mi dulce Ángel

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Narra Andrés

Abrí los ojos y todo estaba oscuro sólo una pequeña lámpara en una esquina alumbrando levemente. Esta no era mi cama y tampoco mi habitación.

Quise moverme pero algo estaba en mi pecho. Un cuerpo. Ese alguien soltaba un leve ronquido. Me pareció muy extraño.

- no- soltó en un leve susurro - no por favor...- la cabeza sobre mi pecho se comenzó a mover un poco. Era mi Ángel.

Lentamente y con mucho cuidado lleve mi mano hacia su cabello y comencé a acariciarlo. Esta se movía ligeramente.

- Andrés... Andrés...- susurro nuevamente con su pequeña voz. Agarrándose a lo que parecía ser una bata de dormir. Agarró esta con un puño apretandola - no. No...

Estaba teniendo una pesadilla.

- Ángel despierta- una leve voz salió de mis labios. Acaricie su rostro.

Esta abrió los ojos mirándome.

- Andrés no te vayas... - se acercó más a mi situando su cabeza entre el hueco de mi cuello y mi rostro - Andrés no me dejes...

- estoy aquí Ángel... - susurre acariciando su corto cabello.

- no es cierto. Esto es un sueño. Quiero que seas mi realidad... te amo Andrés. - sentí algo tibio caer en mi cuello. Estaba llorando - despierta. Te extrañó...- levantó su rostro mirándome como si no fuera real -

- soy yo Ángel - dije en un susurro - soy tu popeye - sonreí tratando de darle ánimos pero su mirada seguía igual de triste

- demuestralo. Pellizcame. - dijo mientras su pequeña mano subía por mi rostro acariciando mi mentón. Tenía ojeras bajo esos oscuros ojos. Se veía diferente. Se veía triste.

- no. - me acerqué a su rostro y ella al mío mientras me miraba a los ojos. Cerramos los ojos cuando estuvimos suficientemente cerca como para sentir su suave respiración. Seguía usando ese dulce perfume que tanto me gustaba. Rose sus labios cálidos con los míos por un momento ,lleve mi mano tras su nuca acariciandola dulcemente mientras me acercaba cada vez más a sus labios, se acercó más y me beso de manera suave y despacio así sin prisa como si quisiera recordarlo siempre, su beso se hizo cada vez más profundo, pasaba su mano por mi pecho mordisqueando mis labios entre tanto y tanto. La tomé de la cintura jalandola hacia mi hasta que estuvo sobre mi cuerpo , mis manos se pasearon por la parte baja de su espalda y subían lentamente acariciandola , de repente recordé algo. Su voz en mi cabeza. Historias...- si seguimos así te haré los dos gemelos en este preciso instante,Ángel

Se alejó de mi rostro sentada sobre mi abdomen y me quedo mirando sin decir nada por unos segundos.

- Ángel?

- Eres ... tu... estas...

La puerta se abrió de repente dejando entrar un halo de luz cegador

La dulce ironía de su nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora