MIENTRAS SEAMOS JÓVENES 2: Girl Almighty |Harry Styles|

Say yes to the dress

N i c o l e

Traer a Whisky de nuevo a casa fue sin duda lo mejor que pasó la semanas siguientes a la boda de Gemma Matthews.

Era raro llamarla de esa forma, toda la vida todo el mundo siempre la han llamado Gemma Styles, la bella hermana de Harry. Ahora podía ser alguien más, ahora era la bella esposa de un bello chico que casi no tiene contacto con el mundo de la fama, ¡felicidades para ella!
Ahora es libre del peso de su apellido.

Otro que es libre del peso Styles es Alex Monroe, mi ex novio y gran amigo, el superdoctor que me rescato en el mejor momento y me llevó a vivir con él cuando no tenía a nadie más. Nos despedimos con un abrazo caluroso, prometiéndonos quedar de vez en cuando para que me presente a su chica.

Yo y Harry somos los únicos que últimamente cargamos con el peso de su apellido. Tras la mudanza, muchas fans pasaron el dato de donde quedaba nuestro nuevo nidito de amor, haciendo que cientos de camareógrafos y fanáticas vinieran la primera semana después de la mudanza. A mi eso casi me termino por volver loca, pero gracias a que mi loco amor me hace tremendamente feliz con sus caricias, palabras de amor y besos, el peso de su apellido es más fácil de sobrellevar.

Nuestra casa de a poco se ha ido convirtiendo el hogar con el que ambos soñábamos, Harry y yo solemos ocupar más el ala norte, que es donde esta nuestra habitación, pero él me prometió que una vez contrataramos una asistenta -ya que quiere a alguien que me acompañe cuando él se ausente - el ala sur se llenaría de vida y nuestro hogar por fin estaría completo de luz.

Yo creo que aún si Harry fuera el único en toda la casa, con las paredes desnudas y a falta de muebles, seguiría considerando que este es mi hogar, que aquí soy feliz.

Mientras yo me maquillo, alistándome para salir con Gem, Anne, mi madre, Elle y Penny, miro a Harry cómo juega con Whisky en el balcón.

Harry intenta enseñarle a sentarse, pero mi buldog frances insiste en jugar, en correr y en buscar su cola.

Hoy vienen las chicas porque iremos a mirar vestidos de novia. No queremos comprar nada aún, solo iremos a mirar, mirar y mirar... Mamá prometió que ella y mi padre costearían el vestido, pero Gemma y yo ya habíamos hablado de esto antes.

-Tengo que decirte algo, Nicole -me dijo por teléfono, cuando acabó de contarme cómo estuvo su luna de miel.

-¿Qué pasa?

-Como ya sabes, yo fui modelo por harto tiempo. Y una de mis jefas, diseñadora de modas, me llamó el otro día preguntándome por ti y por tu boda -me contó -. Dijo que asistieras conmigo y tus amigas a una sesión de fotos porque le faltaba una modelo para su revista de novias, y como paga te regalaba el vestido que más te haya gustado...

Yo al principio no lo creía, pero cuando la mismísima Sareh Nouri me llamó y me invitó a su sesión de fotos en Nueva York, casi me desmayo, preocupando a mi novio.

Por cierto, cada vez me gusta más la idea de organizar una boda. Danielle me ha obligado a ir a florerías y tiendas de novios hasta pegarme el gustito. Lo más divertido fue apuntar con la pistola de códigos a todos los productos que iba a probablemente necesitar para adornar mi nuevo hogar. Luego de eso mi madrina, Danielle, el padrino de mi novio, Louis, Harry y yo fuimos a comer delicias mientras hablábamos de la boda y de la vida.

Decidir a mis damas de honor no fue tan difícil. Sabía de antemano quiénes iban a ser, asi que cuando les dije a Penny, Gemma y Nate -sí, Nate Montgomery quiere ser mi dama de honor también -todos chillaron y salimos de fiesta para celebrar. Ya saben, más excusas para beber, bailar, chismosear con los amigos... En fin, pasarla bien.