20.- Marcas.

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Ya han pasado cuatro días, cuatro endemoniados días de incertidumbre del no saber que mierda era esa marca en mi cuello. Will y Adam se han estado rompiendo el cerebro tratando de descifrar el enigma de las marcas pero aun no encuentran nada y cada día la tensión aumenta.

Will siempre ha mantenido toda información sobre los elementos y sus secretos pero esto, esto es algo de lo que el no tiene información y lo consterna día y noche.

Cara por otra parte da mas dolor de culo que ser una ayuda y no ha parado de decir que la marca no tiene importancia, no para de decir que un hombre me la hizo y yo no quiero admitirlo, pero Will confía en mi palabra y deshecha los comentarios de Cara y continua buscando respuesta. Por mi parte solo me he trastornado día y noche pensando en como me habré echo esa jodida marca en mi piel. Siendo sincera no puedo recordar como, cuando o siquiera quien lo hizo; lo único que recuerdo de ese día fue haber visto la imagen de Smile en la TV vieja de Karina y luego, luego...

— Vicky... Otra vez piensas dejar la comida. -el rubio que ha estado haciéndose cargo de las comidas irrumpe mi linea de pensamientos.

— Perdón Adam, pero no tengo hambre. - respondo fría encojiendome de hombros.

— No no no no jovencita, tu vas a comer porque yo no uso mis hermosas manos en hacer comida que luego la desecharan. - parece todo un princeso, pienso y me río para mis adentros.

Debería comer algo pero con toda esta situación el apetito parece que se ha ido de vacaciones y no piensa volver en un buen tiempo. Pasados unos minutos levanto la mirada y me encuentro con la mirada furiosa y dolida de Adam, parece que enserio le duele que deje su comida. Suspiro y comienzo a remover con el tenedor el espagueti con salsa, hace rato estaba servido hací que era obvio que estaba frío pero aun así comienzo a comer.

— Oye Hielito... - se sienta a un lado mio y se recarga en la mesa soportando su rostro entre sus dedos entrelazados - puedo preguntar ¿que se sintió besar a tu opuesto?

Me toma con la guardia baja, justo en ese instante que pasaba la comida por la garganta haciendo que me atore y comienze a toser como idiota. Eso si que fue impredecible.

En cuanto me recupero tomo unos tragos de agua que tenia a un lado de mi plato y miro de reojo al rubio junto a mi, el tiene una sonrisa picara y llena de curiosidad.

— Acaso tu quieres también besarme, - contesto finalmente con mi típico tono tranquilo y frío - porque seria asqueroso Rubio...

— ¿Yo, asqueroso? - pone una mano en su pecho y simula estar dolido por mis palabras- No Hielo, yo sentiría asco. Te imaginas que yo, el mas hermoso de todos bese a la rara del lugar, no, que horror.

Ambos nos miramos y nos reímos casi al mismo tiempo, debo admitirlo estar con Adam no es tan malo como pensaba en un principio. El trae ese humor con el y me sube el animo, de igual manera me hace olvidar toda esta locura y solo actuamos como dos adolecentes con confianza uno del otro.

— Siendo sincera, -trato de buscar las palabras para describir la sensación de mi conexión con Will - fue algo extraño. En un princio sentía que tenia como una pequeña chispa en mi pecho que luego se fue acrecentándo, luego se expandió por todo mi cuerpo en cuanto el me beso. - hago una pausa y miro fijamente el plato de comida, siento que estoy hablando mas para mi que para el.

— ¿Fue como cuando descrubiste tu poder o fue, diferente?

— Fue totalmente diferente, cuando congele a ese borracho en el callejón sentí algo frío recorriendo mis brazos y luego exploto en hielo; en cambio cuando bese a Will fue como si hubiese fuego en mi pecho pero este se sentía como si no fuese mio del todo, ¿me entiendes?

— Hmmm... - se toma la barbilla pensativo - ¿como si el fuego que sentiste fuese compartido?¿algo así?

— Exacto.

— Que interesante. - puntúa y se para, me sonríe a medias y toma mi mano- debemos decirle esto a Will, el no tiene idea de esto, puede que lo ayude con su búsqueda.

¿Que, ir con Will? No, no puedo hacerlo. Desde aquel día no hemos cruzado palabras y en cierto modo me da algo de vergüenza hablar del tema con el, siento que seria incomodo, mas si Adam esta ahí. Sin prestar atención a mis protestas el me arrastra al piso de arriba y me hace entrar en la habitación de Will. Demonios, ¿y ahora que mierda hago?. Trato de parecer lo mas tranquila posible pero la poca fuerza de voluntad que me había echo mientras subía las escaleras cae inmediatamente al suelo cuando él posa su mirada en mi. Sus hermosos ojos ámbar recorren cada segmento de mi y luego pasan a algo mas, por un segundo había olvidado que Adam estaba tras de mi y que estaba presenciando todo.

— Will, cuentame ¿que sentiste al besar a este hielito? -con la sola mención de eso nos descuadra a ambos y no se porque siento que esto no va a tener un lindo final.

El secreto de Victoria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora