Paz.

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Tú que no vas a oírme
a ti que no te importa,
¿Sabes? me gustaría ser libre
a veces quisiera ser otra.

Y aunque no vas a leerme
te confieso...estoy tan rota,
por dentro, por fuera, toda.

Y respiro ¿Incluso se nota?
no sonrío de forma honesta,
me distraigo más de la cuenta
y por las noches vivo despierta.

Mi alma pausada en el tiempo
congelada hace ya no recuerdo,
me reclama que salga del juego,
me suplica un poco de aliento.

Y si salgo del juego que vivo
¿Sufrirán mi partida siquiera?
No quiero ser mala ni buena
sólo ansío una paz que no llega.

Veme aquí mismo doliente,
de pie ya casi sin fuerzas.
Nunca quise ser esa que pierde,
siempre quise llegar a la meta.

Pero tú que no puedes oírme
no digas que camino tomar,
desconozco toda forma de amar,
sólo espero esa paz lastimera...
que siempre se tarda en llegar.

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora