6.- Bienvenida.

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Afuera del orfanato estaba estacionada una camioneta familiar de color negra, el chico de hace un rato me tomo de la mano y me llevo hasta ella. El viaje a mi nueva casa estubo muy tranquila, mientras que pasabamos cerca de unos cerezos el señor Andrade hablo.

— Desde hoy sere tu padre y me puedes llamar así o simplemente llamame por mi nombre, llamame como gustes pequeña.

— ¿Cual era su nombre? - Pregunto algo desorientada ya que no lo recordaba.

— Roy, Roy Andrade.

Llegando a casa de los Andrade note que el lugar era casi idéntico que al de mis pesadillas eso me hiso retroceder un paso pero Roy, mi nuevo padre, me sostuvo y me dijo que no me preocupara, que no me iban a lastimar. Avance a la puerta principal y antes de abrir Tony, mi nuevo hermano, me toma de la mano y me guía hacia mi nuevo hogar.

Roy dentro mi pequeña maleta y Luo-an va a su lado, sonreían como una familia feliz, nos miraba a Tony y a mi con el amor de unos verdaderos padres afectivos. Cuando Roy cierra la puerta mis nuevos padres me dan la bienvenida a lo que yo les respondo con algo de ánimo fingido. Tony me guió a la habitación que seria mía y cuando entramos él por primera vez habla.

— Bienvenida Victoria.

— ¿Eh?, crei que no hablabas. - Respondo con un pequeño tono de sorpresa.

— Lo hago pero muy poco, el abuelo dice que soy un hombre de pocas palabras. - Sonrie nuevamente y se rasca la nuca, pareciera que todos creen que no habla. - Casi siempre pasa con las personas que...

— ¿Porque me elejiste a mi? - Lo interrumpo y le miro fijamente.

— Te veías hermosa en ese lugar. - El desvía un poco la mirada y pasa las manos por un mueble, luego se gira nuevamente hacia mí y sonríe - Desde que te vi quise que formaras parte de mi familia.

Me quedo en silencio y no muestro ninguna expresión, mis dudas estaban siendo respondidas pero a la vez no me satisfacen del todo. Aun no entiendo porque a mi, siendo que habian chicas más hermosas y de linda sonrisa, no como yo, una inexpresiva que no puede sonreir si no es fingida.

— ¿Te molesta lo que dije? - Me mira algo desilusionado y juega con sus dedos.

— No, solo que... - Suspiro - como explicarlo...

— Dime y yo escucho, ademas me gusta tu voz.

— No puedo mostrar emoción por nada - lo miro a los ojos - y si alguna vez puedo sentir algo es oculto por mi misma.

— En cierta manera somos iguales, - el sonríe y se acerca a mi - yo soy de pocas palabras y tu de pocos sentimientos.

Por primera vez en mucho tiempo hise una pequeña sonrisa y Tony me la respondio con una enorme sonrisa de lado a lado. Luego me ayudo a guardar mis cosas pero ambos estabamos en silencio, me agrada este chico creo que seremos unidos. Si lo pienso detenidamente esta es la bienvenida más cálida que he recibido, recuerdo que cuando llegaba con mis verdaderos padres ellos pocas veces me daban la bienvenida, creo que ese fue uno de los factores de mi falta de sentimientos.

Me puse a mirar que el closet era demaciado grande para mi poca ropa, Lou-an paso fuera de la habitación y noto que yo miraba el closet y mis pocas pertenencias. Ella entro y dijo que si queria me comprarían ropas nuevas y todas las cosas que yo quisiera, yo le agradecí pero no le pedi nada ya que no hacia falta. Al parecer Luo-an siempre habia soñado con tener una hija, lástima que yo no sea el tipo de chica que hiciera cosas muy femeninas. Solo espero que no se aburran de mi "falta", solo espero que esta vez mi falta no afecte a esta familia, solo espero que no tenga que despedirme tan rápido de ellos, solo espero recuperar lo que perdí hace mucho tiempo.

*Nota: cuando Victoria habla sobre su "falta" se refiere a la falta de emociones o sentimientos.*

El secreto de Victoria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora