Origen

Capítulo #1

Hoy me levanté y me dieron la noticia de que mataron a dos chicas esta mañana, como siempre ya es algo normal.

Aveces pensamos que cada un de las muertes en esta ciudad están relacionadas unas con otras como si fueran pistas y nos ayudarán a salir de aquí o tal ves la única forma de salir de este horrible lugar sea muriendo pero nadie sabe. Creo que esa seria la otra opción para poder salir de aquí, morir o buscar la forma de salir.

Nadie sabe la forma de salir ya que los que salen tienen prohibido volver, además quien querría volver a este infierno luego de encontrar la salida.

Aveces me pregunto como era mi vida, si tenia padres, hermanos, abuelos, tíos, primos o algún amor.

Acá hay varias parejas aún que no se como hacen para salir porque sería difícil tener la oportunidad de salir y darte cuenta de que tu pareja se queda acá sola.

-Matt. -salí de mis pensamientos luego que escuche a alguien llamarme. Mire a todas partes a ver si veía a alguien o quizás no fuera el único Matt aquí.

-Matt. -se escucho nuevamente luego alguien toca mi hombro cuando me doy cuenta es Alex mi mejor amigo.

-¿Qué pasó? -le pregunté.

-¡Llegaron los nuevos! -lo dijo con prisa.

Aquí mi posición es sublider quiere decir que debo estar presente en la llegada de cada uno de los nuevos, también presente y de acuerdo en cualquier toma de decisiones.

•••

Cuando llegamos al lugar donde estaban los nuevos nos dimos cuenta que enviaron a uno demás pero...

-¡Está muerta! -grita Kenia asustada.

Kenia es la líder de esta ciudad, la jefa que da órdenes. Pero es muy buena persona aunque obvio como todo líder en el trabajo es seria con muchos.

Tarde un poco en llegar frente a todos por tanta gente prohibiendo el paso. Cuando llegue vi a una hermosa chica que de cabello lacio, corto, color naranja, y piel blanca. Se veía muy delicada. Era muy linda. pero luego de todo eso me vino a la mente... ¡¡Ohh por Dios esta muerta!! ¿Por qué diablos enviarían a alguien muerto aquí? Es la pregunta que todos no hacíamos.

-Bryan y Norie atiendan a los nuevos. -les dijé a dos de mis compañeros. -Alex ven con nosotros, ayúdanos a llevar a la chica a la enfermería. -se que a no podemos hacer nada porque estaba muerta eso es obvio pero creo que podíamos hacer algo por ayudar quien sabe si no había pasado mucho rato de que murió y todavía tenía la oportunidad de seguir viviendo quien sabe.

Cuando llegamos a la enfermería el doctor obvio no tenía su doctorado pero sabía más que cualquiera de aquí lo que hacía.

-Pongan la en la cama y salgan por favor. - la acostamos en la cama y salimos como el doctor no los había pedido. Luego de eso Kenia me dijo que podía ir a mi casa y relajarme un buen rato que ella me avisaría cuando hubieran noticias.

•••

Pasaron unas horas y decidí ir a un pequeño río donde solía ir todas las tardes a ver el atardecer, estuve una hora hasta que oscureció, me levanté y me dirigí a mi casa. Cuando iba de camino a mi casa escuche unos ruidos muy misteriosos que me asustaron, trate de avanzar pero cada ves me cagaba más.

-Detente. -escuché una voz femenina cerca de mi pero no sabia exactamente de donde provenía el ruido solo escuchaba suaves pisadas que se acercaban a mi.

-Oye sea quien sea, no quiero hacerte daño. Solo estaba viendo el atardecer, ya oscureció y quiero llegar a mi casa. -le dije muy asustado ya que los pasos se escuchaban cada ves más cerca hasta que alguien me tomo por los hombros y me puso un cuchillo en la garganta. Me tuve que bajar ya que la mujer que puso el cuchillo en mi garganta era mucho más pequeña que yo. -Okey. Está bien, esta bien no me moveré. -le dijé más asustado todavía, poniendo mis manos en el aire.

-No te haré daño solo quiero saber donde estoy, quien soy o quien eres. Por favor. -me pidió la mujer que no sabía quien era pero obvio tuvo que haber despertado de su tiempo inconsciente.

-Te diré. Pero por favor suelta me. No te haré daño solo quiero dejarte claras las dudas que tengas y que me dejes ir a mi casa. Por favor. -fue lo último que le dije cuando me soltó volteé a verla y...

¡¡Era ella...!! ¿¡Por Dios cómo puede ser posible!?