Capítulo 19

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KyuHyun

Me arrepentí de todo lo que dije cuando el rostro enfurecido de Sandra se transformó en uno de decepción y tristeza. Tal vez peleabamoss antes, pero nunca a tal grado de hacernos menos mutuamente.

Ella se quedó en silencio y después se soltó de mi agarre con fuerza. Corrió lejos de mí, y antes de que llegara a las escaleras se quedó parada en seco. Pensé que quería arreglar las cosas, pero en lugar de eso vi como perdía el equilibrio. Me acerqué a ella tan rápido como pude y evite que se lastimara. ¿Como podía estar su piel tan pálida si hace unos minutos no se veía tan mal?

Cuando asimilé todo, comencé a entrar en pánico. ¿Qué debía hacer?

Un sonido hizo que dejara de pensar en aquello y me levanté con Sandra en brazos, dejándola recostada en el sofá. Su celular, del cual provenía el molesto sonido seguía sonando, lo tomé en mis manos y contesté.

—¿Sandra?—Agradecí que fuera Alejandra quien llamaba.

—Tienes que ayudarme, Sandra está inconsciente y—

—¿¡Qué!?

—No sé qué hacer...

—¡En unos minutos estoy allá!

Me sentía como un estúpido. Aún sabiendo que ella no estaba bien, le dije todas esas cosas. Mentiras, porque jamás en la vida pensaría así sobre ella, pero mi orgullo reaccionó. ¿Era tan insignificante para ella? La manera en que me miraba, como si sólo fuera un estorbo.

Si hubiéramos evitado todos nuestros errores, no habría pasado nada malo. Seguiríamos tan unidos como al principio. La extrañaba mucho.

Esperé unos minutos hasta que Alejandra entró con prisa. Detrás de ella venía DongHae corriendo.
—¡Kyu! -Alejandra se acercó a su amiga—¿Qué pasó?

—No quiero hablar de eso—Negué—. ¿Va a estar bien?

—Tranquilo, sólo estaba muy cansada, y sé que no se ha alimentado bien.

Suspiré. Si algo le pasaba, no me lo perdonaría.

—Sé lo que piensas, amigo—DongHae sonrió de lado—. Se recuperará pronto... hierba mala nunca muere.

—¡Lee DongHae!—Ale lo reprendió—Ahora no es momento para bromas.

Alejandra pasó un algodón con alcohol cerca de la nariz de Sandra. Unos instantes después comenzó a abrir los ojos. Se veía muy mal.

Levantó la vista con lentitud y sonrió al ver a sus amigos, inmediatamente me miró y sólo suspiró. Estaba enojada, ¿quién no lo estaría?

—¿Me ayudan a ir a mi habitación?—Preguntó, su voz se escuchaba muy frágil.

—Yo te llevo.

Me acerqué a ella y la cargué en mis brazos. No dijo nada. Sólo dejó que la llevara, y por una parte estaba bien, porque sabía que con cualquier detalle terminariamos en otra pelea.

Empujé la puerta de su habitación con el pie y la dejé sobre la cama.

—Gracias—Susurró.

—De nada—Sonreí y me acerqué a ella para besar su frente—. Lo siento.

Sandra

Salió de mi habitación sin decir nada más y yo me quedé en silencio. Me sentía muy mal, en todos los sentidos.

¿De verdad pensaba así de mí? Yo no quería valer tan poco para él cuando para mí, Kyu era muy importante. ¿Para qué negarlo? Ya era obvio, aunque no lo quisiera aceptar.

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