Capítulo #6

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Ella corrió rápido hasta salir y llegar a la orilla donde estaba la cascada y me miró muy emocionada.

-Es hermosa. -dijo con mucha emoción y brillo en sus ojos. La verdad se veía muy linda así.

-¡Ya los encontré! -gritó alguien mientras yo los maldecía mil veces en mi mente.

-¡Mierda! -dije y tate de correr pero me dolía mucho el pisar pues trate de moverme lo más rápido posible.

-Lo siento pero tenemos que hacerlo. -fue lo último que dijo April antes de empujarme con ella hacía la caída de la cascada, la presión del agua hizo que nuestra caída fuera más rápida.

Cuando caímos con toda la presión del agua caímos al fondo del agua. El agua estaba fría y era muy clara. Desde aquí se podía ver todo claro bajo el agua, incluso April se veía muy linda, el naranja de su cabello más brillante y su piel más pálida por toda la claridad bajo el agua. Ella todavía tomaba mi mano y me hacía señas de que esperará unos segundos más para despistar a los tipos incluso el agua se puso roja sangre y me percaté de que eso venía de la planta de mi pie. Ella me guió nadando hasta la parte de atrás de la cascada una cueva que había atrás y salimos del agua.

-Estaremos a salvo aquí. Espero que eso funcione para despistarlos. - dijo ella mientras exprimía su cabello saliendo del agua. Se Acercó a mí a ver cómo estaba y me tomo de la mano.

-Ya verás que todo saldrá bien. -dijo tratando de darme ánimos con una linda sonrisa.

-Claro. -trate de sonar lo más real posible.

Calló la noche y nos quedamos en la cueva. Hacía frío y estaba todo húmedo pero era mejor dormir ahí. Afuera no se sabía que había. En realidad no dormí nada April estaba de espalda a mi durmiendo y  yo sentado mirando el agua que caía de la cascada, hundido en mis pensamientos y llorando en el silencio sabiendo que no volvería a ver a Alex y que murió por mi culpa, me siento con cargo de conciencia y no puedo vivir así. Me siento destrozado era lo único que tenía, lo más cerca a una familia. Ya no lo volvería a ver, a mi hermano, mejor amigo y mi familia.

También pensaba en cómo la perra de Kenia pudo hacer eso éramos amigos los tres desde que estábamos ahí y no sé qué le pasó a ella de la nada se volvió loca quería matar a April y a mí y mató a Alex. Los próximos seriamos nosotros pero para eso estoy aquí para proteger a April de Kenia y de toda su gente. Era mi único motivo ahora y todo eso pues lo decidí por Alex. Porque ya que no pude salvarlo a él, pues salvaré a April para saber que hice algo por Alex. Algo que él en mi lugar habría hecho. Y lo haré por Alex, en su nombre y en su honor.

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-Matt. -oía un ruido a lo lejos y algo frío en mi hombro. Ese ruido era una voz. Una voz que conocía pero la escuchaba a lo lejos mientras sentía todavía lo que fuera que me estuviera tocando era una voz que me estaba llamando y repetía las mismas palabras.

-Matt.

Me levanté de un brinco asustado. Y me percaté de que era April la que me estaba llamando con su mano en mi hombro su mano era la cosa fría que me estaba tocando.

-Tranquilo soy yo. -me dijo con una cálida sonrisa lo que hizo clamarme un poco.

-¿Qué pasó? -pregunté asustado.

-No, no te asustes solo te levanté porque ya es de día y tengo hambre y quería saber si ibas conmigo afuera a buscar algo de comida.

Es cierto estamos acá afuera en el bosque. No sé ni dónde estaba ya acá las cosas cambiaban antes era un bosque ahora estamos casi en la jungla o eso parecía y necesitábamos comer algo pues no comíamos desde el día anterior y no pensé en si April tenía hambre lo más seguro tenía hambre desde ayer pero para no molestar no me dijo nada, así que me levanté rápidamente.

-Claro que si. Pues debes estar hambrienta y la verdad yo también. -fue lo último que dije antes de irnos a buscar algo de comida. Ya afuera me di cuenta de que no estábamos en una jungla más bien era un bosque.

Pues ya había pasado mucho tiempo de nosotros estar buscando algún animal pero nada apareció solo habían frutos secos y otros frutos raros así que deje a April escoger lo que ella quisiera comer. Yo pues la verdad comería cualquier cosa y por lo que veía ella también porque pues para empezar estábamos muy hambrientos y adicional a eso comíamos hasta lo que lo fuera comida pues teníamos un gran estomago.

-¿Qué vas a coger? -le pregunté.

-Bueno, ¿te puedo preguntar eso a ti? -solté una pequeña risa y hable.

-No sé tú pero yo quiero esos de allá. -dije señalando una fruta súper deliciosa que había en la punta de un árbol que estaba frente a nosotros. La verdad se veía muy buena parecía algo así como un mango pero no estaba seguro si era eso. Ella me miró con asombro, pues al parecer ella quería la misma y solo había una. Así que tiro lo que tenía en las manos y comenzó a escalar.

-Ahh no. Cualquier cosas menos eso pues yo la reclame primero señorita. -la tomé por un pie y la trate de tumbar del árbol pero me dio una patada en la cara que juraría que me habría sacado la cabeza de sitio. La escuche reírse y le aguante las piernas evitando que me pateara y la tumbe del árbol ella empezó a reírse.

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