Acaricie con la yema de los dedos la suave piel de su pierna. Se estremeció un poco pero siguió como si nada. Me puse de pie y el tome entre mis brazos. En automático sus brazos se ajustaron a mi cuello, balbuceo algo indescifrable y después solo sentí su respiración chocar en mi cuello.
La recosté con cuidado pero sus ojos se abrieron al contacto con el acolchado.
_____: ¡Hey! —alargo entre dormida
Adam: ¡Hey! —le sonreí
_____: ¿Cómo te fue? —se hizo a un lado para dejarme espacio.
Adam: Bien... creo y ¿a ti?
_____: Muy bien —estaba por recostarme a su lado cuando se escuchó el timbre. _____ volteo hacia la mesa de noche y vio el reloj. Nueve veinte de la noche.
Adam: Ya vuelvo —di un cálido beso sobre sus labios y salí de la habitación.
Mamá: Llama a _____ ahora mismo —apenas abrí la puerta y ordenó.
Adam: Ella no...
Mamá: No te atrevas a mentirme Adam —amenazo y entró a la casa.— Sé que ella está aquí, así que hazme el favor de llamarla.
Adam: No quiero ser grosero pero no recuerdo haberla invitado a entrar y no tiene derecho de venir a dar órdenes aquí.
Mamá: Oh claro que lo tengo. —su fuerte mirada se clavó en mí, algo tenía en común con su hija.— Mi hija MENOR de edad —recalco— Esta aquí.. No te metas en problemas y llámala —se dio la media vuelta para caminar hacia la puerta— Con todo y maletas claro..
Adam: Por qué no mejor regresa a su casa y mañana en la mañana le digo a _____ que vino a buscarla y ya que ella la llame —me pare a un lado de la puerta esperando a que saliera.
Mamá: Sé que hablo muy claramente y puedes procesar lo que te estoy diciendo — articulo como si fuera un completo *beep* al que le hablaba -Respira, tranquilízate, respira-.Me decia a mi mismo para no perder el control y terminar gritandole— Y no te conviene hacerme enojar, ella es menor de edad, fácilmente irías a prisión. —carcajee ante su *beep* amenaza.
Adam: Mire —conté internamente hasta diez, ya que no dejaba de ser la madre de _____—Yo no tengo aquí a nadie a la fuerza. Ella el día que quiera puede tomar sus maletas e irse con usted, pero dudo que eso suceda —dije burlonamente y su rostro se pintó de rojo
Mamá: ¡Escucha muy bien lo que te voy a decir! —dijo ya más que enojada señalándome con su dedo índice.
_____: Ten mucho cuidado con lo que vas a decir —la voz de _____ venía desde las escaleras.
Mamá: _____ que bueno que estas aquí, trae tus maletas y vámonos.
_____: ¿Quién te dijo que estaba aquí? —dijo con una enorme frialdad. Era sorprendente lo duro que podía hablarle. Yo ni en sueños había sido capaz de hablarle así a mi madre.
Mamá: Eso no importa
_____: ¿Quién te dijo que estaba aquí? —repitió bajando las escaleras.
Mamá: Carlos... pero ya hablaremos en la casa —mi cuerpo se tensó, ahora si me tocaría ajustar cuentas con el imbécil de Carlos.
_____: No gracias, mira ya es tarde y hay niños dormidos que te parece si te visito un día de estos, claro si tienes tiempo —prácticamente la corrió.— Revisa tu agenda tal vez tengas algún espacio en algunos... ¿Dos meses?
Mamá: ¡_____! —dijo en un tono de impresión.
_____: Vete por favor. Deja de fingir que te intereso.
Mamá: ¡Claro que me interesas! Lo estoy haciendo por ti, esto es... Es ¡un error! Tú no puedes salir y mucho menos vivir con ¡él! —me señalo una vez más.
_____: Si puedo. Es mi novio y lo amo —esto sí que subía mi orgullo
Mamá: Pero él jamás...
_____: Basta —no la dejo terminar. La verdad quería que la dejara hablar quería saber lo que detestaba tanto de mí. Además de que tenía que mantener a mis hermanos, mi ausencia de padres, mi forma de vestir, mi vehículo y... está bien prácticamente me odia por completo.
Mamá: Piénsalo —acomodo su saco— ¿Que te puede ofrecer este? —eso si me ofendió. Yo podía ofrecerle mucho más que cualquiera.
Adam: Cariño, aprecio... Un verdadero hogar —esta vez yo hablé— Tal vez no puedo darle muchos lujos —baje la mirada pero _____ tomo mi mano— Pero puedo asegurarle que aquí estará mejor que en cualquier lugar.
Mamá: De amor no se vive niño tenlo bien presente —dijo con repulsión— Prepara tus maletas, no te quedaras por mucho aquí —salió de la casa y la puerta se cerró tras de ella.
_____: Perdóname, discúlpame, lo siento...—su voz era amortiguada ya que se hundió en mi pecho abrazándome.
Adam: ¿Porque te disculpas? —Reí
_____: Mi madre...
Adam: Hey... Tranquila, nadie elige a su familia —soltó una pequeña risa.
_____: *beep* Carlos —murmuro y concorde con ella.
Adam: Ya me arreglare con el mañana —afine mi mirada y _____ ahogo un grito.
_____: ¡No! Déjamelo a mí yo me encargare del bocón ese.
Adam: Ya veremos mañana, el primero que lo vea se arregla con el —tome su mano y la entrelace para después guiarla a las escaleras. Ella subía un escalón atrás de mí cuando pregunto
_____: ¿Un verdadero hogar?
Adam: Para mí somos una familia, algo extraña... —me golpeo jugando— Solo bromeaba —me retracte y me detuve para que me alcanzara y pase un brazo por sus hombros.
_____: Muchos hijos —dijo y vaya que me sorprendí— Yo quiero tener muchos hijos — hablaba pensativa, seguramente imaginaba.
Adam: ¿A cuántos te refieres por muchos? —no me aterraba la idea de ser padre, ya que prácticamente desempeñaba ese papel con Aly y Dylan. Lo que me aterraba era que _____ quisiera formar todo un ejército. ¡Y seguramente de niñas! No puedo ni imaginarme la cantidad de vestidos que tendría que comprar, habitaciones de rosa por pintar y novios a los cuales espantar.
_____: Tres... Tal vez cuatro o hasta cinco —sonrió— Quiero la casa siempre llena y que cuando seamos viejitos —había más que ilusión en su rostro— Las cenas y reuniones sean grandes festejos, con nietos y hasta bisnietos —ella simplemente quería una familia.
Adam: ¿Te imaginas? A nosotros de viejos —carcajee.
_____: Peleando cada cinco minutos —ambos reímos.