Capítulo: #12

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Ya se habían tocado nuestros labios, podía sentir lo suave que eran y lo bien que se sentían. La verdad nunca me había sentido así. Era una sensación maravillosa y exquisita. No cambiaría esto y me hubiera encantado hacerlo mucho antes y por su puesto esta no sería la última vez que lo haría o eso espero.

Sus labios encajaban a la perfección con los míos haciendo que fuéramos uno solo. No entendía cómo podía hacer eso, hacerme sentir tan bien y hacer que me encantara su cercanía y por su puesto sus labios. Era algo reconfortante algo que me encantaba, haciendo que me volviera loco.

Así pasaron unos segundo eternos hasta que el beso pasó al segundo nivel. Ya no era algo suave y tierno, ahora era apasionado y algo agresivo, mucho más apasionado y excitante y de verdad me encanta más en el segundo nivel. Me encantaba que fuera eterno y más aún que fuera de April.

Nuestras respiraciones eran aceleradas pero no quería parar ese beso tan exquisito. Me encantaba esta sensación y no me cansaría de basarla cada vez que pudiera.

Ella se detuvo y se alejó ya que necesitaba tomar aire. Abro los ojos y veo sus mejillas muy coloradas. Ella se pone de pie rápidamente casi de un brinco y mira a todos lados nerviosa sin saber qué hacer o decir mientras me miraba asustada.

-Ehh... -solo sale eso de su boca sin saber qué decir o que hacer. De un momento fantástico se volvió un momento raro con un gran silencio incómodo.

-Tengo que irme. -dice rápidamente, mientras sale casi corriendo de la habitación, mientras deja tumbar la puerta lo que causo un ruido fuerte que recorrió por toda la habitación.

Todo pasó tan rápido que no me di cuenta de lo que había pasado en unos cortos segundos. Rápido me pongo de pie y miro por el pequeño círculo de cristal que hay en la parte central superior de la puerta y visualizo a April con las mejillas muy rojas y con los ojos abiertos muy grandes, desesperada tapa su boca con sus manos mientras mira a su alrededor para asegurarse de que nadie esté observándola. No hay nadie en el pasillo así que veo cómo se aleja lentamente de la puerta.

•••

Ya era la mañana, los rayos del sol entraban por la fina cortina pero no eran muy fuertes. Hoy hacía frío no sé si era la habitación o si era la temperatura del exterior.

No había dormido en la noche pensando en todas las cosas, en todas incluyendo a April pues llegué a la conclusión de que creo que me gusta. La verdad ella es hermosa y una muy buena persona pero ahora no estoy para eso de amoríos, ahora debo estar más atento que nunca por cualquier cosa que pase respecto a lo de la guerra y todo lo demás. Además hoy era el velorio de una joven de aquí nunca la conocí, así que no sé quién es.

Luego de andar unos diez minutos rondando por la cama decidí ponerme de pie y dirigirme al baño.

Ya terminando de darme una ducha salgo del baño, voy a la habitación y abro la puerta del armario con puertas de espejo lleno de ropa de distintos colores y decido por un traje negro, con una camisa negra abotonada y corbata negra y me peino decentemente para la ocasión y hago los retoques finales para estar listo. Ya había terminado de prepararme así que decidí salir de la habitación e ir a bajo a desayunar.

Ya afuera de la habitación saco las llaves del bolsillo delantero izquierdo del pantalón y comienzo a poner el seguro a la puerta y escucho la puerta de al lado abrirse, luego miro y es April ella lleva un vestido negro ajustado hasta las rodillas que hace que sus curvas se vean despampanantes, unos tacones negros de punta no muy altos, unas gafas de sol negras, con un pequeño bolso negro y el cabello sujetado con una coleta alta. Ella se ve elegante y hermosa se ve muy decente para un funeral y quizá también para alguna cena. Ella cierra la puerta con seguro y guarda las llaves en su bolso y voltea verme y me ve observándole detenidamente sin disimular, y hace un sonido con su garganta lo que hace que deje de mirarle así y cambie mi vista a otros lugar.

-Hola. -dice ella mientas me regala una cálida sonrisa. 

-Ehh... Hola. -contesto nervioso la verdad ya no sé cómo actuar frente a ella luego de lo que pasó ayer.

-¿Estás bien? -pregunta ella al notar mi nerviosismo.

-Si... Si claro... Muy bien. -contestó y ella me sonríe con ganas de reírse. -¿Quieres ir a desayunar? Ya sabes un desayuno de dos. No es una cita ni nada parecido. Bueno sabes olvídalo si no quieres no es molestia y no tienes que ir. -hablo muy rápido y nerviosos.

-Nunca dije que no. Además sería un placer ir a desayunar contigo. -hace una pausa mientras sus palabras me calman un poco y la observo. -Además. ¿Por qué tan nervioso? Como si no me conocieras, que tonto eres. -dice ella mientras me sonríe y camina hacia mi. Yo río y le hago seña con la cabeza de que venga conmigo, bajamos las escaleras dirigiéndonos al gran comedor.

Ya ahí vi a muchas personas todos vestidos de negro al igual que nosotros, algunos comiendo en las grandes mesas y otros todavía sirviéndose el desayuno. Tomamos nuestro desayuno y nos fuimos afuera a comer ya que afuera había aire libre y habían mesas solo para dos. Llevábamos en la mesa cinco minutos que habían pasado en puro silencio, sólo se escuchaban las voces de las otras personas, en las otras mesas y el viento soplando y moviendo las hojas de los árboles.

-Lamento lo de ayer la verdad es que... -ella me interrumpe tapándome la boca suavemente con su dedos índice de la mano izquierda.

-Tranquilo ambos sabemos que eso en algún momento pasaría y quién sabe si vuelva a pasar. -dice ella mientras yo me sorprendo y la miro confundido, como si quisiera una explicación. -La verdad no me arrepiento de haberlo hecho y si tuviera otra oportunidad lo haría de nuevo. -hizo una pausa. -Ayer me fui así asustada porque la verdad me asombró que pasara y pasó aunque de verdad no me arrepiento. -fue lo último que dijo antes de regalarme una hermosa sonrisa y mientras yo quede en estado de shock.

No podía creer que April me hubiera dicho eso la verdad eso fue algo que no me lo esperaba para nada. Fue definitivamente mucho mejor de lo que pensaba y de lo que esperaba.

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