Capítulo 31

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Kyu se quedó parado en seco y mantuvo sus ojos en los míos por unos segundos. Sonrió de lado y asintió lentamente.

Una sensación extraña se hizo presente en mi estómago. Mi piel se erizó cuando acarició mi mejilla con pulgar.

—Vamos adentro—Susurró.

Me sentía bien, pero simplemente había algo que me inquietaba. Había confesado mis sentimientos, lo dejé ir, me olvidé de él, después me dijo que seguía enamorado de mí, y ahora me aferraba así. ¿Lo estaba lastimando más?

Entré a casa con Kyu detrás de mí. La alegría que tenía un par de minutos atrás se había esfumado.

—¿Estás segura de que quieres que me quede?

—Pues... sí, ¿por qué no?—Traté de sonreír—Quiero aprovechar el momento que tengo aquí.

Si bien la culpa crecía en mí, no le estaba mintiendo. Quería recuperar algo de tiempo; sentir que no había cambiado nada en él, que sus actitudes, expresiones y pensamientos aún eran los mismos. Tenía la necesidad de ello, aunque el tiempo lejos de él fuera poco.

—Espero no hacerte perder el tiempo—Sonreí levemente—. Tampoco quiero que dejes algo pendiente por mi culpa.

KyuHyun

Me encantaba cuando se volvía tímida. Su rostro se tornaba más rojo con el pasar de los minutos. Dejaba caer algunos mechones en su rostro para ocultarse y no podía sostenerme la mirada.

Envidiaba a TaekWoon más de lo que yo mismo podía imaginar. El simple hecho de que él pudiera decirle lo hermosa que se veía así, me hacía sentir como un estúpido, porque pude haber sido yo.

—No debes preocuparte por eso—Suspiré.

—Ya veo—Asintió—. Entonces... supongo que está bien.

Agachó la cabeza y volteó hacia otro lado. Solté una risita mientras veía con atención la actitud que tomaba.

—¿Qué pasa?—Bromee—¿Desde cuando Sandra es tan tímida?

—Yo no soy tímida—Me respondió fastidiada—. Alucinas.

Bufó y caminó lejos de mí. Entró a la cocina con rapidez.

—¿Vas a preparar la cena?—Fui hasta ella con curiosidad.

—Sí... para mí—Respondió burlona.

—La amabilidad en persona—Reí.

—Por supuesto.

—No me hagas pelear contigo—Me acerqué a ella dejándola sin escapatoria.

—Vamos, no serás capaz de pelear por comida—Dijo nerviosa.

—Yo creo que sí—Me agaché un poco quedando a su misma altura.

—Que tonto eres—Puso una de sus manos en mi pecho para intentar alejarme.

Sabía que estaba demasiado cerca, y que en cierta forma estaba mal, pero no quería alejarme, no podía, y al parecer no lo haría.

—¿Podrías acomodar los platos en la mesa?—Sandra levantó la mirada dejándome ver sus ojos miel a centímetros de distancia. Asentí sin pensarlo dos veces y ella me hizo a un lado.

Extrañaba verla cocinar, aunque no era buena en ello, y siempre decía que odiaba hacerlo. Sus muecas de desesperación cuando algo no salía como ella lo esperaba eran algo que mi mente no dejaba ir. No podía olvidarla.

Siendo una chica tan descuidada, malhumorada y directa, logró ganarse mi cariño. Su parecido a mi primer amor ya no importaba, había quedado en el pasado, de hecho ni siquiera tenía idea de por qué seguía así, tan perdido en ella.

The same → KyuHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora