Mierda.

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Oigo un largo silencio y decido levantarme para ver lo que pasa.
Me acerco a la entrada para ver a Jesús parado enfrente de la puerta sorprendido, a Dani con cara de chupar limones y a Marta algo enfadada.

-Uy, ¿pasa algo?-interrumpo andando decidida hasta colocarme al lado de Jesús.

Veo a una niña rubia, de ojos claros, con una sonrisa radiante y por algún motivo siento que algo  va mal.  Mi autoestima cae en picado con cada segundo que pasa y trago saliva nerviosa.

-Hola.-me saluda dejando de sonreír.-¿Y tú quién eres?

-No.-niego con la cabeza.-¿Quién eres tú?

-Me llamo Carol.-me mira como si fuera inferior, y en estos momentos así me siento.-La chica de Jesús.

Abro los ojos como platos y lo miro confundida. Está con la cabeza agachada y moviendo los píes nervioso.

-¿Y tú?-me dice al ver que no le contesto.

-Solo soy..-murmuro.-solo Silvia.

-Oh.-sonríe de nuevo y se acerca a Jesús, cosa que hace que me gire y valla corriendo a la habitación.

-¡Silvia!-oigo como me llaman los tres a la vez y trago saliva mientras me quito el pijama y me vuelvo a poner la ropa.

Es Marta la que aparece segundos después. Me imagino que les habrá impedido que suban ellos.

-¿Qué haces?-frunce el ceño al verme recoger.

-Me voy.-anuncio.-Quédate tú.

-Espérate.-me agarra de los brazos.-¿Enserio te vas a ir sin decirle nada?

-¿Qué quieres que diga?-susurro intentando ser fuerte y no ponerme a llorar.-Oh, enhorabuena por liarte con alguien con quien no puedo competir, adiós.-la miro.-¿Eso?

-No.-me niega y resopla.-Quédate y hablarlo bien.

-Ahora no puedo hablar con nadie si no quiero llorar.-susurro.-Sabes que odio que me vean así y no voy a dejar que lo hagan ahora.-trago saliva.-Me voy a ir, y cuando me calme hablaré, y no me digas que no porque yo me voy.

Sin decir nada, abro la puerta y bajo corriendo las escaleras, pasando por delante de todos y saliendo a la calle dispuesta a irme.
A la mierda.

******

Veo cómo Silvia sale ligeramente y intento ir tras ella pero un brazo me lo impide.

-¡Silvia!-grito sin resultado y me giro para ver cómo Marta niega con le cabeza.-Joder.

-Déjala si no quieres que te diga algo que no quiere oír.-me dice mi amiga y resopló.-Hazme caso, déjala que se calme.

-¿Qué acaba de pasar?-pregunta la irritante voz de Carol y me giro para mirarla.

-Que siempre tienes que cagarlo todo.-gruño con dureza, haciendo que me mire sorprendida.

-Jesús...

-No, cállate.-entró en casa.-Vete.

-Pero...-susurra nerviosa.-¿Qué pasa?

-Que creía que había quedado claro que ya no teníamos nada.-le digo y levanta las cejas.-Vete, por favor.

Cierro la puerta y ando cabreado hasta el salón. Mierda.
Cojo el móvil y marcó el número de Silvia pero me cuelga todo el rato.

-Déjalo ya.-murmura de nuevo Marta y bufo mirándola.-La has cagado pero ella no se va sin hablar, solo necesitaba calmarse.

-¿Va a volver?-la miro con esperanza y ella asiente.

-Tenéis que hablarlo, y ella no es de las que juzgan antes de saber la verdad.-me aclara.-Simplemente sabes cómo es, si hablas con ella ahora puede ponerse a llorar o gritarte de todo menos cosas bonitas.-asiento no muy seguro yendo hacia la cocina.-Ahora explícame quién es.

-Era mi lío.-admito y suspira.-Pero ya no lo es.

-¿Y ella lo sabía?-pregunta criándose de brazos y me rasco la nuca nervioso.-Ya veo.

-Ya no hablábamos, suponía que lo sabía.

-Pues ves pensándote como vas a convencer a Silvia de que ya no te gusta la chica esta, porque es muy cabezota.-suspira.-Además, después de ver lo impresionante que es Carol, estará con la autoestima por los suelos, ella es así.

Me muerdo el labio y miro al suelo unos segundos.

-Pues no voy a permitirme perderla.-les digo.-No pienso esperar a mañana.

*******

Estoy apunto de cruzar la puerta del hotel cuando un grito llamándome me lo impide.

Me giro dudosa y veo a Jesús venir corriendo hacia mí como si fuera la vida en ello.

-¡Espera!-grita acercándose a mi y resoplo mirándolo.-Por favor.

Me acerco a él porque sé que no se irá y el sonríe de medio lado.

-Dime.-me muerdo el labio nerviosa y me agarra los brazos para abrazarme lo más fuerte que sabe.-Jesus...

-No puedo perderte.-me susurra y cierro los ojos con fuerza.-No quiero a nadie más, solo a ti.

Me separo un poco de él y le sonrío tímida.

-Por favor,vete.-le pido en un susurro.-Mañana hablamos porque necesito pensar y no quiero cagarla ahora.

-¿Sabes qué te quiero, no?-me dice y asiento no muy convencida.-Pues te quiero, así que piensa bien.

Le sonrío un poco y entro despidiéndome de él con la mano.
Me quedo mirándolo mientras se marcha cabizbajo y salgo sin estar muy segura de lo que voy a decir.

-¡Jesús!-grito y se gira.-¡Yo también te quiero!

Lo veo sonreír y me adentro de nuevo en el hotel, subo a mi habitación y mi madre me mira extrañada.

-¿No te ha dicho Marta que dormís..?-comienza pero niego con la cabeza.

-Me encuentro mal.-miento sentándome en la cama.-No quería fastidiarles la noche.

-Oh valla.-me mira.-Hay un rápido cambio de planes.-me anuncia.-Nos iremos mañana por la mañana, que me han cambiado el turno de trabajo.-suspira.-Díselo a Marta, anda.

Bufo y agarro el móvil para decírselo.
Es muy jodido ver que en menos de una hora se puede ir todo a la mierda.

-Marta.-susurro cuando descuelga.-Nos vamos mañana por la mañana, pasaremos a recogerte pronto, y hablaré con él.

No me digas te quiero, quiéreme.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora