejor en esto que yo.- vi a mi alrededor, había un desastre, muchas cosas fuera de su lugar.

-Tu limpiarás Justin.- tome la sartén y servi en dos platos la comida.

Desayunamos tranquilamente, hablamos un poco.

-A pesar de que hiciste un cochinero aqui, te quedó delicioso.- y era verdad, estaba muy rico.

-¿Entonces me salvo de limpiar?.- hiciste unos lindos pucheros que me provocaron ternura.

-¡Eres tan tierno! Pero no, limpiarás.- suspiraste y comenzaste a limpiar todo, también te ayude un poco.

-¿Qué quieres hacer hoy?.- dijiste de la nada, me estabas invitando a salir, hace mucho esto no sucedía.
Estaba emocionada.

-Pued no lo se, me gustaría...- tu celular me interrumpió, te alejaste un poco para contestar, yo espere un poco.

-Era mi madre, quiere que pasemos el día juntos.- eso me desilusionó por completo ya me había imaginado todo un día con el.

-No te preocupes, ve, yo puedo salir con Victoria o quedarme aquí viendo películas.- me callaste con un beso.

-Le dije que no, que pasaría el día contigo.- sonrei ampliamente, en verdad estabas cambiando.

-Me gustaría ir al bosque.- dije tímidamente.

-Entonces iremos al bosque de día de campo, yo preparó la canasta, tu ve y arreglate, pero no mucho, un oso se puede enamorar de ti.- movi la cabeza riendome, me puse ropa comoda, iba al bosque no a una fiesta, unos jeans ajustados, converse, una camisa de cuadros y mi abrigo.

Mi cabello lo ate en una coleta alta y ya estaba lista.
Baje y ya estabas esperándome con la canasta.

-Insisto que algún oso se enamorará de ti.- tomaste mi mano e hiciste que diera una vuelta.

-Deja de decir eso, vamonos.- subimos al auto, tardamos una hora aproximadamente para llegar, hacia un poco de frío.

Todo el camino discutimos por el combustible, yo insistía en que le pusieras al auto y tu con que tenía el tanque lleno.

La mayor parte del día la pasamos hablando, riendo, tomandonos fotos, comiendo, te pico una hormiga, lloraste.

Después estábamos sentados en un tronco sin hablar.

-Me gustaría que así fuera siempre, sólo tu y yo... Y las malditas hormigas que me odian.- solté una carcajada

-Ha sido muy lindo todo, me olvide de muchas cosas, pero es hora de irnos va a anochecer.- me levante y sacudí mi ropa.

-Tienes razón, vamos.- juntos subimos al auto, trataste de encenderlo pero no funcionó, más de 6 minutos intentándolo.

-Emma... Tal vez, tenías razón y si debimos de ponerle combustible al auto.- maldito hijo de perra.

-¡Y que haremos ahora!.- grite.

-Calmate podemos dormir aquí o afuera, tenemos la manta, ya no hay hormigas.- me miraste, era imposible estar molesta contigo.

-Esta bien, mañana buscaremos ayuda.- me crucé de brazos.

Tomaste mi mano y la apretaste.

-Veamos las estrellas.- salimos del auto, tiraste una manta al suelo y te acostarte, hice lo mismo.

Vimos estrellas, tratamos de contarlas pero después de 12 perdíamos la cuenta. Sentí que me mirabas.

-¿Que sucede?.- te mire también.

-Eres hermosa Emma, prefiero verte a ti que a las estrellas porque tu eres más hermosa.- acariciaste mi rostro.

Comenzamos a besarnos lentamente, cada vez más el beso se volvía más intenso, era un juego de caricias, de dar y recibir placer.

Cuando menos me di cuenta estábamos desnudos, era hermoso no lo niego pero algo no de sentía igual.

Con cada embestida que me dabas, mas me acercaba al climax, mis uñas cada vez más enterradas en tu espalda. Ambos llegamos, podía sentir ti corazón latir rápido.

Me tomaste en tus brazos y me llevaste al auto, nos vestimos.

-Ha sido maravilloso Emma.- besaste mi mano.

-Vaya que lo fue, debemos dormir Justin.- asentiste y reclinaste ambos asientos. Te quedaste dormido primero que yo.

Antes después de hacer el amor me sentía llena, completa, y ahora esa molesta sensación de que algo falta no se va, no me deja disfrutar.

¿Y si esa sensación jamás desaparece?

Emma

SEGUNDA PARTEEEE! 20 MG Y 10 COMENTARIOS;) YO SE QUE PUEDEN BESOS:

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