MIENTRAS SEAMOS JÓVENES 2: Girl Almighty |Harry Styles|

Gemma

H a r r y

Apreté el muslo de Nicole al tiempo que el avión emprendía vuelo. Hacían dos días desde que habíamos dicho que sí al departamento, y ya casi teníamos todas nuestras cosas en él.

Decidimos esperar hasta la boda para comprar las cosas que aún no eran escensiales, Nicole dijo que estaba segura que la parte más divertida de toda la boda iba a ser elegir las cosas en la tienda para la lista de regalos. Y yo estuve de acuerdo.

Esta noche se celebraría la boda de mi hermana mayor, Gemma. Ella y el hermano de Danielle Matthews,Travis, contraerían matrimonio en Las Vegas.

—Me pregunto por qué en Las Vegas —murmuró Nicole, mientras miraba por la ventana de primera clase —. La iglesia de Holmes Chapel es bellísima ¿no sería bonito casarse allí?

—Gemma quería algo rápido —respondí —. Pero yo creo que va más allá de eso, a Gemma siempre le han gustado Las Vegas. Pero, si quieres, reservamos Holmes Chapel para nosotros.

Sonrió y luego miró en mi dirección, mirándome con detenimiento.

—¿Qué?

—Nada, nada —se encongió de hombros y su sonrisa se ensanchó —. Es solo que te gusta, ¿no es así?

—Es de donde vengo.

—Te entiendo —asintió —. Cuando fui a Jerez, días antes de la boda de Danielle y Niall, me sentí renovada. Creo que necesitaba hablar con mi prima —me miró —, se llama Laura, y hablar con mi abuelo de su taller, de su vida desde la última vez que los visitamos. No lo sé, me hizo bien.

—Deberíamos visitarlos —sonreí —. Quiero conocerlos.

—¡Por supuesto! Laura se muere por conocerte. De hecho, mientras estuviste en Australia me llamó casi muriéndose por la noticia del compromiso. Está loca por ustedes, en serio —soltó una carcajada.

Fuimos interrumpidos por una asistenta de vuelo, quien con una sonrisa, nos entregó unas bebidas.

—Gracias.

—Primera clase tiene sus ventajas.

—A mi me gusta clase turista —repuso Nicole con una mueca —. Algún día viajaremos en clase turista, no hay peros.

Besé su hombro y me apoyé en él para comenzar a abrir mi cuenta de Netflix en mi teléfono.

—¿Qué dices de American Horror Story?

—Me parece bien —dijo y se reacomodó en el asiento para pasar lo que nos quedaba de vuelo acurrucada contra mí, viendo una serie que hace tiempo nos tenía consumidos en Netflix.

Sinceramente, Netflix es genial, porque las cinco horas aproximadamente de vuelo que habían de Nueva York a Las Vegas, se hacían cortísimas con sus series y películas.

—Tengo el trasero adolorido —se quejó Nicole y una chica de nuestra edad que iba en el avión soltó una risita a medida que íbamos descendiendo del avión —¡Ups! Lo siento.

—No, no lo sientes —dije y la chica volvió a reír.

Una vez llegamos al hotel con nuestras maletas de mano, Nicole se lanzó a la cama que había en nuestra habitación en la que con mucha suerte, dormiríamos dos días.

—¿Te gustaría acompañarme a la habitación de Gemma o estás muy cansada por el vuelo? —le pregunté, en vista de que empezaba a acomodarse en el colchón.

—Estoy bien. Voy enseguida —dijo levantándose —. Solo deja cambiarme, muero de calor.

Se sacó la camiseta y luego miró en mi dirección.