No corregí errores ortográficos.
Meses habían pasado, desde que Charlotte entró a la universidad, se mudaron a California dos semanas después de salir de clases, buscaron un buen apartamento, lo a condicionaron y después vacacionaron un tiempo en Malibu en la casa del padre de Dawson. La relación con su madre era como antes, una semana antes de irse a California fue todos los días al hospital donde la tenían, pero ella la corría gritándole asesina. Su padre, bueno, hablaba cada mes con él, aun no conocía a su media hermana ni a su esposa. Owen, él se habia ido a Nueva Orleans, había obtenido una beca deportiva en basketball. Supo que Khloe había decidido irse a estudiar a Hollywood actuación, bueno, le deseaba lo mejor.
Esa noche habían decidido ir a una discoteca, ya pasaban de las doce cuando llegaban a casa, se sentaron en sofá, Charlie estaba harta de que siempre era lo mismo cuando salían.
- Mirame, por favor - Colocó su mano debajo del mentón y le alzó la cara, ella intentó hacerle la mano aun lado.
- Siempre arruinas las cosas - Desvío la mirada. No volvería a salir con él, si un chico miraba a Charlie, Dawson siempre respondía con golpes.
- Ese tipo te gritó cosas que no debía, ¿Querías que dejará que siguiera diciéndote porquerías? - Él todabia estaba furioso.
- Claro que no, pero con golpes no soluciónas nada - Miró a su ceja y labio que aun sangraban.
- Pues yo creo que si porque no volvió ni a mirarte - Se cruzó de brazos, ella se puso de pie y fue por algún trapo y alcohol. Cuando fueran de compras lo primero que echaría al carrito seria un botiquín de primeros auxilios. Volvió a sentarse frente a él.
- Dawson deja de moverte - Presionó el trapo con el alcohol - Muy valiente hace rato y ahora no aguantas esto - Dijo sin humor y él se molestó. Lo había echo para defenderla y así le agradecía.
- Aush, basta - Le tomó la mano con el trapo, se lo arrebató y lo arrojó aun lado - Deja de hacerlo pecas - Después de siete meses de relación ya conocía sus tácticas para hacerla enojar, así que lo ignoro. Rodo los ojos y se puso de pie, fue a la pequeña cocina, tomo un vaso y vertió leche.
Eran las casi la una de la madrugada de seguro no había nada en la televisión pero aun así la prendió y cambio canal por canal, no había nada bueno así que decidió entrar a Netflix y puso Arrow era una de sus series favoritas y más por el galán que salía en ella.
No se dio cuenta de que hora era hasta que Dawson salió de la habitación.
- ¿Vas a venir a la cama? - Ella lo miro sobre su hombro, no respondió y volvió a mirar al televisor - Lo siento, bebe - No escucho sus pasos, así que cuando la rodeó con sus brazos se sobresalto.
- Eres un tonto - Él beso su cuello, ella sabía lo que eso significaba - Siempre quieres arreglar las cosas así - Dawson sólo asintió y la siguió torturando placenteramente.
- Vamos a la cama, nena - Susurro él en su oído y lo mordió delicadamente.
- Si prometes no volverlo hacer.
- ¿Ser un tonto? Ya no lo seré - Le dio un corto beso.
- No - Charlotte no pudo evitar reír - Bueno eso también pero, que no te vuelvas a pelear - Lo alejó para verlo.
- No lo prometo, siempre te voy a defender aun que sea con mi vida - La piel se le erizo, ¿Cómo podía ser tan idiota y tan dulce a la vez?.
Lo tomo por los hombros y lo cruzó por el sofá, las desvistio muy lento, se besaron con dulzura y desesperación, él le acariciaba los pechos, le mordida el cuello, todo para ella y él era mágico en ese momento, cada vez que lo hacían era como si fuera la primera vez, él era atento y la cuidaba a cada momento, le decía cosas lindas y ella se las respondía con la voz tan agitada que parecía había corrido horas.
