Nuestro futuro (ZoRobin) (LuNa)

7: Problemas

-Robin, no quiero soltarte nunca.

Acarició a Robin, tocó todo su cuerpo y la besó con locura, la quería más que a nadie en esta vida. Zoro la hizo toda suya toda la noche. Fue la mejor noche para los dos.

Durmieron solo unas horas, pero ya era hora de irse, no podían quedarse allí mucho tiempo más.

-Vamos al barco

-Zoro... yo... no quiero decir nada a la tripulación de lo nuestro, es decir solo somos amigos.

-¿Solo amigos?

-Me gustas pero... solo es atracción

-¿En serio?

¿Robin estaba diciendo que solo le gustaba físicamente? Él la quería. ¿Ella solo sentía deseo hacia él? Él quería estar siempre con ella, como pareja y cumplir sus sueños juntos. Pero solo eran "amigos". Dios... esa palabra era horrible. Le dolía el corazón a morir, quería irse de allí, irse a entrenar o dormir.

-Me voy a ir mujer, vete al barco en un rato, así no sospecharan de que hemos dormido juntos.

-Zoro...

-No me llames Zoro, prefiero lo de espadachín que es más de "amigos"

-Tienes que entenderlo... ha sido divertido...

-Prefiero que no sigas hablando, me voy.

Zoro se fue pero de su ojo caían unas gotas, unas gotas de dolor y sufrimiento. Sólo amigos, la peor palabra, la palabra que nadie quiere oír de una persona que quiere.
Robin se sentía fatal, no quería hacerle daño, él le gustaba pero no podía dejar que toda la tripulación se enterase, además, puede que siendo pareja cambiaran demasiadas cosas e incluso sus sueños y eso no podía ser así, las cosas tenían que ser como siempre. Pensó un tiempo en aquella cama sobre todo y luego se vistió con aquel precioso vestido que ya estaba seco. Se fue con paso lento hacia el barco. Todos ya estaban reunidos y querían saber lo que había pasado aquella noche.

-Robin, ¿que tal anoche?

-Nami, vi a Robin toda la noche con un tío, luego entró con él en la mansión, lo demás no lo sé. -dijo Zoro con un tono de enfado

-¡Que suerte Robin! ¿Era el chico con el que hablabas antes de que me fuera?

-No Nami, era otro.

-¿Y como era?

-Pues era fuerte, con una cicatriz un poco idiota y el pelo de color ver...

Zoro no la dejó terminar.

-De color marrón ¿no Robin?

-Supongo Espadachín-san -dijo Robin un poco triste

-¿Os pasa algo?

-No Nami. Simplemente no me caía bien ese tío, quizá porque era demasiado "idiota" para enamorarse.

-Eh Zoro, ¿que tiene de malo enamorarse? -gritó Sanji

-Nada, me voy a dormir.

Nadie entendia nada pero las dudas que tenían Franky y Sanji sobre Zoro y Robin se habían disuelto, ya no pensaba que tuvieran alguna cosa al decir que ella había estado con otro tío toda la noche.

Ella tenía mucho sueño, le pidió a Sanji un té para relajarse pero él no dejaba de ponerle nervioso sobre el tema de la fiesta y Zoro no podía dormir por el mismo tema. Ella empezaba a pensar que había sido mala idea eso de decirle que solo fueran amigos, pero ahora no se iba a echar atrás. Sin embargo, Zoro pensó que aún tenía alguna oportunidad de estar con aquella mujer, solo tenía que dar un empujoncito.

A la hora de cenar, Zoro empezó a hablar con Luffy en un tono que Robin pudiera oir bien.

-Luffy ¿te acuerdas de la dependienta de la tienda?

-Sí, ¿que pasa?

-¿Crees que podría ser mi novia?
Todos escupieron lo que estaban bebiendo o comiendo en ese momento.

-¡ZORO QUIERE A UNA CHICA!-gritaron todos menos Robin y Luffy

-Era guapa, ve a verla mañana

Robin empezó a sentir celos, se suponía que eran amigos pero aún así le dolía que él se fuera con otra, si iba a estar con una chica ¡que fuera con ella! Aunque claro... después de rechazarlo de aquella manera normal que se fuera con otra. Todos se fueron a dormir y ella no dejaba de darle vueltas a la cabeza, posiblemente si lo viera con esa chica se pondría mala, le notarían que estaba celosa... era todo demasiado complicado y no sabía que hacer. Podía pedir consejo pero eso haría que la tripulación supiera todo. Zoro solo esperaba que su plan saliera bien y poder estar junto a ella siempre, ella pensaba que el problema era que la tripulación se enterara pero eso no era un problema, incluso podía ser una cosa buena.