Capítulo: #20

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Yo solo le sonrió y la observo sin evitar pensar que es perfecta.

-Sabes que de todas formas haré lo que tú digas -le sonrió y le doy un beso en la palma de su mano.

-Ellas no se darán cuenta de nada. April saldrá y nos sacará de aquí. -dice mientras quito la vista de April para verlo. -Bueno chicos los dejo, tengo cosas de hacer. -se despide con la mano y sale por la puerta cerrándola.

-Creo que deberías descansar un rato. -dice regalándome una sonrisa. -Estaré por aquí cuando despiertes. -dice mientras se acuesta junto a mí en la cama para luego de unos segundos quedarme dormido.

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Abro los ojos y veo que April está sentada en una silla leyendo un libro. Veo que está sumamente envuelta leyendo así que no la interrumpo y solo la observo detenidamente. Me encanta todo de ella y no me canso de verla, es hermosa en todos los sentidos, hasta con sus imperfecciones.

Salgo de mis pensamientos cuando me sorprende viéndome. -¿Te gusta lo qué ves? -pregunta sonriendo mientras se pone de pie para luego sentarse en el borde de la cama junto a mí.

-Me encanta. -digo sonriendo.

-Te extrañé tanto. -dice con tono de tristeza. -Pero ya al fin estás aquí, y eso es lo importante. -dice mientras acaricia mi mano y me sonríe.

-Yo igual te extrañé y demasiado -le sonrió y ella me devuelve la sonrisa -Estuve demasiado preocupado por ti.

-Igual yo.

Me siento en la cama con un poco de dolor y la ayuda de April. -Gracias -ella sonríe

-De nada.

-Gracias por ser la única persona que está para mi, por tomarme como prioridad, por ayudarme a llevar la muerte de Alex, -esa última la digo con tristeza -y por enamorarme, siendo simplemente tu. -digo mientras la observo y noto como no puede evitar sacar una sonrisa para luego acercarse a mí y besarme. Al fin estaba en el cielo luego de tantos días de infierno.

Se separa para decirme algo. -Gracias a ti igual. -me sonríe -por todo eso y mucho más. -es lo último que dice cuando la beso despacio pero profundamente.

Tengo una mano en una de sus mejillas mientras ella enreda sus brazos en mi cuello para profundizar el beso. Ella se acomoda de una forma más cómoda para los dos mientras continuamos besándonos. Pongo mis manos en su cintura y ella juega con mi cabello, mientras el beso cada vez se vuelve más deseoso y profundo. Ella se sienta sobre mis piernas dejando las suyas a cada lado mientras seguimos besándonos.

Meto mis manos bajo su camisa y su piel está tibia para mis manos frías y noto cómo le da escalofríos cada uno de mis toques. Acarició su espalda bajo su camisa para luego ir subiendo poco a poco su camisa y ella hace lo mismo conmigo para luego seguir besándonos. Luego le quitó ellos jeans y se queda en ropa interior sobre mi mientras nos besamos. Luego yo me quito los míos y nos quedamos ambos en ropa interior mientras lo único que separa su intimidad de mi son dos finas telas.

Seguimos besándonos mientras yo acaricio su espalda para luego bajar mis manos a su trasero y ella acaricia mi abdomen. Vuelvo a subir mis manos para desabrochar su sostén. Nos separamos unos segundos y noto como se sonroja y le doy un suave beso para relajarla.

Quitamos lo que nos queda de ropa y nos seguimos besando. Los dos ya estamos bastante excitados por lo que seguimos a algo más intenso. Notaba que estaba demasiado nerviosa.

Luego de unos segundos más ella susurra a mi oído que podía continuar. Yo decido entrar en ella delicadamente ya que no sabía si aún era virgen. Noté cómo se tensó en cuanto entré en ella. Ambos estábamos demasiado excitados. Seguimos así durante unos minutos hasta terminar. Luego de unos segundos ya no se escuchaban gemidos, ahora eran nuestras respiraciones agitadas mientras ella ríe y me observa.

-¿Qué me ves? -pregunto sonriendo.

-No te molesto el echo de que esté en cama. -ríe.

-Y tu no dijiste que no sabiendo que estaba aquí. -digo riendo refiriéndome a la cama.

-Una oportunidad así no se deja pasar. -digo riendo.

Ella ríe para luego darme un beso corto y acostarse a mi lado, la abrazo y nos dormimos ambos unos minutos más tardes.

•••

En la mañana cuando desperté noté que April seguía al lado mío. Bostezo y noto que ella está despierta mirándome. -Pareces una loca necesitada mirándome así. -ambos reímos.

-Te he dicho lo lindo que eres y lo mucho que me encantas -dice sonriendo lo cual hace que también sonría.

De repente alguien abre la puerta y se nos queda viendo sorprendido. Era Nicolás todos nos quedamos en un incómodo silencio por unos segundos. -Lo siento. Ya me voy -fue lo último que dijo antes de cerrar la puerta rápidamente. Ninguno pudo aguantar reír.

-Que vergüenza. -dice April apenada mientras se esconde bajo la sabana. -Uhhhh. -dice para luego yo sentir unas manos frías en mi compañero y doy un pequeño salto.

-¡Ey! -grito fuertemente y ella no para de reír para luego salir de la sabana. -Esas cosas no se hacen a menos que se vaya a dar la atención completa. -ella ríe fuertemente y me da un beso para luego pararse y buscar su ropa, mientras yo hago lo mismo.

•••

Pasó una semana y había mejorado de una manera sorprendente. Ya nos habían movido a un cuarto más cómodo para mí y para April. En las tardes nos encontrábamos con Nicolás en su oficina para organizar la llegada de Kenia y Elizabeth, para la cual solo faltaban dos días.

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