Miro por la ventanilla del coche desganada. Hace rato que hemos dejado el hotel atrás y ninguna ha dicho nada, salvo mis padres y mi hermano, que no paran de hablar de lo increíble que ha sido conocer Madrid.
-Bueno, contadme.-nos mira mi madre.-¿Tan mal ha ido para que estéis de morros?
-No.-digo seca.-Ha sido el mejor fin de semana de mi vida.-miro a Marta.-Se ha acabado demasiado pronto.
-Así que es eso.-sonríe mi padre.-Bueno, tranquilas, ya habrán más cosas.
Doy un suspiro sonoro y apoyo mi cabeza en la ventanilla.
Joder, como duele irse ahora que todo acababa de empezar.
Pero era inevitable.-¿Puedes subir la música?-pregunto en un susurro y mi madre asiente no muy convencida.
La canción de Grandes suena en el coche y sonrío medianamente porque sé que aún en la distancia, están, y eso a veces importa mucho.Pasan horas, horas y más horas.
Me hago la dormida, como Marta, para evitar que alguien saque el tema. La vuelta a casa se me hace muy larga, cuento cada segundo que pasa, y joder, cada vez que me permito pensar en lo que puede pasar a continuación me acojono.Noto como me zarandean, y abro los ojos molesta. Marta hace lo mismo, y bajamos del coche con una depresión encima increíble.
Veo a Marta llamar a sus padres, en una hora aproximadamente estarán aquí recogiéndola y esto va a ser otra dura despedida que no quiero presenciar.
-¿Quieres hablar?-digo una vez que entramos a mi habitación.
-Me besó.-suspira y sonrío medianamente.-Nos besemos.-traga saliva.-Y ahora....
-Te entiendo.-la corto sentándome en la cama.-Yo y Jesús...-bufo.-Simplemente en dos días me ha echo sentir como hacía tiempo que no me sentía.
-¿Viva?-adivina y asiento.-¿Qué se supone que vamos a hacer ahora, Silvia?
Se sienta a mi lado y me echo las manos a la cara.
No lo sé.-Intentarlo.-digo no muy segura mientras la miro.-Echarle cojones.-me muerdo el carrillo nerviosa.-Yo al menos quiero hacerlo.-asiente.-No podría perdonarme jamás no haberlo intentado.-miro a un punto fijo.-Lo hago por él pero también por mi.
-Y yo pero tengo miedo.-susurra y centro mi vista en ella.
-Yo también.-suspiro.-Pero no pienso dejar que el miedo me haga perder de nuevo.
Nos quedamos unos minutos en silencio, observando cualquier cosa y pensando cada una en lo nuestro.
Es un silencio que necesitamos ambas.-Silvia.-me llama.-Después de esto....-suspira.-No te olvides de mí.-pide.-Pase lo que pase, por favor.
Sonrío un poco y la abrazo muy fuerte.
¿Cómo iba a olvidarme de ella?
Si es mi mejor amiga joder, mi pilar.-Jamás voy a olvidarme de ti.-susurro.-Quiero que lo sepas.-me separo de ella.-Siempre juntas, ¿vale?
*******
-¿Habrán llegado ya?-me siento en la cama con el móvil en la mano nervioso.
-Supongo.-se encoge de hombros Dani.-Son las seis, y se fueron pronto.
Lo miro atentamente.
Está tumbado en su cama mirando al techo, sin el móvil y sin nada, raro de el, pero está con entrado en algo, o mejor dicho; en alguien.-¿Crees que nos hemos equivocado?-me atrevo a preguntar, llenado hacia el.
-¿Habrías cambiado algo de lo que ha pasado este fin de semana?-me pregunta y niego obviamente. Han sido uno de los días más perfectos de mi vida.-Entonces, ¿porque me preguntas eso?
-Porque....-me peino nervioso.-Porque ya sabes con la facilidad que yo me pillo por las chicas y... joder, ella me está empezando a importar más que ninguna y no quiero cagarla, no quiero hacerle daño.
-¿Y no crees que si ella no quisiera te lo habría dicho?-me dice y asiento con la mirada perdida.-Jesús, no te comas la cabeza, deja que surja lo que tenga que surgir, habla con ella, hazla feliz y... y sobre todo quiero verte feliz a ti, y sé que con ella lo eres, lo vas a ser.
-Ya pero... la distancia...
-No me digas nada de la distancia cuando está más que demostrado que se puede querer, que se puede llevar una relación.-traga saliva.-La distancia solo son números si se trata de la gente que quieres, deberías saberlo.
-Lo sé.-sonrío un poco ya con las ideas un poco más claras.-¿Y tú qué vas a hacer?
-¿Yo?-sonríe mientras agarra su iPhone.-Pues luchar por lo que quiero, hermano.-me da una palmada en la espalda.-¿No es así como se consiguen las cosas?
-¿Y a ella la quieres?-le miro tierno, ya que esto, nos está uniendo aún más de lo que ya estábamos.
-¿Qué si la quiero?-sonríe.-Joder, en dos días ha removido en mi lo que jamás alguien había logrado.-asiento porque es justo lo que me ha pasado a mi.-No sé si la quiero, quizá sea muy pronto, pero estoy seguro que acabaré haciéndolo.
******
Silvia me acompaña hasta la puerta, y no quiero otra despedida, joder, no tengo la fuerza de voluntad suficiente para despedirme por segunda vez en el día de alguien a quien quiero.
Me mira triste.
Sé que tanto para mí como para ella esto no es un adiós, es un hasta luego, pero aún así, duele pensar que voy a tener que verla tras la pantalla como solía hacer antes.
Le doy dos besos como despedida porque no quiero ponerme a llorar y salgo detrás de mi padre, en silencio, sin decir nada, con el corazón encogido y la mirada perdida.Nada más entrar en el coche, le abro conversación.
-Siento no haberme despedido como debía.
No podía.-Tranquila, mejor así, no hubiera podido decir otro adiós.
Me muerdo el labio mirando por la ventanilla.
Apenas hemos acabado de pasar su calle, y ya la hecho de menos.Mi padre me sonríe, pero yo estoy en uno de esos momentos que no puedo hacer ningún gesto.
Lo malo de la felicidad es que cuando acaba te hundes como nadie, y más si era una felicidad como esa.
Un fin de semana con mi mejor amiga y mis ídolos.
Quien me lo iva a decir.Noto como me vibra el móvil y me muerdo el labio nerviosa al leer el nombre de Dani.
-¿Es de raros que ya te eche de menos?-leo y no puedo evitar sonreír.-Pero bueno, como tú dices, somos raros, así que, puedo decirlo.-envía.-Acabas de irte y ya te echo mucho de menos, así que, más vale que contestes diciéndome lo mucho que me quieres y así se me hará todo un poco menos pesado.-me muerdo el labio y empiezo a escribir, pero antes de eso, el envía otro mensaje.-Porque yo ya no puedo dejar de hacerlo.
-¿El qué?-contestó deseando leer su respuesta.
-Quererte.
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No me digas te quiero, quiéreme.
FanficLa magia estaba en quererle y en creer que el truco era eterno.