Capítulo 6: ¡Sorpresa!

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Una mañana, Riley despertó y fue a la escuela como siempre. Pero, Furia despertó muy malhumorado esa mañana. Y nadie sabía por qué.

-Furia... ¿Te pasa algo?- Alegría estaba preocupada.

-No me pasa nada, ¿OK?

-Furia, ¿Por qué estas así? Estas echando humo...- Le preguntó Desagrado.

-Ustedes dos, ¿QUIEREN DEJAR DE FASTIDIARME?- A Furia de le hizo una fogata en la cabeza y las asustó a ambas, convenciéndolas de que de verdad estaba furioso.

Y esto causo, claro, que Furia manejara más la consola, y que Riley estuviera malhumorada durante todo el día. Y nadie sabía por qué.

Cuando regresó a casa, Riley se fue a su cuarto a vestirse de entrecasa. Y sintió algo raro. Furia dejó de manejar la consola. Riley, se sintió muy extrañada. Se quitó la ropa para cambiarse, y ahí....

-¡......!- Se sorprendió.

Todos miraron la Pantalla, y se aterraron. No podían creer lo que veían.

-¡Ay no! ¿Que es eso?- Preguntó Temor tomando control de la consola.

Riley se asustó. Se vistió rápido, y con ropa interior en mano, corrió.

-¡MAMÁ!- Gritó Riley.

-Riley no grites, ¿Qué pasó?

-Mira esto- Riley le mostró la ropa interior, asustadísima. La madre la vio. Y no parecía asustada, al contrario, abrazó a su hija y comenzó a lloriquear de la emoción:

-Ay, mi pequeña-Dijo su mamá emocionadísima- ¡Te vino la menstruación!

-¿Quéeee? ¡No puede ser!

La madre la soltó.

-Ven conmigo- Dijo su madre subiendo. Riley la siguió. Ambas fueron al cuarto de mamá. Mamá abrió un cajón y le dio un paquete extraño.

-Toma- Le dijo a Riley- Es un paquete de toallitas. Ponte una siguiendo las instrucciones, y cámbiate, que hay que ir a la tienda a comprar más.

Riley obedeció a su mamá. Mientras, sus Emociones estaban súper atónitas.

-No puede ser, ¡A Riley le vino a menstruación! Esto no lo puedo creer.- Dijo Alegría.

-Yo tampoco- Dijo Tristeza.

-Ay chicas, no sé por qué, pero de repente me siento incómoda... Esto es cosa de mujeres y hay dos hombres por allá...

Todas levantaron la mirada. Al frente suyo estaban Furia y Temor, con mirada baja; estaban hechos un tomate literal (Furia tenía la cara rojo fuego, digo por aclarar), porque lamentablemente, tenían que presenciar una cosa de mujeres siendo ellos hombres.

-Chicos, por favor, no se sientan así...- Les dijo Alegría tiernamente.

-¿Y cómo quieres que nos sintamos?- Dijo Temor.

- Felices, claro.

-¿Felices?- Dijo Furia- ¿Felices por lo de Riley?

-¡Sí! Es un motivo de felicidad, porque Riley ya es una mujercita! ¡Creció!

-¿Pero cómo vamos a celebrar algo de mujeres si somos hombres?- Dijo Temor.

-Porque son parte de su vida. ¿No les causa orgullo que nuestra niña ya se hizo señorita?

-¡Claro!- Dijo Desagrado-Además, no tiene nada de malo celebrar algo de mujeres si son hombres.

-En especial si son parte importante de su vida- Dijo Tristeza.

-¡Exacto!- Dijo Alegría.

-Bueno, creo que tienen razón- Dijo Furia- Pero... ¿Qué teníamos que hacer ahora?

-Tenemos que acompañar a mamá a comprar... Toallitas, ¿No?- Dijo Desagrado.

Mientras tanto, Riley ya estaba lista para ir. Ella y su mamá salieron de casa y caminaron hacia el supermercado. En el transcurso, Temor y Alegría decidieron interrogar a mamá:

-Mamá... ¿La menstruación me vendrá todos los meses?

-Sí, por supuesto.

-¿Y por qué a una compañera mía le viene de vez en cuando?

-Eso les pasa a algunas mujeres a veces, pero por lo general, viene todos los meses.

-¿Y eso que me diste, para qué sirve?

-Ah, las toallitas... Es para que no se manche la ropa.

-Ah... ¿Y la menstruación tiene como "efectos secundarios"?

-Algo así... Nos tornamos mas bipolares, irritadas y sensibles, en especial mas enojonas. Pero es normal. También es posible que te duela la panza. Para eso vamos a comprar pastillas de ibuprofeno, que quita el dolor.

-Ahhhhh...- Dijeron todas las Emociones. Eso explicaba por qué Furia estaba así ese día.

Mamá y Riley fueron al súper y compraron lo que necesitaban. Y cuando regresaban a casa, mamá abrazaba a Riley, emocionada, porque su hijita se hizo señorita.

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Intensamente: Una nueva etapa, un nuevo desafíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora