El secreto de Victoria.

16.- Hielo.

Comenzamos a caminar en cuanto Will recuperó el aliento y llegamos a un edificio abandonado, parece un hotel de esos que las camas huelen extraño y el baño es peor aun. Entramos y un aroma nauseabundo llena nuestras fosas nasales.

— ¿Enserio nos quedaremos donde posiblemente alguien haya muerto? - preguntó con sarcasmo - huele peor que los calcetines sucios de Roy.

— Y ni te imaginas los de Cara - replica tranquilamente y camina por los sucios pasillos - ahora, nos quedaremos aquí la noche, tu hermanito nos vio así que posiblemente estén buscándote, no correré el riesgo de perderte.

Escucho todo pero guardo silencio y solo le sigo el paso evitando tocar algo de procedencia peligrosa. Y ahí esta otra vez, esta hablando extraño y cuando se voltea veo nuevamente esa mirada, la que tenía en el techo del edificio.

— Tu... - mira mis ojos y se detiene en seco, parece que trata de buscar las palabras exactas y termina solo diciendo - tu duermes aquí, yo... - otra pausa - yo estaré en la otra por si se te ofrece algo.

— Si una rata me empieza a comerme los pies te llamo.

Sonríe un poco y se mete a la habitación de al lado, parece algo desorientado o ¿sera mi idea?. Trato de no darle vueltas a la situación pero me es imposible.

Pienso en como en unas horas nuestra relación de compañeros se volvió algo turbia solo por haberme encontrado con Tony, ¿acaso Will no soporta la idea de seguir siendo humano y quiere ser un "ser divino"? ¿o solo tiene celos de mi hermanastro?, ¿o sera acaso que solo no quiere perderme?. No lo creo, no soy de ese tipo de personas que no se olvidan, soy mas de las que ni se enteran que estoy en un lugar, casi invisible. Suspiro y recorro mi "habitación" sin encontrar nada interesante mas que solo figurillas baratas solo para adornar el lugar, algo de ropa sucia y apilada en un lado.

Toco la vieja y gastada colchoneta en la que se supone dormire pero de ella comienzan a salir un enjambre de arañas, pego un grito al cielo y trato de escapar pero las malditas invaden casi todo el lugar, tengo miedo y me agacho abrazando mis rodillas, mis pies se congelan y siento como un hielo sale de mi cuerpo congelando todo a mi alrededor. Mi respiración es entrecortada y siento cansancio, escucho los gritos de Will del otro lado de la puerta pero esta esta bloqueada por una capa de hielo.

— ¡Victoria! - grita a la vez que siento un estallido y la puerta es derivada.

— Will... - atino a decir y como una niña desprotegida le estiro los brazos.

— Tonta. - me toma en sus brazos y murmura - Te dije que si me nesecitabas...

No alcanza a terminar y yo me aferro a su cuello temblando de miedo, desde niña había odiado a las arañas y si veía una Yuly las mataba pero esta vez ella no estaba para defenderme. Tiemblo, inconscientemente tiemblo y no quiero soltarle. El solo guarda silencio y tomandome como si fuese una princesa me lleva a su habitación y se sienta en la cama conmigo en sus piernas, no me suelta y cuando ya dejo de temblar habla.

— Niña boba, me hubieras avisado antes, ¿como iba a saber que le temías a las arañas? Por un segundo creí... - se muerde el labio inferior y maldice - mierda, creí que te perdería. - suspira y me aleja un poco solo para ver mi rostro - desde hoy dormiras conmigo niña, ¿queda claro?

— Si querías acostarte conmigo solo tenias que decirlo, Sebastian.

Esa no fui yo, siento que soy solo un espectador; solo puedo ver lo que hace mi cuerpo pero no soy yo la que da las ordenes, se siente como si fuese otra persona y el lugar es como una sala de cine. Todo esta completamente negro y lo único que se puede ver es una gran pantalla enfocando a Will.

— ¿Vicky? - la confusión en el rostro de él es evidente, sabe que soy yo y empuja a la invasora - ¿quien demonios eres? - unas luces rojas pasan por su venas y llegan a su mano formando un candente fuego, el frunce en ceño y apunta el fuego hacia nosotras.

— Vamos Sebastian se que sabes quien soy, no me matarías denuevo o ¿si?

— ...Mina... - murmura el chico y baja la mano - trae devuelta a Victoria, tu ya no perteneces a este plano. Abandona el mundo terrenal y devuelve el alma del actual tú.

— Tu no puedes exigirme nada, Sebastian. - ¿porque le llama Sebastian a Will? El actúa tan natural con la intrusa, como si se conocieran de toda la vida. - Voy a destruir el alma de esa chica y yo regresare, tendré una segunda oportunidad y tu esta vez no me...

— Estas muy equivocada impostora, - digo al aire y me agacho tocando el suelo, este se congela creando un camino hacia la oscuridad - no te desaras de mi tan rápido.

Sonrió a medias y miro hacia donde salían las imágenes pero este esta en negro, no se si esto es normal o sea solo un sueño como los demás pero mientras trataba de descifrar lo que sucede siento un golpe en mi estómago. La chica del sueño, la de cabello plateado, esta frente a mi con el ceño mas que fruncido y un puño en mi estomago, ella era la intrusa.

— No impedirás mi segunda oportunidad de volver a...

Mi puño cae sobre su mejilla y ella se aleja tocándose la cara, mi rostro es sereno a pesar de tener una gota de sangre desde mis labios hasta el mentón, su golpe causo mas de lo que pensé pero aun así no es como para dejarme fuera de la contienda. Antes que me llevaran al orfanato estaba viviendo en las calles y tenía que pelear con muchas personas por comida o abrigo, luego llegaron los del orfanato y deje de pelear. A pesar de todo eso mis costumbres no se van, si tengo que pelear lo hago y si ella quiere que pelee eso haré.

Pongo mis puños frente a mi rostro y mis piernas se mantienen firmes al suelo. De la nada siento ese frío que siento cuando congelo todo, el hielo al cual antes temía ahora se solidiza en mis puños y entiendo todo. El hielo en mi interior esta ligado a mis emociones.