Capitulo 24 Todo o nada.
Séptimo Año, Abril 1997.
Harry caminaba alrededor de una tienda de campaña, en aquella vieja tienda propiedad de Arthur Weasley que había utilizado en los Mundiales de Quiddtich, que ahora era su hogar improvisado, lo hacia a menudo desde hacia unos días, escuchaba voces a su alrededor. La multitud de hechizos defensivos que colocaban alrededor de ellos, hacia que existiese una ínfima oportunidad de que fuesen descubiertos, sin embargo el orden de las probabilidades estaba y en algún momento se les acabaría la suerte, ese era su gran temor.
Tenían casi nueve meses huyendo, la revolución malévola que sacudía el mundo mágico, estaba en su cenit, a cada día que transcurría, Voldemort afianzaba su poder. Nunca tuvo muchas esperanzas cuando empezó el viaje y habían sucedido cosas, como jamás se hubiese imaginado.
Al principio no se podía creer que Dumblendore hubiese muerto, le era casi imposible aceptarlo. Mas difícil aun saber que estaba solo, completamente solo en la tarea de acabar con Voldemort. Mas tarde Hermione y Ron insistieron hasta el cansancio para acompañarlo, muchas veces se arrepintió de haberlo permitido. Su amistad mutua había sido probada en reiteradas ocasiones durante el tiempo en el colegio, pero jamás sometida a tan duras pruebas como ese ultimo año. Sola la fuerza del amor los mantuvo juntos, nada más. Y sin embargo, Ron un día no pudo soportarlo y huyó, para regresar posteriormente y curiosamente destruir uno de los horrocruces
No tenia ni idea como encontrar los demás horrocruces, se suponía que él lo sabría, por ser quien era, el elegido, el niño-que-vivió. Harry se detuvo un instante para recoger una nuez y meterla dentro del bolsillo de su chaqueta, la comería mas tarde. Irónico, en esos momentos poco faltaba para convertirse en el niño-que-murió-de-hambre. Era increíble que las leyes fundamentales de la magia le impidiesen conjurar comida. Quizás si al principio no hubiesen tenido ese problema, seguramente él, Ron y Hermione no habrían peleado tanto. Pero ciertamente, un estomago vacío te convierte en un quisquilloso. En el caso especifico de Ron, en un ser irracional.
Harry miro a su alrededor, estaba en un bosque, si mas lo recordaba en Irlanda. Un sitio al que había ido Hermione alguna vez durante sus vacaciones. Recientemente, una noche se habían encontrado casualmente con un grupo de prófugos donde estaban Dean Thomas y el Sr. Tonks, inseguros de estar haciendo lo correcto, no revelaron su presencia y permanecieron tras el velo de los hechizos de invisibilidad. Escuchando la conversación, se enteraron de que los estaban buscando por todo el Reino Unido, eran fugitivos del nuevo orden que imperaba en el Ministerio, además de que grupos de sangre limpia, actuando como mercenarios, cazaban sangresucias y mestizos y los enviaban a unas especies de campo de concentración, se hacían llamar los Carroñeros. De Voldemort, poco se sabía, según algunos rumores estaba fuera de Inglaterra. Harry a veces veía flashes de lo que estaba haciendo gracias a la conexión con él que mantenía gracias a su cicatriz.
También gracias a Dean, se entero de que Ginny estaba bien, a pesar de pertenecer a un grupo que estaba ejecutando acciones similares al "terrorismo" en Hogwarts contra el orden imperante, Harry sonrío solo al recordarlo, Ginny era……………..sin duda especial, increíblemente, a final se sexto se había atrevido a liarse con ella, para después terminar su relación, parecía una locura, pero él era Harry, capaz de cualquier cosa para proteger a sus seres mas queridos, en el caso de ella, a la única chica que había amado en la vida. La fuerza de sus sentimientos era algo que le cortaba la respiración y lo dejaba como si lo hubiese golpeado un tren. Era increíble sentir todas esas cosas intentando salir al mismo tiempo de tu pecho. Era dolor y alegría, el estar enamorado, dolor por no estar cerca, por no respirar el mismo aire que ella, alegría, porque seguramente estaría mas segura alejada de él, salvaría su vida. A veces, cuando la nostalgia lo invadía, abría a solas el Mapa del Merodeador, para ver que hacían sus amigos en el colegio, muchas veces se sorprendió mirando durante horas la motita de tinta que correspondía a Ginny. Si tan solo su vida no estuviera estigmatizada……………..si tan solo pudiera ser solo Harry. Había pasado tanto tiempo desde que aspiro su aroma y sintió sus labios contra los suyos, que el solo hecho de observarla con el mapa significaba un gran consuelo y a la vez una promesa, una esperanza.
