Y ahora a donde?!

51 4 0
                                    

Narra Andrés
Domingo en la noche

- ¿me crees idiota acaso ?! - dijo Daniel eufórico reclamandome. Tenía ya quince minutos desde que irrumpió en mi habitación, técnicamente era de el así que no dije nada. - ¿porque tenías a Angélica subida en tus piernas?!

Se había ido a quien sabe donde y regreso con un humor de los mil perros no sabía que le paso pero de seguro nada bueno.

Yo seguía de la misma manera en la que había estado en 15 minutos atrás. Acostado en la cama sólo con unos boxers. Rodé los ojos una vez más para ser flaquito y sin cuerpo reclamaba mucho.

- ya te lo dije ... Ella estaba borracha y comenzó a llorar. No despertaba y lo único que se me ocurrió fue tratar de tranquilizarla. Después me miró y me dijo Jeremy y yo no soy Jeremy pero me beso. - llevaba rato tratando de explicarle pero el se hacía de oídos sordos.

- ¿como que Jeremy? Y ¿porque tu la besarte?! - cruzó los brazos sobre su pecho tratando de lucir intimidante.

Me levanté de la cama y me pare justo en frente de el irgiendome y respirando profundamente lo que hizo que mi pecho se alzará. Vamos a ver quién intimida a quien.

- ella me beso yo no tengo la culpa pedazo de pelmazo.

- eres un idiota te vuelves a acercar a mi chica y te parto los dientes. - dijo empujandome por los hombros. Yo solamente reí al verlo, sería jocoso que tratar a sí quiera de golpearme.

- ¿quieres golpearme? ! - lo mire fijamente a los ojos- inténtalo y veremos quien sale perdiendo. Y no. No me alejarme de Angélica!

Me miró enrojecido podía hecha fuego por los ojos e incendiar el lugar completamente. Pero para mi el era insignificante.

- lárgate de mi casa! - gritó - largate de mi casa y vete de la vida de Angélica!

- ja! - me Di la vuelta y comencé a recoger las cosas que tenía - me largare de tu casa pero de Angélica nunca . - gire y le grité - nunca la voy a dejar!

En ese momento el tallarin con patas trató de lanzarse encima de mi pero para su mala suerte tenía buenos reflejos. No lo iba a golpear porque sabía que Angélica no me lo perdonaría, era su novio. Lamentablemente. Asi que simplemente me hice a un lado. Pero el muy torpe se tropezo y cayó sobre la mesita de moche.

- pendejo... - dije y seguí empacando mis cosas. El soltó un leve gruñido y se levantó. Seguí guardando las cosas hasta que me Di cuenta que sangraba.

- joder- me acerqué tratando de ayudarlo pero me alejo de un golpe en el pecho.

- lárgate ! Largate ya! - situó su mano sobre su frente y esta emanaba sangre.

- no seas idiota - tomé una camisa limpia e hice presión sobre su herida. Este se quejó. - cállate y si me iré de tu casa. Pero no te puedo dejar así.

Durante unos momentos estuve aplicando presión sobre la zona hasta que esta dejo de sangrar. Mi camisa Blanca ahora estaba roja. Me dio pena,pero no su cabeza sino mi camisa. Mi tía me la había regalado.

- a ver... -saque la camisa dejando de hacer presión la herida ya no sangraba pero estaba abierta. Era grande y necesitaba puntos.- oh oh...

-¿ que significa eso? - gruño este.

- es mmm... grande. Creo que necesita puntos por lo menos 3.

Flasfemo durante un minuto. Me tenía rato así que guarde las últimas cosas listo para irme. Y me vestí.

-bueno adiós gracias por todo y eres un imbécil - tomé mis maletas para irme. El todavía seguía sentado en la cama pero al verme marcha se levantó.

La dulce ironía de su nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora