Deje pasar los días,
los meses, los siglos,
como si el piso frío
me sirviese de escudo.Llovieron los domingos,
tibios, gratos, mudos.
Deje pasar el tiempo,
deje vivir al mundo.Los locos continuaron,
los cuerdos fueron nobles.
Los honestos se encontraron,
y labraron su certeza.No soy mujer de risas,
de historias, de proezas.
Soy aire sin dominio
de letras inconexas.
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Ella
PoetryLa tierna crudeza de sus labios rotos se mezclaba con los ojos perdidos. Tan humana por la tarde con la piel cansada, y tan santa cuando el sol rozaba sus mejillas. No tenía casa ni carruaje allá en su tierra, o vecinos que pudieran recibirla. S...