Veintitrés

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2 de enero del 2016

Querido Justin:
No quería levantarme de cama, mi cabeza dolía, mi mirada estaba nublada. Sentía mi cuerpo débil, con las pocas fuerzas que tenía intente levantarme.

Mis piernas se sentían como gelatina, me apoye de la mesa de noche que estaba a lado de la cama pero mi cuerpo se derrumbó, la lámpara que estaba ahí se cayó encima de mi, varios pedazos de cristal se encajaron en mi piel.

Escuche unos pasos rápidos acercarse a la habitación, entraste rápido y te tiraste a mi lado.

-¡¿Por Dios princesa que paso?!.- quitaste unos cristales de mis brazos y me levantaste del suelo, me dejaste sobre la cama.

-Me siendo mal Justin, perdón por la lámpara.- acariciaste mi cara, tu mano estaba fría y mi piel caliente.

-¿Qué tienes, que sientes, por Dios Emma que te pasa?.- Estoy muriendo, pensé.

Me habían dado aproximadamente hasta el 11 de enero de vida, para eso faltaban 9 días.

-No se como decirte lo que siento, quiero descansar, por favor.- me miraste unos minutos y tomaste tu celular. -¿Que haces?.- pregunté.

-Iremos al doctor Emma, algo esta pasando y no estarás aquí mientras pueda pagar un doctor.- sabía que contra eso no había discusión.

Me subiste al auto, pusiste a mi alrededor el cinturón de seguridad y comenzaste a conducir.

Entramos al hospital, te acercaste a una enfermera y hablaron unos segundos ella llamó a otra y trajeron una silla de ruedas, me sente en ella y me llevaron por un pasillo.

Un doctor joven se acercó a nosotros. Dijo que el me atendería.
Vi que el doctor James, el hombre que me diagnóstico el tumor se acercó.

-Claro que no, yo la atenderé.- el doctor joven y tu lo miraron confundido.

-Pero James, no es tu especialidad la medicina general, dejamela a mi.- dijo tranquilo.

-Solo obedece muchacho.- el asintió y se fue. -Mucho gusto señor Bieber, soy el doctor James y atenderé a su esposa, si gusta ir a la sala de espera.- asentiste.

Ya no sabía que escuchaba o veía, mi mirada se nublaba cada vez más y me sentía más debil.

Pude sentir que me recostaron en una cama y de ahí en más no supe nada.

Desperté y me encontraba sola en la habitación del hospital, tenía frío, sólo tenia una fina bata azul sobre mi, casi desnuda.

El doctor James entró por la puerta.

-Que bueno que despiertas Emma, ¿como te sientes?.- se sentó a mi lado.

-Muy débil y cansada, pero el dolor de cabeza se ha ido y lo agradezco, ¿por que me paso?.- escribió unas cosas en su cuaderno.

-Es normal por el tumor Emma, lamento sonar tan cruel pero, con los días te sentirás peor, prácticamente estas en tu etapa final.- el lo decía tan tranquilamente, me estaba diciendo que estaba apuntó de morir.

-¿Puedo pedirle un favor?.- el me miró atento y asintió. -No le diga a mi esposo de mi tumor, el no lo sabe aun y no quiero que se entere.

-Es tu esposo, debe saberlo.- rodé mis ojos.

-Ya lo se, pero así quiero que sea, invente cualquier cosa y también una buena excusa del porque me conoce, pero no le diga la verdad.- el no hablaba pero al final asintió.

-Esta bien, le diré que debes quedarte aquí por otra razón.- se levantó de su silla pero lo detuve con mi mano.

-No quiero estar aqui mis últimos días, por favor déjeme ir a casa.

-Pides demasiado Emma.- negó con su cabeza. Le suplique con la mirada, el término accediendo.

Minutos más tarde entraste por la puerta, corriste hacia mi y me abrazaste, se sintió cálido tu abrazo, debo admitirlo, me gusto.

-Mi amor, estaba tan preocupado, el doctor me dijo que es por no comer bien, a partir de ahora llevarás una dieta Emma.- en verdad te habías preocupado.

-No es tan grave Justin.- tome tu mano y la apreté. -¿Podemos irnos?.

-Si linda, pero el doctor te dio dos semanas de reposo en casa, yo estaré contigo todo ese tiempo.- sonreiste.

-¿Y tu trabajo?.- pregunté con mi voz ronca.

-Por algo soy el jefe princesa.- me guiñaste un ojo.

Me ayudaste a vestirme y salimos de la habitación, yo iba tomada de tu brazo. Vi al doctor James y deje de caminar.

-Esperame en la entrada, debo decirle algo al doctor.- dudaste un momento pero accediste. Camine a paso lento hacia el.

-Doctor, ¿por que dos semanas de descanso si sabe que tengo menos tiempo que eso?.- el hizo una mueca.

-Quiero que tu esposo pase a tu lado el mayor tiempo posible, el dijo que no iria al trabajo el tiempo que tu necesitarás reposo, por eso dije dos semanas, creó yo hice lo correcto.

Tal vez mi relación contigo ahora no era la mejor pero serían mis últimos días y supongo debo pasarlos de la mejor manera.

-Hizo lo correcto.- Sonreí. -Y si ya no nos volvemos a ver, gracias por todo.- no deje que respondiera y me aleje, me detuve justo donde conoci a Ryan, cuando el evitó que cayera al suelo, Dios mío, como lo extrañaba, extrañaba su lindo lunar en el pecho, la extraña mania de tocar su cabello constantemente.

Seguí caminando, hasta toparme contigo, juntos fuimos hasta el auto y regresamos a casa, todo el dos estuve en cama con Boi, mientras tu limpiabas, cocinabas y estabas al pendiente de mi.

En la noche dormiste muy abrazado de mi y dijiste que te despertara si me sentía mal.

9 días de vida, eso me quedaba. Quería pasarlos con Ryan, riendo, jugando, como sea pero con el. Le prometí volver, pero no lo haría. No le daría el sufrimiento de verme morir, no le daría la sensación de impotencia al no poder hacer algo por mi.

Me quedaría contigo, hasta mi último día. Te daría a ti el sufrimiento de perderme, la responsabilidad de hacerme un funeral y enterrarme, te dejaría a ti toda la culpa por no haberme tratado bien antes.

Te haría sufrir como tu lo hiciste conmigo.

Emma

Perdón por tardar tanto:'( pero aquí esta❤ cada vez quedan menos capítulos y eso rompe mi corazón:'( pero valdrá la pena. Subo capítulo el domingo por la tarde:')

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Querido Justin...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora