¿Cómo puede ser posible? Estaba muerta. Pero ahora está viva. Solo grite y me aleje de un empujón y me tropecé con una rama que había de atrás de mi en el piso que hizo que cayera sentado en el suelo, mientras seguía alejando me de ella. Mi corazón comenzó a latir fuertemente (como cuando estás frente a tu mayor fobia) fue una sensación que podría decir que nunca había sentido.
Mi respiración se aceleró y no podía, no encontraba la forma de calmar mi pulso, como debería reaccionar a algo así. En especial cuando es la primera ves que vives algo así y más cuando estás seguro de que a nadie más le pasa ese tipo de cosas y eso hace que te sientas más asustado.
-¿Qué pasa? -preguntó preocupada lo cual me hizo saber que no tenía ni la mínima idea de lo que estaba pasando, pero todavía seguía asustado de una forma inimaginable.
Vi sus ojos iluminados por la luz de la luna ya que era de noche, era un tono grisáceo que en mi vida había visto. Era guapa, muy guapa para ser exacto era muy linda. La observaba como me miraba, con esa mirada de confusión y miedo lo que me permitió tranquilizarme un poco.
-Solo quiero ayuda. No quiero hacerte daño estoy muy asustada, no tengo ni idea que quien soy. Eres la primera persona que vi. Necesito tu ayuda. - dijo en un tono como si estuviera apunto de llorar como una niña que acaba de perder a sus padres y esta perdida en un mundo lleno de locura sin tener donde refugiarse.
-Okey te ayudare pero prométeme que no harás nada malo. -le propuse un trato.
-De acuerdo. -estaba nerviosa. Tanto así que dudo aceptar mi ayuda cuando ella fue quien me había pedido que la ayudara.
-¿Confías en mi? -le pregunté al ver su mirada llena de miedo. -Debo asegurarme de que estás de acuerdo con esto.
-No lo se. En realidad no se si debo confiar en alguien y menos cuando es un completo desconocido -dijo confundida, con la voz trancada, tocando su cara y su cabellos con la palma de su mano.
-Bueno ven te ayudaré o te congelarás acá fuera. Sígueme. -fue lo último que dije mientras me dirigí a mi casa y ella me seguía con discreción.
-Bien ¿ya estás mejor? -asintió. Luego le di algo de comida.
-¿Por dónde quieres comenzar?
-¿Dónde estoy? -preguntó mientras jugaba con sus manos sin saber a donde mirar o por donde comenzar, tratando de tranquilizarse. Al parecer estaba nerviosa.
-Nadie sabe donde estamos. En realidad no sabemos ni que propósitos tiene el estar aquí o quién nos trajo esa es la pregunta que todos queremos saber.
-¿¡Qué?! Osea que nadie tiene la maldita idea que que diablos hacemos aquí. Esto no tiene sentido. ¿Desde cuándo están aquí?
-Más de 7 años. No se sabe con exactitud pero lo que si se es que llevo 5 años aquí, soy uno de los más viejos. -solté una pequeña risa que llamo su atención y me miro sacándola de su juego con sus manos.
-¿Sabes cómo salir de aquí? -preguntó con mas interés esta vez.
-Bueno creo que si supiera eso ninguno de nosotros estuviera aquí. Aquí muere mucha gente, aveces pensamos que todas las muertes tienen alguna conexión que nos ayudarán a salir de aquí, son pista que de alguna manera u otra se unen. Pero nadie está seguro. -dije ya más serio.
-¿Quién eres? -me miro de una forma que me puso nervioso e hizo que me removiera en mi asiento. Me miraba como si tratara de descifrar algo a través de mi mirada. Trague fuerte antes de hablar.
-Bueno me llamo Matt... -pare de hablar, la miré y ella me miro con su mirada me dijo que siguiera. -...Grimes, tengo 19, soy el sublider de este lugar, lo se no hay nada interesante que contar sobre mi. -dije levantando los hombros dejándole saber que no interesaba nada de eso.
Se quedo en silencio unos segundo mirándome con esos ojos grises tan profundos que tenía. Mientras pensaba que me diría.
-Bueno quieres descansar un poco te dejo la cama yo duermo acá. -hable antes de que todo se volviera aun más incómodo.
-Vale. -dijo mientras la llevaba a mi pequeño cuarto. Le abrí la puerta busque unas cosas.
-Espero que estés cómoda y duermas bien ya que mañana tenemos que hacer unas cosas.
-Claro. -dijo en casi un susurro que logre escuchar ya que estaba cerca de ella.
-Descansa. -dije antes de salir por la puerta. Pero rápido puso uno de sus pies impidiendo que serrará la puerta.
-Matt. -dijo en voz baja.
-¿Si?
-Muchísimas gracias por toda la ayuda que me has dado. -fue lo último que dijo antes de serrar la puerta.
-Claro. -dije bajamente frente a la puerta cerrada.
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Origen
General FictionMi nombre es Matt Grimes, tengo 19 años y vivo una vida como muchas personas pero la mía es muy diferente en muchos sentidos. Nadie sabe que se siente vivir al límite sin tener nada importante que hacer o una vida como todos quieren por otras perso...