Fueron a cama de Robin y como no era muy grande estaban algo apretados, además el fornido cuerpo de Zoro ocupaba espacio.
-¿Quieres abrazarme Espadachín-san?
-A lo mejor la que quiere abrazarme eres tú mujer.
-Puede...
En vez de abrazarlo, acarició su abdomen y le dió un beso en su cicatriz, Zoro acercó sus labios a los de ella, pero sin llegar a tocarlos y le acarició su pelo largísimo, negro y que tenía un olor muy dulce, como a flores recién florecidas. Él quería que esta vez, ella lo besara, estaba esperando la reacción de la morena pero como no lo besaba, movió su cabeza hacia la de él y ella lo besó indirectamente. Zoro correspondió ese beso y lo hizo muy dulcemente y luego con más fogosidad.
-Me has besado mujer.
-¡Has echo trampa!
-Uiiii... que mentirosilla...
Los dos sonrieron, querían algo más, no se iban a quedar así, sin embargo sabía que Robin solo quería jugar y si él quería algo de ella primero tendría que jugar y luego tendría lo que él quería. Pero Robin de repente se puso encima de él y lo besó como si no hubiera mañana, él aprovechó y acercó sus fuertes manos a su espalda y la acarició para luego masajearla. Ella no dejaba de besarlo hasta que preguntó:
-¿Te gusta mi ropa interior Espadachín-san?
-Demasiado, pero ahora mismo sobra
-No vas a conseguir quitármela
-¿Eso crees mujer?
De repente, escucharon unos pasos y se vistieron rápidamente. Sanji entró por la puerta sin ni siquiera llamar.
-Marimo ¿que haces en la cama de Robin-chan?
-¿Y tú que haces aquí cocinero pervertido?
-Nos volvieron a dar 2 camas en vez de 3 y Nami me deja dormir en su cama para proteger a Robin-chan
-Ya la protejo yo.
-Bueno, yo tengo permiso para dormir en la cama de Nami, Robin que duerma en su cama obviamente y tú pues pones un colchón en el suelo.
Sanji les había fastidiado a los dos pero bien, ya no había nada que hacer. Aquel cocinero se olía algo, posiblemente sabía que algo ocurría entre ellos dos y no quería que fuera a más. Poco a poco los tres se fueron quedando dormidos.
Cuandó salió el sol, la primera en levantarse fue Robin que tenía su pelo negro todo enredado así que se dirigió al baño para pegarse una ducha y luego desenredarse el pelo. Mientras se duchaba recordaba todo lo que ocurrió ayer con Zoro. Aquel chico le gustaba pero quizás solo quería pasión, no quería ni amor ni nada, solo era un juego. Sanji al despertarse fue a preparar el desayuno y el peliverde... pues seguiría durmiendo hasta que alguien lo despertase.
-¿Donde está el Espadachín-san, Cocinero-san?
-¡Buenos días Robinnn-chwannn! Está durmiendo, ahora voy a despertarlo.
-Si quieres voy yo...
-No hace falta, disfruta del desayuno.
A Sanji le costó despertar a Zoro, se veía que el sueño que estaba teniendo, fuese el que fuese le gustaba bastante. Se le ocurrió decir algo en la oreja de Zoro para saber como reaccionaría:
-Robin-chan, se nota que me quieres más a mi que al marimo.
-Robin... -dijo Zoro y abrió su ojo
-Por fin despiertas. ¿Que te traes con Robin-chan? No juegues con Nami ni con ella.
Sanji siempre pensaba que todas las chicas eran de él, eso era bastante agobiante, decidió pasar de desayunar y fue a entrenar. Robin decicidió acompañar a Nami en sus compras y así pensar un poco en todo.
-¿Robin estás bien?
-Si, simplemente estoy algo despistada
-Ví un vestido precioso para ti, seguro que enamorarás a cualquier chico
¿Nami lo sabía? ¿Al final todos sabían el rollo que ellos tenían? Si eso era así, no podían seguir jugando, aunque casi apenas habían empezado. Tenía que acabarse. Por un rato, dejó de pensar en el tema y miró aquel vestido que le había enseñado ella, realmente era precioso. Se lo puso. En su cara había una sonrisa realmente grande, ese vestido era realmente una pasada: cortito, sexy, apretado al cuerpo... realmente valía para consquistar a cualquier chico que ella quisiera... a Zoro por ejemplo... ¡Otra vez estaba pensando el él! ¿Tanto le importaba?
Mientras, Zoro seguía entrenando y tenía el mismo dilema que le pasaba a Robin: no se la podía sacar de la cabeza.
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Nuestro futuro (ZoRobin) (LuNa)
FanfictionLa Tripulación del Sombrero de Paja están en una isla perfecta en la cuál pasarán muchas cosas. Los personajes no me pertenecen son de Eiichirõ Oda.