Capítulo 28

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Sandra

Taek y yo caminamos por la playa. Mientras sostenía mi mano, un silencio profundo se hizo entre los dos. No era algo incómodo, simplemente disfrutábamos ese momento.

A pesar de que estaba feliz, un sentimiento de tristeza se hacía presente. Tendría sólo dos meses para estar con Taek y con mis amigos. Era difícil elegir entre dos lugares en los que mi felicidad era inmensa. No quería alejarme, pero lo necesitaba. Sólo por un tiempo, y entonces, tal vez, algún día regresaría.

—Estas triste—TaekWoon tocó mi mejilla con una de sus manos.

Negué y le sonreí levemente.

—Puedes decírmelo...

—No quiero arruinarte la noche con mis tonterías—Reí—. Son cosas sin importancia.

—Si te hacen sentir mal, tienen importancia.

—No, claro que no—Lo abracé.

—Sé que tienes que irte, pero está bien—Correspondió mi abrazo.

Un escalofrío recorrió mi espalda cuando lo escuché hablar así. Lo aceptaba, no se oponía, pero algo en su voz me hizo darme cuenta de que no era lo que en verdad deseaba.

*

De regreso a Seúl, las preguntas sobre qué pasaba entre los dos no cesaron. Así que ambos —especialmente Taek— intentamos mantener la calma.

Cuando bajamos del autobús, esperé a mi ahora novio con el equipaje. Escuché la voz de KyuHyun y voltee en busca de él, se encontraba a unos metros de mí, hablando con SunHee. Se percató de mi presencia, y cruzamos miradas por unos segundos. Sonrió levemente, pero yo jamás cambié mi expresión.

—¡Listo! Pensé que jamás recuperaría nuestras cosas—Taek habló un poco molesto.

—Te dije que podía ayudar.

—Nop—Negó.

TaekWoon se ofreció a acompañarme a casa, y yo, al querer pasar más tiempo con él, accedí. Al final lo convencí de que se quedara un rato y preparamos la cena. A diferencia de mí, él no era tan desastroso en la cocina.

—¿Cómo se siente vivir sola?—Preguntó mientras acomodaba los platos—Supongo que era mejor cuando KyuHyun vivía aquí.

—No creo que sea lo mejor hablar de eso.

Intenté evitar el tema. Desde que Kyu y Taek se conocían, se sentía la tensión entre ellos.

—No me molesta. KyuHyun era tu amigo, y sé que en algún momento sentías algo por él. Aún así, ¿no crees que es hora de arreglar los problemas? No vale la pena destruir una gran amistad por algo así.

—Tienes razón, pero, yo no puedo hacer nada si él no quiere volver a acercarse a mí. Y siendo sincera, me hacía mal.

Dio un gran suspiro y siguió con lo suyo.

Era mejor si no volvíamos a hablar, aún así, me quedaba poco tiempo en Corea. Si me iba, no le afectaría, y a mí tampoco. Al que sabía perfectamente que no sería fácil olvidar, es a TaekWoon.

KyuHyun

Sandra y TaekWoon estaban saliendo. Ella lucía radiante. Cada vez que él hablaba, no apartaba los ojos de su rostro.

¿Pudo haber sido así conmigo?

Mi error fue cambiar a quien realmente quería, por un acto de amistad. Dolía. Verla dolía, estar con ella dolía, y no estar a su lado también. Pero prefería que estuviéramos juntos, aún así, no pudiera demostrarle lo que sentía. Contaba cada día, si ella se iba, por lo menos tendría su rostro bien presente en mi mente.

Cuando conocí a Marie, de inmediato me cautivó. Su actitud delicada y tierna me hacían verla como la mujer perfecta, y nunca le dije lo que sentía. Bien sabía que no me veía como algo más que un amigo, me consideraba su hermano. Después llegó TaekWoon. A pesar de ese rostro frío logró enamorarla. Pensaba que él tenía la culpa de todo, pero era lo contrario, todo recaía en mí. Y por segunda vez, perdí a quien he apreciado con sus defectos, porque tal vez Marie y Sandra eran idénticas, pero nada se comparaba a la actitud irrespetuosa de Sandra. Tampoco a sus expresiones, a sus ilusiones y mucho menos, a ese tenue brillo en sus ojos cuando hacía algo que le gustaba. Ella era perfecta así, sin una actitud refinada. Sólo era ella y eso era lo más hermoso que podía conocer en alguien, pero ya la había perdido.

Un nudo en mi garganta me impedía estar tranquilo. Suspiré y una lágrima resbaló. Me sentía estúpido por llorar por algo que yo había causado, pero no podía evitarlo. Todo era diferente.

Salí de mi departamento y fui hasta un bar cercano a mi edificio. Varias veces iba a ese lugar y me relajaba un poco.

Sandra

Después de que Taek se fue, salí a caminar un rato. Me había quedado pensando en KyuHyun. En nuestra amistad.

Mi vida antes de conocer a Kyu, era linda. Tenía a mis amigos y a mi familia, pero entonces cuando lo conocí, de pronto removió algo en mí y vi las cosas de otra manera. Él me hacía mejor persona, a pesar de las peleas. Hizo que mis sueños dejaran de verse borrosos. Siempre me hacía ver las cosas desde otra perspectiva.

Después de un buen rato, puse atención a mi alrededor. Vi a un chico de espaldas a lo lejos, era KyuHyun. Mi mente no podía engañarme. Me acerqué a él y noté algo extraño. Ni siquiera podía mantenerse en pie.

—¿Kyu?—Susurré mientras me ponía frente a él.

—Sandra—Sonrió—. Estoy alucinando—Soltó una pequeña carcajada.

—¿Por qué estás así?—Pregunté preocupada.

—Porque soy un estúpido—Hizo una pausa—. No quería dejarte ir, lo siento.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo.

—Vamos, ven conmigo—Puse su brazo alrededor de mis hombros y le ayudé a caminar.

Cuando llegué a casa, apenas pude lograr que subiera las escaleras. Abrí la puerta de la que solía ser su habitación y le ayudé a recostarse en la cama.

—Te traeré ropa.

Fui hasta el armario y saqué algo cómodo. Aún quedaban algunas de sus cosas, así que era un alivio.

—Te traeré un té—Dije con voz suave—. Cambia tu ropa.

No esperé respuesta alguna y salí. Como dije, le preparé un té y volví a la habitación. Toqué la puerta, y no contestó. Cerré los ojos y entré, los abrí un poco y para mi buena suerte, se había puesto las prendas que le había dado.

Dejé la taza en una pequeña mesa que estaba al lado de la cama y le miré seria.

—No debes ser así—Suspiré.

—Tenía que relajarme—Confesó—. Sólo así puedo olvidarte.

—Tú me rechazaste...

—No quería hacerlo—Se acercó a mí.

—En todo caso, eso queda en el pasado.

—Por supuesto que no—Me miró mal—. No puedo dejarte ir, y sé que eso es egoísta.

—Tienes a SunHee—Sonreí—. Por algo la elegiste a ella.

—SunHee es buena chica, pero no tiene sentido. No es a ella a quien quiero.

—Ya es suficiente, KyuHyun.

—Entonces sólo contéstame algo—Se levantó y se acercó a mí bruscamente. Acercó su rostro al mío, quedando a milímetros y posó sus manos en mis mejillas. Podía percibir el olor a alcohol—. ¿Aún me quieres?

The same → KyuHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora