Salgo de la ducha con una toalla enrollada en las caderas y ando canturreando hasta mi habitación.
Frunzo el ceño al ver a Jesús tumbado en la cama mirando el techo, como pensando en la decisión más importante de su vida.
-¿Que haces?-susurro, abriendo uno de los cajones para sacar unos calzoncillos limpios.
Hace como si fuera a hablar pero solo suelta un débil resoplido incorporándose y sentándose mirando hacia mi.
-¿Alguna vez te has rayado la cabeza tanto que acabas dudando por todo?-me pregunta y asiento mientras me termino de poner el pijama.-Pues tio, me esta pasando y que mierda.
-Explicate.-le pido con paciencia, andando hacia él.
-Que no sé porqué pero volver a ver a Coral ha sido tan...-susurro y niego con la cabeza sorprendido.
-Para.-le freno tragando saliba.-¿Ya has olvidado lo mucho que te jodió esa chica?
-Dani...-murmura pero vuelvo a negar con la cabeza sentandome a su lado.
-Tio, te voy a preguntar algo y quiero que me seas lo más sincero posible.-asiente.-¿Tu quieres a Silvia?
-Sí.-susurra y se chupa los labios nervioso.-Es mi niña,joder.
-¿Y entonces por qué le haces esto tio?-lo miro indignado.-Desde que la conoces lo único que has tenido es dudas en todo lo que tenía que ver con ella.-suspiro.-La has cagado ya una vez y si sigues así lo vas a volver a hacer muchas veces más y los dos sabemos perfectamente que ella no se lo merece.-suspira mirando al suelo.-Lo ibas a volver a hacer Jesús, ibas a caer de nuevo en Coral cuando muy dentro de ti sabes que por muy buena que esté, jamás podrá superar a lo que te hace sentir Silvia.-cojo aire.-Y parece mentira pero hay veces que te conozco más que tú a ti mismo y lo sé, no hay un porqué.-absorbe por la nariz y me mira con los ojos rojos.-Lo único que consigues con esas dudas es hacerle daño y aunque parezca una chica fuerte, feliz, esta rota por dentro, ¿No crees que por el bien de los dos tenéis que daros un tiempo?-pregunto y no sabe que contestar.-Y si veis que os necesitáis, pues volvéis, pero tienes que hacer lo correcto por primera vez en tu vida.-lo miro serio.-Y si de verdad la quieres,y se que lo haces, tienes que cuidarla.
******
Me paseo por el parque central de un lado para otro, esperando a Jesús, que ha insistido en hablar sobre algo importante y me ha puesto muy nerviosa. No llevamos apenas dos días juntos oficialmente y ya hay algo de lo que hablar.
Seguramente me eche la bronca por lo mal que llegué a tratar a las que creo que eran sus exnovias pero no podía hablarles de otra manera después de la que Valeria lio.
Es mi carácter, y no lo voy a cambiar por nadie, ni siquiera por él.Lo veo venir desde lejos peinándose con las manos nervioso y eso me hace estarlo a mi más.
-Hola.-saludo con una media sonrisa una vez lo tengo delante.
-Hola.-suspira y me agarra el brazo para atraerme hacia él y abrazarme lo más fuerte que sabe.-Créeme que esto lo hago por tu bien.-susurra antes de separarse.
-¿Qué?-me sorprendo, pero el hace una señal para que no diga nada.
-Creeme que no es por ti, es por mi...
-Oh, no, me niego.-doy un paso hacia atrás.-No pienso escuchar esa mierda, Jesús, ve al grano.-le pido.-No, mejor voy yo al grano.-le señalo enfadada.-¿Quieres que dejemos esto que no se puede ni siquiera llamar relación?-le pregunto sorprendiendolo.-Pues vale, lo dejamos y punto, pero paso de escuchar escusas tontas porque lo único que van a servir es para rayarme la cabeza y paso, tío.-intento no derramar ninguna lagrima y parezco conseguirlo.-Y si, ahora va la tipica frase de, seamos amigos, y vale, amigos.-le sonrío falsamente, tendiéndole la mano desganada.
Me mira como si no se creyese mi carácter, pero ni yo me creo que haya sido capaz de hablarle así a alguien que con quien hace meses no me salían ni las palabras.
La vida cambia en poco tiempo, y mucho.-¿No te vas a ir, verdad?-susurra como si de verdad le importarse.
-No.-contesto sin mucho entusiasmo.-Voy a quedarme por Marta y por Dani, porque se merecen un tiempo juntos después de todo lo que han tenido que pasar para estar asi de bien.-le digo como indirecta a lo que él no supo hacer.-Bueno,amigo, yo tengo que irme ya.-le digo como si no me doliera en absoluto esta maldita situación.-Adiós.
Y empiezo a andar a paso ligero, intentando no derramar ninguna lagrima por un chico que no las merece, o quizás si, porque se ha ganado lo que jamás había ganado nadie, y ese es mi pequeño y roto corazón.
Sigo andando mirando al suelo, imagiandome por momentos que vendrá y me dirá que me quiere, que me quede con él. Pero eso solo pasa en las películas y en la vida real el orgullo va por encima de los sentimientos. Y el miedo, sobre todo el miedo.
Abro la puerta del jardín y entro en casa de mi tía dando un gran portazo, descargando toda mi rabia contra todo lo que pillo.
Si nadie ha querido soportarme nunca, ¿por qué el si iba a hacerlo?
Me repito una y mil veces lo tonta que he sido por pensar que alguien podría querer a alguien como yo y acabo por subir la escalera con la vista nublada por la cantidad de lagrimas que salen de mis ojos.Noto como unos fuertes brazos me rodean y siento que por fín puedo llorar en paz. No le he visto, pero solo hay alguien que puede abrazarme haciendo que sienta que todo va bien y ese es Dani.
-Tranquila, pequeña.-susurra besando mi cabeza.-Estoy aquí.
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No me digas te quiero, quiéreme.
FanficLa magia estaba en quererle y en creer que el truco era eterno.