Capítulo 10

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—¡Deberías de llamarme Oppa!—Le reclamé- Soy mayor que tú.

—Antes no te quejabas por eso, Cho.

Sonreí y dejé que se levantara. Su cabello estaba totalmente desordenado.

—Eres cruel —Dijo mientras intentaba acomodar los mechones que estaban fuera de su lugar.

—Gracias —Reí —. ¿Qué es todo esto?

—Son candados —Contestó mientras seguía peleando con sus rizos.

—¿Y para qué son?

—Las parejas que vienen aquí los ponen para dar a entender que se amaran por siempre —Habló sin darle importancia —. Que fastidio, ahora parezco un león.

Suspiró y sacó un listón de la bolsa trasera de su pantalón. Tomó todo su cabello entre sus manos e intentó sujetarlo.

—¿Me ayudas?

Me levanté y me puse detrás de ella para hacer el nudo en el listón. Cuando terminó se giró y quedamos cara a cara, demasiado cerca. Me miró amenazante y dió un paso adelante, mientras que yo, por reflejo, di un paso atrás.

—Tienes suerte, esta vez no te haré nada malo —Apretó mis mejillas y me sacudió de un lado a otro.

Las horas pasaron rápidamente. No habíamos hecho mucho y ya eran más de las tres de la tarde; sólo caminamos en los alrededores, lo cual fue muy divertido, Sandra tropezó con sus propios pies y casi va a dar al suelo. Lo mejor de éso fue que volteó a los lados para asegurarse de que nadie la hubiera visto y siguió caminando, después fuimos a comer, si no fuera porque mi estómago tiene un límite, habría salido del restaurante rodando.

Entre broma y broma perdimos más de nuestro tiempo. La verdad es que podría quedarme con ella hablando de lo que sea. Especialmente de su vida en su lugar de nacimiento, todo sonaba interesante.

—El sol comienza a ocultarse—Dijo admirando el paisaje.

—Todo se ve genial —Hablé emocionado —. El perfecto paisaje de las películas románticas que DongHae usa como arma para atraer más a Alejandra.

—¿En serio? —Preguntó divertida.

—Sí. Incluso él me ha dado muchas de sus grandiosas clases para ser romántico con las chicas. Siempre dice que—

—No, no —Me interrumpió—. No quiero saber sus técnicas. Mejor tomemos fotografías.

Se puso junto a mí y sostuvo su celular desde arriba —seguía siendo más pequeña que yo—, segundos después el flash se hizo notar y ella sonrió emocionada.

—Es una buena foto —Asintió—. Nuestra primera foto.

Giró su celular de modo que yo pudiera ver la pantalla. Los dos estábamos sonriendo y detrás se veían las luces brillantes de la ciudad.

Mientras intentaba grabar la imagen de Seúl desde ése punto, Sandra no dejó de molestarme. Tomaba foto tras foto de mi rostro, e incluso escuchaba sus carcajadas al obtener una foto graciosa de mí.

Lo siguiente fue ir a cenar, y como la chica dijo, me llevó por comida mexicana. Al principio pensaba que no me agradaría el sabor por ser casi todo picante, y me equivoqué.

—¡Agua! ¡Agua! —Grité mientras buscaba mi bebida por todas partes.

—KyuHyun, ni siquiera tiene mucho picante.

—Claro que lo tiene, ¿no ves mis ojos derramando lágrimas?—Señalé mi cara.

—¡Entonces no lo comas!

—No puedo dejar de hacerlo, es delicioso —Dije mientras masticaba.

Ella soltó una risita y siguió comiendo.

Por esa vez, ignoré por completo el hecho de que estaba a punto de explotar y seguí comiendo.

—Hoy comiste mucho.

—No tengo la culpa de que me lleves a lugares donde está la mejor comida del mundo —Me defendí.

—Uy, te pondrás gordito —Dió unas cuantas palmadas en mi estómago y salió corriendo.

—¿Quién te dió permiso para que me tocaras? —Corrí tras ella.

Después de llegar a casa comenzó a llover. Bueno, en realidad parecía que el mundo se caía. La miedosa de Sandra vino de nuevo a mi habitación pálida por el susto y tuvimos que dormir juntos, y por juntos fue ella en la cama y yo en el suelo. Gracias a eso me levanté con un dolor de espalda horrible.

—¡Ah, mi espalda! —Me quejé.

—Lo siento —Agachó la cabeza apenada —... no te volveré a molestar.

—Ay, niña tonta —Revolví su cabello.

—No recuerdo que me trataras así en un principio —Sonrió—. Mi KyuHyun ha madurado—Apretó mis mejillas.

—¿Tu KyuHyun? Yo soy de DongHae —Bromee.

—No te ilusiones —Suspiró —. Es un amor unilateral.

Desde un tiempo atrás tener una conversación seria con Sandra era algo casi imposible. Incluso cosas que no tenían sentido eran llamativas en ella.

Tal vez me estaba volviendo loco por el cambio repentino, pero, quería tenerla cerca a todas horas. Tan agradable era su presencia que a veces se me salía uno que otro suspiro al estar con ella, o incluso, al sólo recordarla.

—¿Y qué haremos hoy? Tenemos un día más juntos.

—Nada, sólo quedémonos aquí—Se lanzó al sofá —. Veamos televisión hasta que no podamos más.

Sandra

Pasamos el día entero viendo la colección de películas que Alejandra y yo teníamos. Ahora era el turno de algo realmente triste, y yo, como era débil, no pude evitar derramar lágrimas en algunas escenas.

Y después pasó algo que jamás iba a olvidar en la vida. KyuHyun estaba llorando. Intentaba ocultar su rostro girando su cuerpo de tal manera que no lo pudiera ver a los ojos. Puse pausa y voltee su rostro para verlo. Sonreí y él sólo suspiró. La verdad es que no tenía la intención de burlarme de él, al contrario, se veía tierno, más de lo que ya era.

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¡Hola! Sólo dejaba esto por aquí porque la historia casi llega a las 1000 vistas y eso me pone muy feliz. <3
Siendo sincera pensaba que a nadie le iba a gustar lo que escribo.
Gracias de nuevo y hasta pronto. OuO

The same → KyuHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora