Experiencia.

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He conocido lo que es sufrir, caer
he sabido lo que es rogar, defender,
he suplicado, he peleado, he llorado,
me han herido, golpeado, lastimado.

Se lo que son los viernes a luz de vela,
las noches frías, la eterna espera.
El alma sucia, vacía, inerte,
la vista baja, caída, ausente.

He visto como se van, como te olvidan,
como prometen regresar y solo saben de partidas.
He tomado por el brazo la solitaria compañía,
de los días invernales en que nadie aparecía.

Se lo que es el rechazo,
se escribe con z, llega en verano...
llega también en otoño y primavera,
cuando eres justamente lo que ellos no esperan.

He probado la sensación de subir un carrusel,
elevandome por sobre el limite seguro,
y en el décimo segundo antes de caer, me encontré con un muro, nunca con su piel.

Supe de burlas, supe de finales,
supe de dudas, vicios, males.
He tenido horas en que la muerte rondaba,
y parecía que durmiendo todo terminaba...

Me miró el amor y lo deje escapar,
en el bus del medio día, ese que cuesta tomar.
Preferí en su lugar construir un refugio,
uno de acero, donde nadie puede entrar.

Y tras todos los instantes de experiencia infinita,
me veo más atenta, más alerta, más vivida.

Y no es que no vaya a apostar,
se que la muerte es segura y un día me encontrará.
Y no es que no vaya a reír,
aún hay momentos de gloria esperando por mi,
es sólo que ya lo sé, es sólo que ya aprendí...

Y va a llover, y va haber sol, y habrán errores
y segundos que no vuelven a nacer, pero es hoy que si decido ser feliz,
ya conozco lo que el cielo va a traer,
entre colores que no cesan de existir...
no quiero ver muros, sólo ver mi piel.

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora