Capítulo 12

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Mientras DongHae conducía de regreso a casa, Alejandra iba detrás tratando de hacer sentir mejor a Sandra, yo sólo me dediqué a mirarla de vez en cuando, aunque se me hacía un poco complicado teniendo en cuenta que iba en el copiloto.

Al llegar nos despedimos y entramos a casa, ante de abrir la puerta y dejar que la chica pasara me sonrió, pero sabía muy bien que estaba afectada.

—Deberías ir a dormir —Le dije.

—No, no estoy tan cansada—Respondió.

—Sandra, ven aquí —Suspiré.

Se acercó a mí corriendo y escondió su rostro en mi pecho mientras yo acariciaba su cabello.

—Soy una tonta —Se lamentó.

—No lo eres.

-Pensé que siempre seríamos amigas —Se apegó más a mí —... ¿sabes lo que se siente que una persona que aprecias te trate como basura?

No contesté a sus palabras, lo mejor sería sólo escucharla.

—Kyu, yo fui como ella, pensé sólo en mí y dejé que los demás sufrieran...

Imaginarla a ella con la mirada asesina de HaJin era imposible. Sandra no podía ser así.

—Eso quedó en el pasado, Sandra—Sonreí —. A mis ojos eres la chica más sincera y buena que he conocido...

"Incluso superaste la admiración que tenía por Marie."

La llevé a su habitación y antes de que saliera ella lo evitó tomando mi mano.

—Debes descansar, mañana tienes que ir a la universidad.

—Quédate aquí, por lo menos hasta que concilie el sueño —Me suplicó —. Ahora no quiero estar sola...

No podía negarme cuando me miraba así de débil. Sabía bien que por una parte se sentía contenta por haber aprobado, pero por el otro lado estaba esa tal HaJin que había hecho que sus ánimos cayeran hasta el punto de hacerla lucir así; indefensa.

Di unos pasos de regreso a donde estaba y ella se recorrió sobre su cama dejando un espacio para sentarme.

—Me sorprendiste.

—¿Mmmh?

—No sabía que fueras así de talentosa.

—Pues, no lo sé, supongo que lo soy —Se encogió de hombros.

—Esa canción —Pensé todo antes de decirlo —... ¿tú la compusiste?

—Sí, lo mejor que he hecho hasta ahora.

Tuvo que haber sido una coincidencia. Sandra no es ella, simplemente el parecido es bastante y ya...

—Será mejor que intentes dormir.

Sólo asintió y se recostó dándome la espalda, mientras yo no podía despegar mis ojos de ella y mucho menos sacar aquellos pensamientos de mi cabeza.

*

Los días pasaron y Sandra volvió a ser la misma. El incidente con esa chica había quedado en el olvido para todos. Las clases también quedaron atrás y eso significaba pasar más tiempo con ella.

—¡Oye! —Bajó la escaleras corriendo.

—¿Qué sucede?

—Iremos a Mokpo —Sonrió —... Alejandra, DongHae, tú y yo.

—Mokpo...

—El lugar donde nació DongHae.

—Ahhh —Asentí —¿Cuándo?

—Ale me dijo hace dos días. Iba a decírtelo, pero lo olvidé...

—Olvidadiza.

—No lo negaré. Bueno, el punto es que nos vamos pasado mañana.

—Si quieres, avísame una hora antes de que nos vayamos—Bromee.

—¡Oye!

—Niña distraída —Revolví su cabello.

—Tonto...

—Un tonto al que aprecias mucho —Completé.

—¿Estás seguro de eso?

—Definitivamente.

Me miró mal. Algo tan característico de ella cuando quedaba sin argumentos para atacarme.

—Oye, tengo una duda.

—¿Cuál?

—¿De dónde sacas dinero para mantener esta casa?

—De mis padres y mi hermano—Respondió —.Se me hace algo egoísta de mi parte, pero no quisieron que rentaramos un departamento, porque, ya sabes, soy irresponsable.

—Ahora entiendo todo —Asintió—. Tal vez debería buscar un trabajo y ayudarte, me siento mal así.

—¡Olvida eso, Cho! Estamos en vacaciones, hace frío y creeme... lo último que vas a querer es trabajar.

Tal vez tenía razón, trabajar en vacaciones no era buena idea, pero aún así, su familia se estaba haciendo cargo de un tipo que viajó de una época a otra.

*

—¡Alejandra! —Gritó Sandra enojada —¿Puedes apresurarte?

—¡No! Tengo muchas cosas más que empacar —Le contestó mientras se asomaba por la ventana.

—¡Voy por ti! —Corrió hasta la casa y entró.

—¡Sandra, no destruyas nuestra casa! —DongHae intervino.

—No la destruirá —Lo tranquilicé —. Por lo menos no del todo...

Minutos después salieron las dos chicas; Alejandra venía quejándose, mientras Sandra jalaba su brazo y la obligaba a subir al auto.

—¡No, no! ¡Esperen! —La novia de Hae gritó con euforia—¡Olvidé mi celular!

—¿Por qué esto me pasa a mí?—Sandra se lamentó.

Esperamos a Alejandra en silencio hasta que regresó. Todos soltamos un suspiro.

—Lo siento, no soy buena en esto...

—Así eres perfecta —DongHae le sonrió como estúpido y Alejandra hizo lo mismo, agregando un beso que Sandra y yo evitamos mirando a la ventana.

The same → KyuHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora