Ours

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N i c o l e

Así que todo se ha resumido a esto, simplemente.

Desde el inicio de mi historia, siempre supe que este sería el final que siempre esperé.

Mirar a los ojos de Harry, mientras la pantalla de la televisión ilumina la sala de estar y nuestros dedos se entrelazan en un juego infantil.

Me mira con esa sonrisa pagada de sí mismo, así como "Yo mando aquí" y la panza se me da vueltas, de nervios, de amor, y de todas esas cosas que siempre Harry me ha hecho sentir con tan solo una mirada.

Son casi las tres de la mañana, y aquí estamos: acurrucados frente a la televisión en el sofá, con una manta sobre las piernas, viendo un capítulo de Grey's Anatomy.

Pero realmente no estamos prestando atención, aprovechamos el tiempo que tenemos libre para estar juntos. Solo él y yo.

-Dime un secreto -me pide, en la oscuridad de la sala.

-¿Un secreto? Ya lo sabes todo -digo, rozando su mejilla con mis labios.

Lo miro y acaricio su cabello. Me encanta cómo luce con el cabello corto, tan varonil, tan elegante...

-Bebé-me dice y se esconde en mi cuello -. Estoy hablando en serio.

-Vale, vale. Vamos a ver..., el otro día Penny me ofreció un trío -digo, lanzándolo al azar. Enseguida me arrepiento.

Me ruborizo completamente ante la mirada de mi esposo. Su expresión denota que por dentro sufre un dilema. No sabe cómo tomárselo.

-¿Por qué te ofrecería algo así? -me pregunta y ruedo los ojos, dejando caer el peso de mi cabeza en el respaldo del sofá -¿No pensabas decírmelo?

-¿Para qué? -pregunté -Ya me negué. No quiero compartirte con Penny, ni con nadie.

Me mira sonriente.

-¿Ah no?

-No, ¿y sabes? Ese es mi secreto -digo, cruzándome de brazos, como una niña pequeña -No sé compartir.

Harry suelta una risotada y deja su peso caer sobre mi cuerpo, lanzándonos a ambos sobre el sofá.

-¡Gracias a Dios! -exclamó en un susurro -Porque yo tampoco.

Sonreí y pase mis manos por su pecho, entrelazando mis dedos detrás de su cuello.

Sus ojos verdes me examinan, me miran como si no supiera que esconde mi mirada. Como si aun no le convenciera mi boca cuando le digo que todo está bien.

Harry y yo hemos sido compañeros durante todo este tiempo. Hemos sido amigos, amantes, esposos y sobre todo, nos hemos sostenido el uno al otro.

Cuando me acuerdo de que tengo su anillo puesto en mi dedo, me siento tonta por sorprenderme, pero aún lo hago. Me casé con el chico de una banda a la que solía admirar, y ahora lo admiro a él por encima de todas las cosas.
Cada mañana, cuando lo encuentro haciendo el desayuno o cuando masajea mi cuello, cargando con todas mis tensiones, me enamoro de nuevo de él. Agradezco que alguna vez en la vida decidieran hacer un estúpido e inusual concurso para estar al lado de este tipo de celebridad.

Y luego, cuando por primera vez estuve con Harry, entendí que nunca había sido una celebridad del todo. Siempre era solo él. Y descubrir que en el show era una persona humilde e increíble, que después de estar con él una noche de largas conversaciones, o incluso después de besarlo, te das cuenta que es como una caja de chocolates. Hay mucho más de él de lo que te esperabas, y mientras más sigues mirándolo, escuchándolo o incluso prestándole atención, te sorprendes de que sea capaz de ocultar tanto de sí mismo y de que te encante cada rincón de su alma.

MIENTRAS SEAMOS JÓVENES 2: Girl Almighty |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora