The same → KyuHyun

Capítulo 23

DongHae

No pude hacer que Sandra subiera las escaleras, era inútil que me escuchara en ese estado.

La obligué a recostarse en el sofá y me senté a esperar, al parecer no había nadie en casa, y no fue necesario buscar. Kyu habría escuchado todo el alboroto que Sandra estaba haciendo.

La puerta se abrió y Ale entró, se veía muy ansiosa. Cuando me vio me sonrió y se acercó a mí para abrazarme.

—¿Qué te pasó?—Mi novia se burló—Te ves muy estresado.

—¿Sabes que difícil es estar con Sandra ebria?—Negó—¡Mucho!

Soltó una risita y fue hasta donde estaba su amiga. Al verla sacó su celular y comenzó a tomar fotografías.

—Te va a matar si sabe que estás haciendo eso.

—Vale la pena.

—¡Amiga!—La castaña se levantó sonriente.

—Deberías sentarte, querida—Ale la tomó de los hombros y la obligó a regresar al sofá.

De la nada recordé lo que Sandra me había confesado. Tenía que contarle a mi novia y pensar en lo que debería hacer.

Por segunda vez alguien llegó; era KyuHyun. Se veía muy sonriente.

—Hola, Kyu—Alejandra lo saludó.

—Hola—Se acercó a nosotros—¿Qué tal está Sandra?

—No puede mantenerse en pie, dime qué tan mal está.

—¿No se supone que ella odiaba todo lo que tuviera alcohol?

—Así es—Suspiró—. Debió haber sido algo realmente difícil...

—Ya lo creo—Bufé.

—¿Qué tal está SunHee?—Ale preguntó curiosa.

—¿Cómo sabes que estaba con SunHee?

—Ay, amigo mío—Se burló—. Sólo te separas de ella para dormir... como Sandra con TaekWoon.

Era extraño. Mi novia examinaba cada gesto que KyuHyun hacía, así que hice lo mismo y pude notar la incomodidad del chico al escuchar lo que Alejandra decía.

—Pues... sí—Asintió—. Creo que SunHee y yo podríamos ser más que amigos.

—¿Qué?—Me acerqué a él—Debes estar jugando, amigo.

—No. Lo digo en serio.

¿Qué le pasaba a ese estúpido? ¿Primero me aseguraba algo y luego cambiaba de opinión?

—Me largo de aquí—Tomé mis cosas y caminé hacia KyuHyun—. Pensé que lo que sentías por Sandra no era tan simple—Le susurré—. Cuidala.

Salí un poco desconcertado. Ya no entendía nada de lo que estaba pasando. Lo único que deseaba era que no jugara con Sandra.

—Espera, Hae—Ale me detuvo—. ¿Por qué te quieres ir tan de repente?

—Hermosa, no es tan fácil—Suspiré—. Le prometí a Kyu no contarselo a nadie...

—¿Crees que es lo correcto guardar ese secreto?

Negué.

—KyuHyun me confesó que le gustaba Sandra y—

—¿¡Qué!?—Me interrumpió—A ella le pasa lo mismo.

—Lo sé, me lo dijo hoy y me gustaría hacer algo por ambos, pero SunHee está haciéndolo difícil.

—Tal vez a Kyu le guste esa estúpida, pero estoy segura de que siente algo más fuerte por Sandra.

—Tal vez—La tomé de los hombros—. Aún así no podemos decir nada. Mucho menos por lo que pasó hoy...

Frunció el ceño y ahí entendí que no tenía idea de lo estaba hablando.

—Kyu y SunHee se besaron. Sandra los vió.

—¡No me jodas!—Se veía enojada.

—Espero que no quieras matar a la chica...

—¿Cómo no querer? Desde que se acercó a Kyu todo se volvió más difícil.

KyuHyun

Me sentí mal por ver a Hae irse tan repentinamente. Parecía enojado y tenía razón en estarlo.

Sandra levantó el rostro y posó su mirada en mí. Dejó escapar un largo suspiro y se levantó con dificultad.

—¿Te sientes mejor?—Me acerqué a ella y toqué sus mejillas con las yemas de mis dedos.

—No hagas eso—Quitó mis manos con rudeza. Sus ojos brillaban más de lo normal.

—¿Qué pasa?—Me sentí desconcertado.

—Nada, Kyu—Sonrió con ironía—. Sólo te vi besando a SunHee en mi propia casa.

—¿Lo viste?—Un escalofrío recorrió mi espalda.

Ella asintió.

—Pero, ¿por qué te molesta tanto?—Pregunté.

—No creo que quieras saber.

—Sandra...

—¿Qué?

—No quiero seguir así. Seamos igual de unidos que antes.

—¿De verdad? No creo que eso sea posible—Sonrió irónicamente—. Quise arreglar las cosas contigo tiempo atrás, en serio, lo intenté, pero tú jamás pusiste de tu parte.

—Te veías demasiado ocupada con TaekWoon, ¿cómo interrumpirte?

—Lo mismo te digo a ti—Me miró amenazante.

—No metas a SunHee en esto.

—¡Tú tampoco metas a Taek!

Ahí íbamos de nuevo.

—Paremos esto—Suspiré—¡Estoy harto de pelear contigo!

—¿¡Crees que yo no!?—Se acercó a mí con una expresión de furia en su rostro.

—Entonces dime qué sientes, no te quedes callada—Suspiré—. Quiero que seas sincera conmigo.

—No me digas que sea sincera contigo—Tomó aire—. Esto ya no está funcionando, Kyu...

—¿Qué quieres decir?

—Lo siento—Cerró los ojos y vi las lágrimas resbalar por sus mejillas—. Lo mejor que podemos hacer es estar alejados un tiempo.

Me quedé asimilando lo que acababa de decir.

Se limpió las lágrimas e intentó caminar hasta las escaleras. Le costaba trabajo estar de pie, así que sólo fui y la ayudé, la acompañé a su habitación y antes de irme, tuve la necesidad de abrazarla. Y lo hice.

No dijo nada, así que sólo escuché sus sollozos mientras hundía su cara en mi pecho.

Pensé que tal vez al siguiente día olvidaría todo lo que había dicho, pero eso no significaba que no lo pensara. Ella en verdad deseaba que tomaramos caminos diferentes. De alguna manera la idea sonaba bien; ella dejaría de sufrir conmigo y yo la olvidaría de una vez por todas.