Love, Potterhead

10. Como dar a conocer todos tus bellos secretos.

Capítulo 10

Devuelta

Me encontraba en mi habitación acostada en mi cama mirando a la pantalla de mi portátil, solo visualizaba el fondo de la pantalla, que es el logo de mi casa, Ravenclaw. En una de esas me entró la punzada de entrar a mi correo, y tenía un hangouts, un mensaje privado.

Tom E

-Hola brujita. No lo voy a tirar. ¿Cuándo nos volvemos a ver?

Emma Diaz

-Nunca.

Tom E

-No me gusta esa respuesta. Discúlpame, enserio.

No contesté.

Tom E

-¿Mañana?

-El habla enserio, Emma - me dije, - suena realista. Tonterías, solo finge.

Me quedé por un momento pensativa.

-Es mi diario, - dije, - yo creo que... ¡Ah! - Di un grito de exasperación.

Emma Diaz

-Está bien.

Tom E

-¿A qué horas? ¿En dónde? y ¿En qué parte de ese dónde? Y antes que nada, si vas a llevar a tus amiguitas raritas dime para llevar a los míos, capaz y ya no quieres tu diario, si no de acosarme con esa miradita de brujita cursi que tienes. ;)

Emma Diaz

-En el parque del mismo lugar de aquella vez y a la hora de mi salida. Y no, no llevaré mis amigas.

Tom E

-Muy bien, brujita.

Emma Diaz

-No me llames así.

Tom E

-Acaso quieres dejar tu lado cursi para ser de esas brujas feas y "malvadas", después ya veremos.

Emma Diaz

-Yo no soy malvada ni cursi, ¿y si lo soy pues a ti qué? Lo único que quiero es terminar con esto y que me dejes en paz.

Tom E

-Okay.

-Es decir, perfecto brujita.

Fruncí ceño. Me estaba cansando de que me llamara brujita.

Ningún tipo me llama brujita antes de llamarme yo así.

Emma Diaz

-Okay. Adiós.

-Muggle (emojin riéndose)

Si no le decía Muggle, no me iba quedar a gusto.

Hice una sonrisa de satisfacción frente a la pantalla.

Tom E

-Ya me extrañaba con que algún día me llamarías así.

-Me hiciste la noche, brujita. Buenas noches y descansa ;)

Se me hizo una sonrisa al ver este último mensaje.

Mordí mi labio inferior y apague la portátil, la puse en su escritorio y me arrastrá a mi cama poniéndome debajo de los cobertores y apagar mi lámpara. Di un suspiro y estaba más que segura que me dormí con una sonrisa en mi rostro.