Love, Potterhead

26.-Te quiero mi perfecta chica potterhead.

Capítulo 26

Butaca solitaria

Ha sido una semana interesante. Bueno, interesante me refiero: Tom y escuela.

Respecto a mi familia, no es que sea interesante solo es interesante pasarla bien con mamá y mi hermana. Mi madre se juntó dos veces con dos hombres desgraciados, primero con mi padre después con el padre de Nora, nunca se casó solo se juntó. Ese pasado no es la historia más bonita, y sé que no soy la única que no tiene historias tan bonitas, hay personas que tienen historias terribles. Yo no me quejo en lo absoluto, más bien, veo cómo se transforma la vida para luego ser alguien muy fuerte, mi madre, por ejemplo.

Mamá es la mujer más extraordinaria del mundo, es madre soltera y tiene que luchar por nosotras, como toda madre quiere lo mejor para sus hijas, mamá es como mi papá, es una carga difícil, eso yo lo sé. El padre de Nora a veces le vale a qué horas traer Nora a casa, cooperar con mamá de lo que necesita para Nora. A mamá no le sorprende, justo eso pasó lo mismo conmigo excepto que mis padres se separaron desde que tenía como seis o siete años. Esa separación surgió por otros motivos no tan bellos para recordar, que todo eso está plasmado en mi diario Potterhead.

En resumen, mamá se ha peleado fuertemente con el padre de Nora, y entró en trance de quién cuidará de Nora.  Un fin de semana desgraciado y estresante, ¿qué haremos con Nora? Si el kínder de Nora queda por la casa de él.

― ¡Emma! ― Me llamó mamá desde la cocina, dejé mi tarea en el escritorio y bajé rápidamente.

― ¿Si?

― Respecto a lo de Nora, ven y siéntate en una silla.

Caminé para la mesa pasando la sala, donde se encuentra Nora jugando con sus ponis y viendo la película de Lilo y Stich.

― Que pasó ― dije una vez sentándome en la mesa.

― Cambiaré de escuela a Nora, a un infantes cercas de mi trabajo, es de mucho dinero, pero ya me urge cambiarla, hablé el viernes con la escuela, no te dije porque ayer sábado estaba muy estresada. Mañana la llevo ahí y mañana mismo pago un adelanto, tengo una sola semana para conseguir el uniforme ― pasa su mano por su cara hasta llegar a su cabello, de una manera tan frustrada, eso hizo que yo me sintiera igual. Mi madre hace mucho.

― Y... ¿quién la va recoger? Si quieres lo hago yo ― le dije ―. Sé dónde trabajas, por mí no hay ningún problema ― le sonreí.

― No, como crees. Ahí mismo tienen una guardería, cierran hasta las ocho, es perfecto para mí, es por ello que se paga mucho dinero. Pero no importa con tan solo tener a mi hija cercas de mi puedo hacer mucho.

― Vas a pagar mucho.

― Pero y qué Emma ― alzó su voz ―, vale la pena.

― Puedo trabajar ― comenté rápidamente.

― No. Está muy peligrosa la calle, ya vez lo que pasó hace dos días, secuestraron a una muchacha de tu escuela, y resultó estar cruelmente herida.

Esa era la noticia por varias semanas en el Instituto. Una chica de tercer año fue secuestrada, ahora, hospitalizada.

― Esta bien ― dije decaída.

― Bien ― dio un bufo y preguntó: ― ¿Qué quieres cenar?

― Lo que sea, está bien ― sonreír para animarla, pero no resultó.

― Bueno, a ver que se me ocurre.

― Iré a terminar mi tarea.

― Bien, hija.