Nuestro futuro (ZoRobin) (LuNa)

9: Invitado

Robin se volvió a despertar la primera, tanto pensar la estaba matando. Al salir de la habitación, vió a un chico de espaldas, mirando al mar. Ella reconocía ese estilo de ropa y ese cuerpo. Él se dió la vuelta y le sonrió.

-¡Nico-ya!

-¡Law! ¿Vas quedarte con nosotros unos días?-ella le devolvió la sonrisa

-Si, necesitaba un poco de descanso

-Se alegrarán de verte

Robin lo invitó a pasar a la cocina, se quedaron hablando un rato hasta que fue llegando poco a poco la tripulación, estaban bastante contentos de verlo.

-He reservado unas habitaciones en un hotel bastante lujoso, el barco lo cuidarán unos amigos míos así que no os preocupéis.

-¡Genial!-gritaron todos.

-Las habitaciones son compartidas. Ya hemos hablado de que Nico-ya y yo vamos en la misma, para hablar de unas cosas.

-Yo también voy con vosotros.

-De acuerdo Zoro-ya

Aunque fuera Law, que era improbable que se le pasara por la cabeza algo con Robin, por si acaso los acompañaría, no quería dejarla sola con ningún chico. Después de decidir sobre las habitaciones, Franky le pidió a Zoro que le acompañara a comprar unas piezas para el barco. Mientras,
Law buscaba un libro sobre medicina con la ayuda de Robin.

-En aquella tienda hay libros muy buenos, quizás te sirva alguno.

-Eso espero Nico-ya, ¿miraste en todas las tiendas para encontrar aquel libro?

-Creo que sí.

Miraron en varias tiendas y no encontraron ni el libro que quería Robin ni el libro que quería Law, estaban bastante desilusionados.

-Nico-ya, tengo que hablar con alguien de la ciudad, ¿podrías esperarme 5 minutos en la taberna?

-Claro -y le sonrió

Robin en vez de ir a la taberna, decidió ir a mirar en la última librería que no habían mirado y por casualidad del destino, encontró el de Law y se lo envolvió para regalárselo. Quería recompensarle por haberles pagado el hotel y además lo había pasado bastante bien con él. Por el camino se encontró a Zoro. Ella se escondió el regalo en la espalda.

-Hola mujer, ya ayudé a Franky. ¿quieres tomar algo?

-Si, tengo que esperar a Law en esa taberna.

-Ah... ¿que es eso que escondes?

-Eh... nada. Es un regalo para Nami

-¿Para Nami? ¿Que es?

-No te lo puedo decir que si no se lo cuentas. Vamos a beber.

Zoro sabía que algo le ocultaba pero no le dió mucha importancia. Fueron a la taberna y él se empeñó en que Robin tomara sake, ella no estaba muy acomstumbrada a tomarlo aún así lo tomó por él. Durante ese rato, no hablaron nada de la relación que ellos tenían, hablaron de otros temas y se lo estaban pasando bastante bien aunque las mejillas de Robin se estaban volviendo más rojas por el sake.

-Estás muy guapa sonrojada Robin

-¿Eso crees Zoro? Siento vergüenza...

-No deberías...

Acercó sus labios a los de ella, la iba a besar pero apareció Law y se tuvieron que separar.

-Hola Nico-ya, Zoro-ya

-Hola-dijeron los dos.

-Estás un poco roja ¿no? Aunque creo que te queda bien.

-Gracias Law...

Ella se puso más roja, tanto uno como otro le habían dicho que estaba más guapa así y había bebido un poco de más... esperaba poder controlar la situación. Le dió otro sorbo al sake y le cayó un poco por fuera de los labios, Law pasó su dedo pos los labios de ella y lo deslizó hasta el mentón para limpiar aquellas gotitas, lo hizo sensualmente. Al principió pensó que tenía imaginaciones por beber sake pero al ver la cara que puso Zoro de enfado, pudo comprobar que todo lo que sucedía era de verdad.

-Creo que ella podía limpiarse solita.

-Zoro-ya, aunque estea muy linda así, no deberías enborracharla. Es poco caballeroso.

-Tsk...

Pasó de meterse en líos y no le hizo caso, estaba allí con una cara de enfado mientras Robin intentaba mantenerse lo más normal posible.

-Zoro-ya, vete a la barra a pedirme más sake por favor.

Zoro no protestó y fue a pedir, tuvo que esperar un rato ya que había mucha gente. Mientras, Law aprovechó para hablar con Robin.

-Nico-ya, cuando lleguemos al hotel te enseñaré algo que te gustará.

-¿Lo-lo q-que?

-Algo, no te impacientes y por cierto, en realidad, Zoro-ya hizo bien en emborracharte.

Le dió un beso en la mejilla. La pobre de Robin cada vez entendía menos.